El tesoro mineral que encierra el sur de Madagascar provocó una invasión de buscadores de zafiros que causan a su paso considerables daños ambientales y cambios sociales.
La extracción del zafiro se hace manualmente, y el gobierno no ejerce todavía ningún control.
El Ministerio de Energía y Minas calcula que cada día llegan a la zona 200 personas con el propósito de instalarse allí y empezar una nueva vida.
La fiebre del zafiro empezó en noviembre, y ya causó graves perjuicios al ambiente en esta gran isla africana ubicada en el océano Indico, habitada por más de 13 millones de personas.
Los buscadores de zafiros intentaron entrar en el Parque Nacional Isalo, uno de los sitios turísticos más grandes de Madagascar. El paisaje del parque recuerda el del oeste de Estados Unidos, con grandes formaciones minerales parecidas a animales.
Los guardabosques denunciaron que los buscadores de zafiros pretendían entrar sin ser registrados y que llegaron a atacarlos con piedras. Una vez adentro, algunos llegaron a cavar pozos de dos metros de diámetro en una sola tarde. Pero en la noche, una brigada policial los sacó del parque.
"De todos modos, aún no existen medidas para que estas cosas no ocurran más", informó una fuente cercana al Ministerio de Energía y Minas.
Los ambientalistas temen que la tierra levantada por las excavaciones sea arrastrada río abajo, desde los depósitos de gemas hasta los arroyos, durante la próxima estación lluviosa a partir de octubre. Las corrientes, cargadas de sedimentos, arruinarían la próxima cosecha de arroz.
Cerca de la región turística de Isalo, los buscadores se de gemas preguntan cuán profundo deberán cavar para desenterrar los zafiros. Muchos se van de la región en busca de nuevos territorios.
A pesar de que el comercio de piedras preciosas está en alza, el gobierno declaró que los beneficios procedentes de los 16,2 kilogramos de zafiro declarados desde noviembre fueron de apenas 2,2 millones de dólares. Pero las autoridades de Madagascar creen que se extrajo una cantidad mucho mayor.
"La cantidad declarada es enorme, sin duda, pero no incluye todos los zafiros que circulan hoy en el mercado negro", indicó un funcionario del Ministerio de Energía y Minas.
Hasta ahora no se hizo nada para controlar la explotación de zafiros en el sur del país porque hay personas influyentes que tienen interés en esas piedras preciosas, sostuvo.
Un equipo del Ministerio se reunió para analizar el daño ambiental causado por la explotación de las minas en el sur.
El propósito de la reunión es evitar las inundaciones y preservar el entorno natural de la región, dijo un funcionario. Es probable que el trabajo de este equipo prohíba al fin la explotación de zafiros en el sur hasta que se realice un estudio de impacto ambiental.
El gobierno ya tomó algunas medidas para regular el mercado de piedras preciosas, entre ellas la creación de un mercado abierto para desalentar a extranjeros que operan en la región, como tailandeses, taiwaneses y operadores de otros países africanos, que intentan sacar ventaja de la fluctuación de precios.
La carrera por los zafiros afectó también al sistema sanitario de la región.
Circularon rumores de cólera, lo cual se atribuyó a las malas condiciones sanitarias. Pero el Ministerio de Salud dijo que las únicas afectadas son las ciudades costeras de Mahjong y Antsohihy, ambas al noroeste, una zona que se está convirtiendo en punto de tráfico hacia Comoras.
La zona tiene escasa infraestructura, incapaz de recibir a tanta gente. Pero esa situación está cambiando. Abrieron tres discotecas nuevas cerca de las minas de piedras preciosas, y las calles están llenas de prostitutas procedentes de la ciudad de Fianarantsoa, en el norte.
Además, se construyeron nuevas rutas que unen las minas con los pueblos cercanos.
Un funcionario de la provincia de Toiler, en el sur de Madagascar, sostuvo que en la región de los zafiros circulan 957,48 millones de dólares por día.
Esa cantidad de dinero atrajo a rateros y bandidos de toda clase. Una brigada policial se ocupa de mantenerlos a raya, pero aún no lograron controlar a las bandas que se dedican a asaltar a los afortunados buscadores de zafiros, y se llevan el botín. (FIN/IPS/tra-en/jr/nrn/sz/mn/ceb/mj/if en/99