ASIA CENTRAL: Inquietud por base militar rusa en Tajikistán

Los países de Asia central temen que Rusia incremente su presencia bélica en la región a través de una base militar en Tajikistán, aunque estos aseguran que la misma no tiene "el fin de agredir a otras naciones".

El presidente de Rusia, Boris Yeltsin, y su par de Tajikistán, Emomali Rajmonov, firmaron un tratado de alianza y asociación el día 16, pero no llegaron a acordar la instalación de la base militar rusa en Tajikistán.

Yeltsin declaró que Rusia mantendrá su apoyo "fraterno" al pueblo tajik, y Rajmonov aseguró que los lazos con Rusia son la prioridad de su país.

La instalación de la base tiene por objetivo "mantener la seguridad y cuidar la integridad territorial" de Tajikistán, y no tiene el fin de agredir a otras naciones, aseguró Rajmonov.

Se sospecha que ambos presidentes llegaron a un acuerdo verbal sobre la instalación de la base militar y evitaron un acto formal debido a la fuerte oposición de Uzbekistán y Afganistán, que temen el aumento de la inestabilidad de la región.

Uzbekistán ya había manifestado su temor cuando la instalación de la base rusa sólo era un proyecto. A principios de mes, el presidente uzbeko, Islam Karimov, advirtió que una mayor presencia militar rusa despertaría inquietudes en la región.

Así mismo, Uzbekistán anunció su intención de abandonar el acuerdo de seguridad colectiva de la Comunidad de Estados Independientes, lo cual significa que sólo seis de los 12 miembros de la misma aceptaron renovar su participación.

Las relaciones entre Uzbekistán, el país más poblado de Asia central, y Tajikistán pasan por un momento difícil debido a la rebelión de un guerrillero uzbeko en Tajikistán.

En 1997, Tajikistán proclamó su victoria sobre el insurgente Majmud Judoberdiyev, de origen uzbeko, que escapó de su país para instalarse en Uzbekistán. El gobierno tajik se irritó porque el gobierno uzbeko no entregó al rebelde.

Judoberdiyev inició otra rebelión en 1998, y entonces Rajmonov acusó a Uzbekistán de alentar un levantamiento armado en Tajikistán.

Ante este contexto, no es de sorprender que a Uzbekistán le preocupe la presencia militar en Tajikistán.

Tajikistán, una de las cinco repúblicas de Asia central, sufrió una guerra civil entre ex comunistas e islámicos casi inmediatamente después de su independencia, en diciembre de 1991. Finalmente, en 1997 se firmó un acuerdo de paz que permite la participación islámica en el gobierno.

Pero en gran medida, Rajmonov se mantuvo en el poder gracias al apoyo político, militar y financiero de Rusia, que mantiene a 16.000 soldados en la frontera entre Tajikistán y Afganistán.

El movimiento fundamentalista islámico Talibán, que controla 90 por ciento del territorio de Afganistán y acusa a Rusia y Tajikistán de ayudar a su rival, la Alianza del Norte, también se opone fuertemente a la instalación de la base militar de Moscú en territorio tajik.

Una declaración de la cancillería talibán en Kabul señaló que la base militar rusa tiene el fin de continuar la interferencia en los asuntos internos afganos.

Talibán envió una carta al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en la que instaba al organismo a bloquear la "intervención rusa" en el país.

El movimiento islámico acusó a Rusia de continuar "las políticas colonialistas de la ex Unión Soviética", y la declaración de la cancillería sostuvo que Moscú usará la base para presionar a los países de Asia central que tratan de mantenerse independientes del poder ruso.

El documento también decía que el acuerdo entre Rusia y Tajikistán pone en duda el lugar que este último ocupa en el grupo de "seis más dos" países, integrado por Afganistán, Irán, Pakistán, Tajikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, más Rusia y Estados Unidos.

Este grupo se fundó para encontrar una solución pacífica a la guerra de Afganistán, que no cesa desde que la Unión Soviética se retiró del país a fines de los años 80.

Para algunos, las acusaciones no son totalmente injustas. El principal líder militar de la Alianza del Norte, Ahmad Shah Massoud, se reunió en abril con el ministro de Defensa de Rusia, Igor Sergeyev, en su última visita a Tajikistán.

Rusia y Tajikistán acordaron el establecimiento de la base militar durante esa visita de Sergeyev.

La base militar rusa incluye a la división 201, ya instalada en Tajikistán. La mayoría de las tropas rusas están fuera de la capital, vigilando la frontera tajik con Afganistán para defenderla de las incursiones rebeldes y del contrabando de drogas y armas.

Sin embargo, a pesar de las inquietudes que despertó la base militar rusa en Asia central, sus planes para incrementar su rol militar en la región carecen de sustancia económica, señaló Alexander Salitsky, investigador del Instituto de Estudios Orientales de Moscú.

Salitsky agregó que la influencia de Moscú ya no es la misma."Lo único que puede hacer Rusia ahora es imponer sus bases militares en el exterior, contra la voluntad de los países vecinos", sostuvo.

Aunque Rusia afirmó su compromiso de cuidar la "estabilidad" en Asia Central, es probable que las presiones financieras internas y las protestas de los vecinos impidan cambios significativos en la presencia militar rusa en la región. (FIN/IPS/tra-en/sb/js/ceb/aq/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe