/BOLETIN-AMBIENTE/ SUDESTE ASIATICO: El retorno de la neblina tóxica

Indonesia, Singapur y parte de Malasia están otra vez cubiertas por una neblina de humo y polvo que podría originar una similar a la de alta toxicidad que se abatió sobre el sudeste asiático en el segundo semestre de 1997.

Los países de la región instan a Indonesia, acusada de permitir incendios forestales provocados, a tomar medidas urgentes para impedir la reaparición de la neblina tóxica de hace dos años.

El cuidado del ambiente no parece figurar entre las prioridades del gobierno indonesio, ocupado en la batalla contra la crisis económica y las crecientes protestas sociales.

La nube reapareció el fin de semana pasado, mientras los ministros de Ambiente de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) estaban reunidos en Brunei para evaluar la implementación del Plan de Acción contra la Neblina Tóxica, creado luego del desastre de 1997.

La neblina tóxica que cubrió parte de Asia sudoriental en 1997 le costó unos 7.600 millones de dólares a los países afectados, y resultó el peor desastre ambiental de este siglo en la región. Indonesia sufrió las peores consecuencias.

El índice de polución de Singapur llegó el viernes a 79, y en el Valle de Klang de Malasia llegó a 60. Se considera que un índice de 100 es peligroso para la salud humana. Cuando apareció la neblina de 1997, la polución llegó a 400 e incluso a 600 algunas veces.

La causa de la última neblina es la misma que en 1997: los incendios forestales en Sumatra central, Indonesia, donde los terratenientes incendian sus predios para cultivarlos al término de la estación de las lluvias.

El Centro de Imágenes Remotas de la Universidad Nacional de Singapur, que analizó imágenes de satélite, confirmó que los incendios de Sumatra central fueron provocados. "Camiones de transporte de madera y otros signos se ven con claridad en las fotografías", dijo el Lim Hocks, director del Centro.

Las autoridades indonesias, los dueños de plantaciones y las empresas madereras de ese país fueron responsabilizados por el desastre de 1997. Los países vecinos temen que Yakarta no se ocupe ahora con seriedad de apagar los incendios forestales, dado que tiene preocupaciones más urgentes.

Los ministros de ASEAN dieron a Indonesia tiempo hasta julio para contener el vandalismo ambiental e implementar la política de "cero quema", establecida por el bloque regional.

Esa política obliga a Indonesia a impedir nuevos incendios forestales provocados con fines agrícolas. Yakarta anunció que lanzaría una campaña contra los incendios provocados, pero los resultados aún están por verse.

Malasia y Brunei impusieron la misma política de cero quema a raíz de los incendios de 1997, y previeron duras penas para quienes la violen.

Las firmas de Brunei que provocaron incendios debieron pagar multas de hasta 67.000 dólares, y si sus acciones causaron daño a otras propiedades, las multas fueron mayores. En Malasia, la multa ronda los 132.000 dólares, acompañada de una sentencia de hasta cinco años de cárcel.

La ASEAN, caracterizada por su afán de evitar enfrentamientos, no impondrá castigos a Indonesia si este país no implementa dicha política. Pero los países vecinos dijeron a Yakarta que se trata de una prueba a su voluntad.

"Le dimos un plazo. Cuando los ministros de Ambiente vuelvan a reunirse en Kuala Lumpur en julio, Yakarta deberá entregarnos un informe completo sobre el modo en que implemente el proyecto", anunció el ministro de Ambiente de Singapur, Yeo Cheow Tong.

"Esperamos que las autoridades de Indonesia utilicen todos sus recursos disponibles para luchar contra los incendios provocados y que pongan en marcha una acción legal contra los culpables. Si logran ambas cosas, se terminarán los incendios", agregó el ministro.

Los ministros de ASEAN urgieron a Indonesia a adoptar las mismas leyes que Malasia y Brunei, que obligan a los dueños de las plantaciones a probar que, cuando hay un incendio en su terreno, no fue por su causa.

"La responsabilidad de la prueba es muy grande, y una vez que los dueños de las plantaciones se den cuenta de que no pueden escapar a duros castigos, adoptarán la postura responsable de cero quema", explicó Yeo.

El ministro de Ambiente de Indonesia, Panangian Siregar, admitió en la conferencia de Brunei que la explotación forestal y los cultivos agrícolas fueron la causa principal de los incendios forestales de Sumatra central.

"No contamos con recursos humanos suficientes para luchar contra los incendios forestales", dijo. Yakarta tiene leyes para implementar la política de cero quema, pero le faltan pruebas sobre la intencionalidad de los incendios de buena parte de las tierras.

Sin embargo, el gobierno indonesio aceptó iniciar el diálogo con los dueños de las plantaciones a fin de detener los incendios y discutir sobre la posibilidad de establecer permisos para la quema de terrenos, para tener control sobre los incendios, en lugar de imponer la política de cero quema.

Ludwig Schindler, director del proyecto cofinanciado por Alemania de Manejo Integrado de los Incendios Forestales de Kalimantán, la provinicia indonesia dónde se produjeron los mayores incendios de 1997, anunció que ese año se lanzó un programa de educación pública cuyos resultados se perciben ahora.

Los esfuerzos realizados en 1997 para detener los incendios provocados fueron infructuosos, ya que cada vez que se apagaba un incendio se iniciaba otro, señaló Schindler en una entrevista concedida al diario The Strait Times.

Pero el programa de educación, del que participaron incluso los niños, provocó un cambio de actitud, dijo Schindler. "Trabajamos en colaboración con una maderera para desarrollar un modelo de prevención de incendios y apoyar las acciones mediante la publicación de los lineamientos utilizados", explicó.

El legislador de Singapur Simon Tay observó que hablar con funcionarios de Yakarta y con el ministro de Ambiente no solucionará el problema, ya que el origen de los incendios tiene raíces en los pueblos y las plantaciones.

Singapur y ASEAN deben lograr que Indonesia se comprometa del todo en la lucha contra los incendios, sugirió.

Tay sostuvo también que ASEAN debe transformar el plan antineblina en un acuerdo formal. "Ahora tiene buenas intenciones pero ninguna fuerza", dijo.

"Llegó el momento de que ASEAN abandone su costumbre de no provocar enfrentamientos", declaró Tay. De esa forma se podrían evitar las neblinas que causan los incendios de Sumatra central y empezar la cuenta regresiva de los incendios en Indonesia. (FIN/IPS/tra-en/ks/js/ceb/mj/en/99

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