El teatro Amadeo Roldán, uno de los mejores de la capital de Cuba, volverá a ser la casa de conciertos por excelencia, 22 años después de que un incendio dejara en pie sólo su ecléctica fachada.
Todavía se recuerda con tristeza la noche en que la voz de "fuego" corrió por las calles de La Habana y gran cantidad de personas se trasladaron hasta el céntrico barrio del Vedado a comprobar en el lugar la noticia: "se quema el Amadeo", como llaman al teatro los habitantes de la capital.
El teatro Amadeo Roldán ardió la noche del 30 de junio de 1977 a consecuencia de un incendio provocado, según dictaminaron los expertos.
"Era un teatro con un encanto especial para los habaneros y por su acústica el preferido de los concertistas", dijo a IPS Jorge Rubio, un rockero que acudió la noche del incendio.
Ahora, tras una obra de rescate iniciada en 1996, el teatro Amadeo Roldán reabrirá sus puertas el domingo 11 para convertirse en la sede de la Orquesta Sinfónica Nacional y recuperar su espacio en el panorama cultural del país caribeño.
Músicos y público contarán con dos salas para más de mil espectadores, condiciones acústicas típicas de un estudio de grabación, salón de exposiciones, biblioteca y el archivo de partituras originales que fue rescatado de las llamas.
Entre el inmueble antiguo y el reconstruido hay grandes diferencias, pero tienen en común que el sonido sin amplificadores puede escucharse en cualquier parte del lunetario, indicó Roberto Sánchez Lagarza, del Ministerio de Cultura.
Aunque las obras demoraron 19 años en iniciarse, los intentos por rescatarlo se remontan a la década pasada, cuando Cuba y la entonces República Democrática Alemana firmaron un acuerdo a largo plazo para el envío de butacas, alfombras, lámparas y maderas preciosas.
Los suministros siguieron llegando incluso después de la caída del Muro de Berlín y todo fue guardado y conservado por Sánchez Lagarza hasta que se decidió iniciar los trabajos, a pesar de la crisis económica que vive la isla desde 1990.
Inaugurado el 2 de diciembre de 1928, el teatro fue construido por iniciativa de la sociedad cubana Pro Arte Musical que, además de conseguir los bonos y donaciones de sus asociados, gestionó recursos públicos para la obra.
El teatro, que durante más de 30 años se conoció como Auditorium, cambió su nombre por el de Amadeo Roldán en 1961 como un homenaje a ese músico, considerado por el escritor cubano Alejo Carpentier como el primer sinfonista cubano.
Compositor y director de orquesta, Roldán nació en París el 12 de julio de 1900 de madre cubana, creció en España y a los 19 años viajó definitivamente a Cuba, donde vivió hasta que murió de cáncer a los 39 años.
Autor de "La rebambaramba", entre otros clásicos de la música cubana, Roldán fue el primer compositor de la isla que intentó borrar los prejuicios existentes hacia los llamados ritmos afrocubanos.
"Ya era hora", comentó Ricardo Roldán, uno de los tres hijos del compositor, sobre la inminente reapertura del teatro.
Magda Resik, quien realizó una investigación sobre el teatro Amadeo Roldán, considera que más que su excelencia física, "el atractivo terminó siendo la inmensa lista de prestigiosas personalidades y agrupaciones que aparecían en cartelera".
Entre los músicos que pasaron por sus dos salas destacan los compositores y pianistas rusos Serguei V. Rashmaninov, Igor Stravinski y Serguei Prokofiev, el brasileño Heitor Villalobos y el guitarrista español Andrés Segovia.
El Ballet Nacional de Cuba, dirigido por Alicia Alonso, realizó allí su función de estreno el 28 de octubre de 1948.
La ópera también estuvo presente en ese escenario fueron interpretadas por primera vez en Cuba, en idioma castellano, Carmen, La Traviata, Rigoleto y Fausto.
A mediados de la década del 70, las puertas de cristal del teatro Amadeo Roldán cedieron ante una masa incontrolada de público que acudió al primer concierto en el país del cantautor catalán Joan Manuel Serrat.
"Lo único que siento es que un teatro que durante años acogió funciones de ballet y ópera ahora quede limitado a conciertos de música", se lamentó el poeta y ensayista Roberto Mendéz, uno de los invitados a la inauguración.
Artistas y escritores, delegados a los últimos congresos de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba y de la Unión de Periodistas de Cuba, serán los invitados a la noche inaugural el presidente Fidel Castro. (FIN/IPS/da/ag/cr/99
