AMBIENTE: Vuelven a Taiwan desechos tóxicos prohibidos en EEUU

Miles de toneladas de residuos tóxicos de mercurio, que provocaron disturbios cuando fueron descargados en Camboya, fueron prohibidos en Estados Unidos y ahora vuelven a manos de sus productores en Taiwan.

La compañía taiwanesa, Formosa Plastics, provocó el clamor internacional cuando dejó los residuos en Camboya, una acción que causó numerosas muertes, según se denunció.

Cuando el gobierno camboyano exigió el retiro de los bidones tóxicos, la compañía estadounidense de residuos Safety-Kleen fue contratada por Formosa Plastics para trasladar los desechos a una zona desértica de California, próxima a la frontera con México y a una comunidad latina de escasos ingresos.

Sin embargo, Safety-Kleen canceló el contrato esta semana a raíz de las protestas de ambientalistas estadounidenses contra el alto contenido tóxico de los residuos, que violan las normas de la Agencia de Protección Ambiental (APA).

Según la compañía, cerca de 36.000 barriles de la peligrosa sustancia están en camino hacia la planta de Formosa Plastics en Taiwan.

"Esta es una victoria enorme para la salud y la justicia ambiental. Comunidades pobres en California, Camboya o Taiwan no deben ser vaciaderos de basuras mortales", proclamó Bradley Angel, director ejecutivo de Greenaction, un grupo ecologista de California.

El anuncio de Safety-Kleen se produjo poco despues de que recibió una carta de la APA que le exigía que aplazara el embarque a Estados Unidos debido a la inconsistencia de los informes sobre la toxicidad de los detritos de mercurio.

La agencia en un principio había aprobado el embarque al que Safety-Kleen calificó de residuo de mercurio de "bajo nivel", derivado de la producción de clorhidrato polivinilico o PCV.

Pero APA cambió de idea después de que grupos ambientalistas señalaron a la agencia que se había basado en una sola muestra de los residuos proporcionada por la firma.

Los grupos entregaron a la agencia los resultados de un análisis independiente realizado por la APA de Hong Kong, el Instituto Nacional para la Enfermedad de Minimata y otras organizaciones, que documentaron niveles muy altos de residuos de mercurio que excedían las normas federales para su almacenaje.

Los ambientalistas dijeron también que el embarque viola la orden ejecutiva del presidente estadounidense Bill Clinton sobre justicia ambiental, la cual requiere garantías oficiales para que las comunidades pobres y las minorías raciales no sean afectadas en forma desproporcionada por peligros ambientales.

"Formosa Plastics practica una política a escala mundial de injusticia ambiental", expresó Jim Pluckett, director de la Basel Action Network, un grupo ecologista de Seattle.

"La compañía arrojó primero su veneno en comunidades en Taiwan. Después, tras las protestas públicas, trazó un esquema para depositarlas en el país mas pobre del hemisferio", dijo. "Y luego, trató de encastrar a una de las comunidades latinas pobres de California con su legado tóxico".

"Taiwan debe ser obligado a asumir su responsabilidad", acotó Pluckett. "Sólo entonces la compañía tendrá un incentivo para cesar de producir materiales tóxicos".

Sin embargo, el presidente de Formosa Plastics, Lee Chih-tsun, dijo que los controvertidos residuos serón almacenados sólo temporalmente en Taiwan.

"No tenemos ninguna intención de mantener el material aquí (en Taiwan)", afirmó. "Deseamos enviarlo a un país más avanzado, preferiblemente Estados Unidos".

En diciembre último, la compañía arrojó 3.000 toneladas de residuos en un campo vecino a Sihanoukville, en Camboya. Numerosos aldeanos pobres perecieron luego de entrar en contacto con los detritos porque ignoraban que eran tóxicos.

Los aldeanos vaciaron los recipientes de plástico que contenían bloques semejantes al cemento y los usaron para construir sus chozas y hasta sus camas.

"Pensamos que teníamos suerte… Para mí los sacos de plástico eran justo lo que necesitaba para hacer colchones de dormir", dijo un campesino.

Otros decesos fueron asociados al pánico que sembraron los residuos porque hubo cuatro muertos por accidentes de tránsito cuando los residentes escaparon de la ciudad. El gobierno camboyano, en respuesta a la indignación pública, ordenó a Formosa Plastics que quitara los residuos en el plazo de 60 días.

Sen Jiing Lim, un gerente de planta de Formosa Plastics, aseguró que los residuos habían sido procesados mediante técnicas con estricto control de calidad. La compañía dijo que la gente entró en contacto con el material tóxico debido al descuidado manejo de sus recipientes originales.

"Ningún tipo de mercurio puede filtrarse al exterior y afectar a los humanos", afirmó refiriéndose al embarque de los residuos cuando ya habían partido hacia Los Angeles. "La técnica utilizada demostró ser la más confiable en el mundo".

A pesar de esa afirmación, el ministro camboyano del Ambiente, Mok Mareth, declaró que no le importaba hacia donde iba la basura con tal de que saliera del país. "No sé nada del arreglo. Todo lo que quiero es que los residuos sean fletados fuera de Camboya", declaró.

Ninguna comunidad parece querer que los residuos se descarguen en sus cercanías y grupos ambientalistas de todo el mundo vigilan a dónde irá a parar el material.

"Denunciamos esos planes de importar residuos para arrojarlos en comunidades de color con escasos ingresos en Estados unidos o cualquier otra parte. Seguiremos oponiéndonos a ese racismo ambiental", dijo Angel.

"Estamos muy contentos de que ese material finalmente sea removido de suelo camboyano", añadió Lily Hsueh, de la Taiwan Environmental Network, basada en California.

"Los grupos internacionales deben mantenerse vigilantes para asegurar que esos residuos sean almacenados en lugares seguros y no afecten a la gente o contaminen mas terrenos, ya sea en Camboya, Estados Unidos o Taiwan", dijo. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/ego/aq/en/99)

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