AMBIENTE: Ecoetiquetas para los productos del mar

Organizaciones ambientalistas y compañías pesqueras acordaron reglas internacionales para la certificación de los productos del sector que no ponen en riesgo las pesquerías ni la diversidad biológica marina.

El Consejo de Administración Marina de Londres, fundado por el Fondo Mundial para la Naturaleza y la gigante compañía pesquera Unilever, será el encargado de asignar esas "ecoetiquetas".

Esta organización confía en que la entrada en vigor de las primeras normas creará un público consciente deseoso de consumir productos de la pesca sustentable, lo cual alentará a las flotas a detener la sobreexplotación.

"La crisis de las reservas marinas es un problema mundial que requiere una solución mundial", indicó el presidente del Consejo, John Gummer, miembro de la Cámara de los Comunes de Gran Bretaña.

"El Consejo puede complementar las normas existentes para salvar el óceano y los recursos alimentarios de las personas si logra que el comercio esté controlado por las pesca sustentable", explicó Gummer.

El "sello" de certificación del Consejo comenzará a aparecer este año en el pescado empaquetado, en comercios y restaurantes de los países industrializados.

"Lo ideal sería que todas las compañías pesqueras deseen usar el sello del Consejo y adecuar sus prácticas con ese fin. Los consumidores de alimentos del mar solo comprarían, en esa situación ideal, productos de la pesca sustentable", expresó Carl Sabina, director de la Sociedad Nacional Audubon.

El anuncio fue efectuado en una reunión de dos semanas de la Comisión para el Desarrollo Sustentable cuyo objetivo fue hacer el balance anual de la implementación de los acuerdos ambientales firmados en la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 en Río de Janeiro, Brasil.

El océano y la sobrepesca figuran en los primeros lugares de la lista de prioridades de la reunión, que comenzó el lunes.

Al menos 60 por ciento de los sitios de pesca son explotados al máximo o en exceso debido al aumento de la eficacia y a la cantidad de flotas pesqueras que se encuentran en los océanos, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Muchas de las flotas que reciben subsidios en los países industrializados se dirigen hacia los mares del Sur en desarrollo, ya que las reservas pesqueras de los mares septentrionales están agotadas.

Las compañías pesqueras dan trabajo a millones de personas de todo el mundo. Si desaparecieran, muchas familias perderían sus fuentes de ingresos, explicó Gummer.

La FAO estima que cerca de 75 por ciento de la población mundial vivirá en franjas costeras de no más de 80 kilómetros de ancho en el 2010, y que aumentará entonces la dependencia de los alimentos marinos.

Una de las claves del futuro es crear un incentivo comercial que se sume a los esfuerzos gubernamentales e internacionales para reducir los subsidios a las flotas que sobrepescan, indicó Gummer.

Cada vez resulta más evidente que las normas gubernamentales internacionales no alcanzan para lograr la sustentabilidad, a pesar de que millones de personas asociadas a la vinculadas con el sector pesquero sufrirían perjuicios del agotamiento de las reservas.

Por lo tanto, se estableció un procedimiento similar al del Consejo de Administración de Bosques, que certifica los productos de madera. El Consejo de Administración Marina acreditará a firmas independientes para que supervisen la actividad de las empresas pesqueras.

El objetivo es garantizar la subsistencia a largo plazo de las reservas marinas y la buena salud del ecosistema oceánico. Muchos representantes de la industria pesquera adhirieron al programa.

"Estamos muy interesados en la pesca sustentable. Si la fuente de pesca deja de ser sustentable, tampoco será sustentable Legal Seafoods", declaró Roger Berkowitz, presidente ejecutivo de esa compañía de Boston, Estados Unidos, que posee una importante procesadora y un restaurante.

Thomas Boyd, presidente del gigante pesquero británico Boyd Line, sostuvo que "una compañía que realiza pesca en profundidad debe saber si habrá reservas disponibles en el futuro", dijo.

"Espero que esta iniciativa tenga mayor éxito en el largo plazo que las registradas en el pasado", agregó.

Mark Kurlansky, un ex pescador y autor del libro "Cod, a biography of fish that changed the world", dijo que habrá interés en la pesca sustentable sólo si hay mercado.

"Si el pescado obtenido con procedimientos que cuidan el ambiente da más dinero, los pescadores serán ambientalistas", indicó.

Gummer dijo que las normas y el procedimiento de certificaciones siguen desarrollándose a medida que el programa brinda más experiencia práctica.

El Consejo inició estudios de factibilidad en las compañías pesqueras certificadas de Alaska, Australia y Ecuador para evaluar el funcionamiento práctico del procedimiento.

Por ejemplo, las cooperativas de pesca de Islas Galápagos, Ecuador, serán supervisadas por la organización no gubernamental Estación de Investigación Charles Darwin.

Los funcionarios de Ecuador mostraron entusiasmo acerca de las nuevas ecoetiquetas, ya que los buques factoría de los países industriales estaban agotando las reservas de las comunidades pesqueras de la zona.

"La certificación permite crear un mercado regional atractivo para los turistas que vienen a las Islas Galápagos, para apoyar la conservación. Permite crear un régimen que garantice la pesca a largo plazo", observó la ministra de Ambiente de Ecuador, Yolanda Kakabadse. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/ceb/mj/en if dv/99

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