La misión de la ONU enviada a Kosovo la semana pasada recibió informes detallados de graves violaciones de derechos humanos cometidos al parecer por policías y paramilitares en esa provincia de Yugoslavia.
La Alta Comisionada de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para los Derechos Humanos, Mary Robinson, dijo que los kosovares albaneses llegados en las últimas semanas a Albania relataron que habían sido obligados a punta de pistola a abandonar sus lugares de residencia.
En algunos casos, los refugiados kosovares debieron huir después de las amenazas de fuerzas paramilitares, la policía regular o bandas armadas y a menudo enmascaradas de civiles serbios, refirió Robinson este viernes a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
El informe de la Alta Comisionada no mencionó participación alguna en las violaciones de derechos humanos de tropas regulares de la República de Yugoslavia.
El documento, preparado por la misión que Robinson envió la semana pasada a la región balcánica, consignó que los funcionarios de la ONU recibieron informes de personas que huian o eran obligadas a desplazarse debido a los ataques militares aéreos.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) inició el 24 de marzo un bombardeo aéreo ininterrumpido al territorio de la República Yugoslava para obligar a las autoridades de Belgrado a modificar su política ante las reivindicaciones de autonomía de la población albanesa de Kosovo.
Entre las violaciones de derechos humanos denunciadas a la misión de la ONU se incluyen la existencia de refugiados y de personas desplazadas, la depuración étnica y las ejecuciones arbitrarias y sumarias.
Robinson citó casos de violencia contra mujeres y contra niños, torturas y otros tratamientos crueles, inhumanos o degradantes, desapariciones forzadas o involuntarias y la muerte de civiles en acciones militares.
El número total de refugiados kosovares se aproxima a 600.000, de los cuales 12.000 salieron la semana pasada, consignó Dennis McNamara, director de protección del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
De esa cifra, 312.000 se encuentran en Albania, adonde el jueves ingresaron otros 3.000. En Macedonia superan los 115.000, mientras que en Montenegro ascienden a unos 70.000, precisó el funcionario.
Robinson manifestó preocupación por las condiciones en que se encuentran varios cientos de miles de personas desplazadas en el interior de Kosovo.
Algunos millares de esos desplazados se encuentran ocultos y pasan las noches a la intemperie bajo temperaturas de congelación con escaso o ningún alimento y provisión de agua potable.
Personal de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos recibió informes de la presencia de miles de personas escondidas en los bosques y las heladas áreas montañosas de las regiones central y meridional de Kosovo.
La situación de esas poblaciones -dijo Robinson- es alarmante en sumo grado debido a que más de la mitad de las personas obligadas a abandonar sus residencias en Kosovo son niños.
De los casos de limpieza étnica, el informe de la ONU consignó que algunos refugiados entrevistados en el campamento de Brazda declararon que fuerzas especiales de policía les ordenaron abandonar sus domicilios en Pristina, la capital de Kosovo.
En otros casos, en las puertas de sus edificios de apartamentos se habían colocado carteles con leyendas que identificaban la presencia en esas moradas de personas pertenecientes a la comunidad albanesa de Kosovo.
La policía también confiscó las llaves de las viviendas y los documentos de identidad se sus ocupantes. Muchas personas denunciaron que se enteraron del saqueo de sus casas después de su partida.
El parte de la ONU expuso que en los últimos días se recibieron informes alarmantes de ejecuciones sumarias en gran escala de miembros de la comunidad albanesa en las localidades de Djakovica, Orahovac, Ljubenic y Kotlina.
Robinson dejó para el final de su informe la referencia a "un número significativo de civiles inocentes muertos durante acciones militares".
La funcionaria aludió al caso del tren de pasajeros alcanzado el 13 de abril por el fuego aéreo de la OTAN cuando circulaba al sur de Serbia.
También recordó la muerte de unas 75 personas desplazadas internas, el 14 de abril, en otra acción aérea de la OTAN. El gobierno de Belgrado, citó Robinson, ha denunciado que 500 civiles perdieron la vida como consecuencia de ataques de la aviación. (FIN/IPS/pc/mj/hd ip/99