El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apoyaría financieramente proyectos para producir, distribuir y exhibir cine en América Latina.
El anuncio fue realizado por el cineasta argentino Fernando «Pino» Solanas, tras presentar su última película, «La nube», en el XIV Festival Internacional de Cine de Montevideo, que organiza Cinemateca Uruguaya hasta este domingo.
Solanas dijo que de concretarse créditos blandos del BID para esta actividad «se estaría ante un verdadera revolución cultural en materia cinematográfica» en América Latina.
El organismo financiero regional manifestó su voluntad de intervenir en el apoyo al cine en el área durante una reunión que se realizó en París, en la que participaron ministros de Cultura de diversos países latinoamericanos, productores cinematográficos independientes y representantes de la Unión Europea.
En ese encuentro, que no trascendió mayormente en América Latina, indicó Solanas, el presidente del BID, el ex canciller uruguayo Enrique Iglesias, calificó de lamentable que mientras se habla de un mundo abierto y multicultural las únicas películas que tienen distribución mundial son las producidas por estados Unidos.
Hoy existe un mercado internacional ávido de ver productos culturales alternativos a los estadounidenses, afirmó Solanas.
«Por otra parte hay que tener en cuenta que el BID maneja actualmente fondos varias veces millonarias, no demasiado lejanos de los que maneja el Banco Mundial», agregó el director argentino, que estuvo presente en el encuentro de París.
El BID intervendría en el apoyo a los proyectos de películas que se presenten en América Latina mediante créditos a condiciones ventajosas, que podrían ser complementados con otros de la Unión Europea (UE).
La UE apuntaría a su vez a participar en la coproducción de filmes con países de América Latina.
La coproducción con naciones de fuera de la región, en particular europeas, es cada vez más la única posibilidad que queda a los latinoamericanos para continuar haciendo cine, señalaron diversos cineastas de la región presentes en el Festival Internacional de Montevideo.
Los créditos del BID no sólo irían a la producción de filmes sino también a mejorar su distribución y exhibición, comentó Solanas.
«Todo el mundo se ha dado cuenta que de nada sirve dedicar dinero para producir si no hay recursos y posibilidades para distribuir y salas para exhibir las obras», señaló el autor de «El exilio de Gardel», «Sur» o «La hora de los hornos», entre otras películas.
En los últimos años se ha notado en diversos países de América Latina el renacimiento de las salas cinematográficas, que se habían ido cerrando una tras otra desde la década de los 70.
No obstante, los nuevos cines, que funcionan por lo general en el marco de complejos y que tienen una capacidad bastante inferior a las grandes salas para 2.000 o más espectadores que dominaban en las épocas de esplendor del espectáculo cinematográfico, exhiben a menudo las mismas películas.
En Montevideo, por ejemplo, donde el parque de salas cinemotográficas ha crecido fuertemente desde 1995 tras haberse reducido drásticamente desde fines de los 70, la oferta de filmes no ha variado de manera sustancial.
La gran mayoría de los filmes que se exhiben en las salas comerciales de la capital uruguaya, como en el resto de América Latina, son estadiunidenses, y entre ellos predominan los producidos por las grandes compañías.
Desde mediados de esta década, tanto a Uruguay como a Argentina, Brasil y Chile han llegado delegaciones culturales de países europeos (Francia, Italia y España en particular) con el fin de mejorar la dfistribución de filmes de ese origen en la región.
En Montevideo, Cinemateca Uruguaya abrió en marzo una sala en la que se exihibirán únicamente películas latinoamericanas y europeas.
«Vislumbro un futuro promisorio para el cine latinoamericano, como también para el europeo, y en general para el cine ‘de autor»‘, señaló Solanas.
El cineasta argentino se imagina que en las principales capitales de la región habrá próximamente «grandes complejos de salas en los que se van a exihibir con bombos y platillos buenas películas nuestras, de Europa y de otros continentes para un público multitudinario que ahora sí podrá elegir». (FIN/IPS/dg/cr/99