Un panel de la Organización Mundial de Comercio (OMC) estableció hoy que la pérdida de Estados Unidos por el régimen preferencial del comercio de banano de la Unión Europea (UE) fue de 191 millones de dólares, en lugar de los 520 millones que había reclamado el país demandante.
El panel fue convocado para controlar que la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) cumpla con el fallo de 1997, y también para "arbitrar" el daño causado al comercio de Estados Unidos.
El fallo podría abrir las puertas a sanciones de Washington a los países de la Unión Europea debido a su régimen para la importación de banano, basado en cuotas y que da preferencia a las ex colonias europeas de Africa, Asia y el Caribe.
Pero la admisión del daño causado a Estados Unidos implica que el nuevo arbitraje de la OMC no cumple completamente con el fallo original del panel y del organismo apelado.
Sólo un estudio en detalle de la decisión del panel de arbitraje, cuando sea publicada en su integridad, y la comparación con otras decisiones que involucraron a Ecuador y la UE, podrían permitir extraer todas la implicancias.
Habría que decidir si la parte que gane la disputa sobre el cumplimiento del fallo podrá anunciar y aplicar las sanciones, sin convocar antes a un nuevo panel.
Es importante decidir sobre el caso y también sobre el fallo, dado que Estados Unidos es demandante en varias disputas, no sólo con otros países importantes (UE, Japón y Canadá) sino también con varios países en desarrollo, cuyas obligaciones con la OMC se terminan, en muchos casos, el 1 de enero del 2000.
Estados Unidos estableció, para el caso del banano, que si gana un fallo, la parte contraria deberá negociar con él "el modo de implementar dicho fallo", y si no llegan a ninguna solución satisfactoria, Washington impondrá las sanciones.
El fallo es inapelable, pero el dictamen del panel puede ser recurrido en aspectos formales, y el vicepresidente y comisario de Comercio de la Comisión Europea, León Brittan, anunció que el órgano ejecutivo de la UE se reserva el derecho de apelación.
Para obtener un fallo, Estados Unidos aún debe presentarse ante el Organismo de Solución de Diferencias a solicitar una autorización, que será automática, según las reglas. Para ello entregará una lista nueva o revisada de productos sobre los cuales desea imponer las sanciones.
Antes de obtener esa autorización, Estados Unidos gravó 100 por ciento de impuestos sobre una serie de productos importados de la UE por valor de 520 millones de dólares, y podría tener que dar marcha atrás.
La UE solicitó que se retiren esos gravámenes de inmediato.
La declaración que redactó Brittan en Nueva Delhi recalca que el resultado del arbitraje deja en claro que las represalias de Estados Unidos contra las exportaciones de la UE "fueron y siguen siendo absolutamente ilegales, ya que representan el doble de la cantidad determinada por los árbitros".
Pero "para cumplir con la ley (de la OMC), Estados Unidos debe levantar de inmediato todas las sanciones y las amenazas de sanción impuestas sobre casi la mitad de sus transacciones comerciales", sostuvo Brittan.
Sin embargo, la secretaria de comercio de Estados Unidos, Charlene Barshevsky, señaló que los árbitros dieron la razón a su país en cuanto a que el régimen de la UE era inconsistente y seguía causando daños a su economía.
Barshevsky anunció que Estados Unidos ejercerá su derecho, contemplado por la OMC, a suspender las concesiones arancelarias para una serie de importaciones de la UE, y la lista final de productos que deberán pagar aranceles aduaneros será publicada en el Registro Federal en los próximos días.
Entre los otros temas de debate entre Estados Unidos y la UE, además del fallo del banano y la pérdida de 190 millones de dólares, se encuentra el de la carne con hormonas.
El fallo es problemático para otros exportadores de banano, como Ecuador, que apoyó a Estados Unidos en este caso, pero pidió que se eligiera un nuevo panel, en lugar de vengarse imponiendo medidas de castigo.
El resto de los involucrados en la disputa del banano son Honduras, México y Guatemala y, por separado, Panamá, que entró hace poco.
Estos países pretenden obtener compensación o adoptar represalias contra la UE si ésta, golpeada por Estados Unidos, decide no hacer nada más, porque consideran que el problema de sus "pérdidas" comerciales y de exportación de banano debido al régimen de la UE aún no fueron solucionadas.
Washington admitió la adopción del fallo del panel, pero anunció que no podría implementarlo, cuando Nicaragua bajo el régimen sandinista ganó una disputa sobre azúcar contra Estados Unidos, en el antiguo GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio).
Nicaragua podía entonces retirarle a Estados Unidos las concesiones comerciales por el mismo valor, lo cual era imposible.
Muchos manifestaron su desacuerdo, pero nadie pudo ayudar a Nicaragua, y las partes del contrato no ejercieron sus derechos colectivos y conjuntos en esta materia.
Estados Unidos volvió a imponer restricciones al azúcar y alegó que la medida había sido adoptada para proteger su seguridad.
El GATT y el nuevo panel tuvieron menos posibilidad aún de actuar, y Estados Unidos puso en marcha operaciones para ayudar a los rebeldes a derrocar a los sandinistas.
La amenaza de represalias en la OMC y el sistema comercial sólo es útil si logra convencer a la otra parte de cumplir con sus obligaciones.
Pero una vez que se llevan a cabo las represalias, como lo está haciendo Estados Unidos ahora, no le sirven a nadie, ni a Chiquita bananas ni, mucho menos, al resto de los países de América Latina que exportan banano. (FIN/IPS/tra-en/cr/ak/ceb/ag/99