/BOLETIN-CIUDADES DEL MERCOSUR/ BRASIL: El filme Nuevo 'Orfeo' revela lado dramático del carnaval

Carlos Diegues, uno de los directores de cine mejor considerados de Brasil, es el último cineasta en abordar el carnaval de Río de Janeiro por su lado dramático.

Para hacer "Orfeo", que se estrena el miércoles 21 en 140 cines del país, Diegues se inspiró en la mitología griega, en la historia del músico Orfeo, que bajó a los Infiernos para rescatar a su amada Eurídice, convenció a los dioses, pero la perdió cuando casi concluía con éxito su misión.

La idea no es original. El francés Marcel Camus hizo "Orfeo del Carnaval" en 1958, una novedad en una época en que la gran fiesta brasileña era celebrada especialmente en comedias populares, las llamadas "chanchadas".

Pero "Orfeo" nació precisamente de la crítica a su predecesora, de la decepción de Diegues con la obra de Camus, por su "visión turística" de las "favelas", los barrios marginales de Río de Janeiro, donde tienen lugar los hechos.

Por eso el cineasta brasileño rechaza comparaciones con la película de su colega francés, que en su opinión distorsiona aspectos culturales brasileños y habría filmado una historia de amor romántico sin mostrar la verdadera realidad local.

Su obra inserta la tragedia griega en las duras condiciones actuales de las favelas cariocas.

Orfeo es uno de los muchos compositores de canciones populares que suelen surgir en los barrios marginales. Pero se diferencia de la mayoría de sus colegas, ya que recibió alguna escolaridad y escribe sus canciones en una computadora portable.

El personaje es interpretado por un cantante famoso, Toni Garrido, de la banda Ciudad Negra, mulato como recomienda la imagen del carnaval y de los barrios pobres de Río de Janeiro.

Este en su estreno en el cine, pero su imagen de símbolo sexual difundida por televisión y los espectáculos musicales permiten esperar una buena acogida.

Para reforzar el llamado al público, Diegues recurrió también a actores conocidos de telenovelas. Patricia Francia interpreta a Eurídice, una muchacha que viene de lejos, de las profundidades de Acre, un estado amazónico, empujada por la falta de perspectivas locales que fomenta la migración.

El gran amigo de Orfeo desde la niñez, Lucio, es interpretado por Murilo Benicio, famoso por su participación en numerosas telenovelas de la red de televisión Globo.

Su drama, como la de gran parte de la juventud muy pobre, comienza por la incorporación al narcotráfico. Convertido en jefe de traficantes, asume también el poder en el barrio, como juez y ejecutor de la justicia local, que es lo que ocurre en la vida real en las favelas.

La historia termina mal. Diegues dijo haber buscado retratar el drama brasileño, especialmente el de Río, en los años 90, con el objetivo de estimular cambios en la realidad, para mejorarla.

En su guión incorporó aportes de escritores y guionistas que conocen la vida cotidiana de la ciudad, su violencia y sus tipos humanos. Es el caso de Paulo Lins, que escribió "Ciudad de Dios", un libro que hace un crudo retrato del cruento barrio que irónicamente lleva ese nombre.

El carnaval carioca, cuya imagen más conocida es de alegría desbordada y sensualidad, oculta dramas que siempre desafiaron los artistas. El cine intenta esporádicamente abordar ese lado oscuro.

La expectativa en relación a "Orfeo", el decimoquinto largometraje de Diegues, es grande por esa razón y porque el cine brasileño cobró notoriedad tras los numerosos premios internacionales obtenidos por "Estación Central", de Walter Salles.

Ahora se espera que se consolide la resurrección del cine nacional, que según Jose Carlos Avellar, presidente de la distribuidora Riofilme, debe poner en el mercado este año 36 largometrajes, nueve más que en 1998. (FIN/IPS/mo/ag/cr/99

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