Los jefes de gobierno de Australia e Indonesia se reunirán este martes en la isla de Bali para discutir la situación de Timor Oriental, el territorio ocupado por fuerzas indonesias desde 1975.
La cumbre tendrá lugar con un fondo de violencia paramilitar en el ex enclave portugués, y con indicios de que Indonesia podría renegar de la oferta de independencia que hizo el presidente Bacharuddin Jusuf Habibie a Timor Oriental en enero.
Así mismo, un informe de la inteligencia militar australiana filtrado a la prensa denuncia que el 4 de marzo la oficina del primer ministro ya había sido advertida que grupos paramilitares timorenses, apoyados por el ejército indonesio, "con certeza realizarían más actos de violencia" en el territorio.
Más de 60 personas murieron cuando los paramilitares a favor de la integración con Indonesia arrojaron una granada de mano dentro de una iglesia en la ciudad de Liquicia, donde se encontraban unos 1.500 refugiados que huían de la violencia de las milicias.
El día 17, más de 20 personas fueron asesinadas en la capital, Dili, cuando las milicias atacaron a los partidarios de la independencia.
"El informe de inteligencia revela que más de un mes antes de la masacre de Liquicia, y más de seis semanas antes de los asesinatos del 17 de abril en Dili, el gobierno de (John) Howard sabía que las fuerzas armadas indonesias" protegían y operaban con las milicias, declaró Laurie Brereton, ministra de relaciones exteriores laborista del gabinete paralelo de la oposición.
"Esto revela una profunda traición del gobierno de Howard al pueblo timorense", agregó Brereton. Si Australia hubiera presionado a Indonesia hace algunas semanas, muchas de esas personas estarían con vida, afirmó.
En respuesta a los comentarios de Brereton, el canciller Alexander Downer dijo a la emisora Australian Broadcasting Corporation que sólo algunos "individuos que actúan solos" dentro de las fuerzas armadas indonesias apoyan a las milicias.
Es "absurdo que haya rumores sobre ese documento" días antes de que la cumbre tenga lugar, agregó, refiriéndose a la reunión en Bali de Habibie y Howard.
Pero los críticos afirman que hay pruebas sólidas de que las fuerzas indonesias permitieron que ocurrieran las masacres.
Un informe de diplomáticos australianos que investigaron los asesinatos de Liquicia hace dos semanas estableció que había tropas indonesias presentes en la masacre, pero que no detuvieron la matanza.
El informe, filtrado al periódico The Australian, también halló pruebas circunstanciales de la participación directa de los militares. Había "heridas de bala de armas del tipo utilizado por el ejército", señalaba.
Testigos del ataque del 17 de abril en Dili dijeron que la policía y el ejército indonesio no hicieron ningún esfuerzo por intervenir y detener la violencia.
La violencia aumentó la inquietud sobre la realización de una votación, posiblemente en julio, que daría a los timorenses la opción de permanecer con Indonesia o de adoptar la independencia.
Indonesia ofreció a Timor Oriental la posibilidad de independencia en enero, después de haber ocupado el territorio en 1975 y anexarlo como su provincia número 27 un año después.
El viernes 23, diplomáticos portugueses e indonesios llegaron a un acuerdo de autonomía para Timor Oriental en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero aún no se decidieron los detalles de la votación.
El acuerdo, que se firmaría el 5 de mayo y aún requiere la ratificación de Yakarta, incluye un plan para que aproximadamente 800.000 timorenses voten por la autonomía o la independencia.
Habibie quiere que supervisores civiles de Alemania (en representación de Europa), Australia, Estados Unidos, Filipinas y Japón coordinen la votación supervisada por la ONU.
"Queremos un verdadero compromiso de los indonesios respecto de las gestiones que harán para mantener, tanto como sea posible, un ambiente de seguridad en Timor Oriental. Dicen que no quieren fuerzas de paz. Lo dijeron todo el tiempo y la ONU lo aceptó", dijo Downer en un programa de televisión emitido el domingo.
Andrew McNaughton, de la organización no gubernamental Asociación Australia Timor Oriental, con sede en Sydney, dijo que la cumbre de Habibie y Howard será una fachada si Australia elude su responsabilidad al no pedir que se envíe una fuerza de paz de la ONU a Timor Oriental.
"Australia podría decir que una fuerza de paz de la ONU se opondrá al reclamo de soberanía en Timor Oriental, pero el foro mundial nunca aceptó que la ocupación de Indonesia fuera legítima. Por tanto, se justificaría que la ONU actuara para restaurar el orden en el territorio en disputa", opinó. Uno de los principales protagonistas de la cumbre será el general Wiranto, ministro de Defensa y comandante de las fuerzas armadas indonesias, que según los observadores es más importante que Habibie, dada la continua violencia en Timor Oriental.
Australia está bajo presión para convencer a Habibie de que conviene a sus intereses internacionales asegurar un resultado pacífico e internacionalmente aceptado en Timor Oriental.
Pero aún no se sabe si los militares indonesios renunciarán a su control sobre Timor Oriental si el territorio elige la independencia. (FIN/IPS/tra-en/si-aa/js/at/aq/ip/99