AFRICA: Urgen a gobiernos africanos a dar más poder a OUA

Grupos defensores de los derechos humanos urgieron a los gobiernos de Africa a otorgar más poder a la Organización de Unidad Africana (OUA) para hacer frente a las crisis políticas, sociales y militares.

La organización regional de 53 miembros necesita más facultades para intentar solucionar directamente los conflictos o riesgos que afecten a la gente de Africa, donde más de la mitad de los países están en guerra, señalaron los grupos.

"La OUA ha perdido autoridad, por lo que potencias extranjeras deben intervenir en su lugar", lamentó Bechir Khalfallah, presidente de la Liga de Derechos Humanos en Africa, con sede en Francia.

El genocidio de 1994 en Ruanda y la crisis de la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), que involucró a seis países africanos, podrían haberse evitado si la organización hubiera intervenido a tiempo, opinó.

"Es necesario que la OUA revise su política de no intervención en asuntos internos de sus estados miembros", destacó Khalfallah, quien participó de una conferencia celebrada la semana pasada en Nairobi, a la que asistieron representantes de 15 organizaciones no gubernamentales africanas.

Alioune Tine, de Senegal, señaló que hasta ahora la voz de la OUA no fue escuchada en el tribunal internacional sobre Ruanda, donde hasta un millón de tutsis y hutus moderados fueron masacrados por extremistas hutus en 1994. Esto es una señal de la relegación de la organización, observó.

"Hay una sensación general de que las normas legales que involucran a Africa se deciden sin participación africana", añadió.

La conferencia de tres días realizada en Nairobi formó parte de las preparaciones para una conferencia ministerial de la OUA que examinará las causas profundas de las violaciones a los derechos humanos en Africa, que se producen tanto en conflictos armados como en tiempos de paz.

El encuentro ministerial se celebrará este mes en Mauricio y evaluará la aplicación de la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos, así como otras convenciones internacionales sobre derechos humanos firmadas por gobiernos africanos.

Los participantes de la conferencia de Nairobi destacaron que la impunidad tanto de gobiernos como de grupos revolucionarios está en aumento en casi todos los países en guerra civil, desde la occidental Sierra Leona hasta la RDC, Ruanda, Uganda y Burundi, en la región de los Grandes Lagos.

"Tanto gobiernos como rebeldes son culpables de atrocidades, pero al final de la guerra cada parte obtiene su porción de poder en las negociaciones y ninguna es responsabilizada por los abusos cometidos", lamentó Guillaume Ngefa, de la Asociación para la Prevención de la Tortura, de Ginebra.

Sólo en 1998 hubo alrededor de 3,5 millones de refugiados en Africa, y 80 por ciento de ellos eran mujeres y niños menores de cinco años, estimó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Apenas en Ruanda había 400.000 niños y niñas, muchos de ellos huérfanos.

La organización de derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres, también documentó en 1998 casos de abusos contra mujeres y niños en Argelia, Angola, Burundi, RDC, Ruanda, Senegal, Sierra Leona, Túnez y Zambia.

La mayor parte de los abusos consistieron en ejecuciones arbitrarias y extrajudiciales, toma de rehenes, esclavitud sexual, reclutamiento forzado y lesiones causadas por minas antipersonales.

Los gobiernos de Etiopía y Eritrea, enfrentados en un conflicto fronterizo, también fueron culpados de atrocidades cometidas contra ciudadanos del país enemigo.

"Gente de todas las edades, desde bebés hasta ancianos, e incluso pacientes de hospital son hechos prisioneros en duras condiciones durante varios días antes de hacerlos subir en autobuses y arrojarlos en la frontera", según un informe de Amnistía Internacional.

El activista senegalés Mabassa Fall urgió a la OUA a comenzar a reconocer a los movimientos rebeldes y darles participación en las negociaciones.

"¿Es acertado que la OUA insista en la legitimidad de los gobiernos de Africa cuando ya no tienen control sobre los asuntos de su pueblo?", preguntó.

"Debe haber una forma de hacerles saber a los gobiernos africanos que estar en el poder no es sinónimo de legitimidad", señaló Fall.

Los abusos también ocurren en situaciones de relativa paz. Zimbabwe, Zambia y Kenia están en la lista de gobiernos acusados por grupos de derechos humanos de violar los derechos civiles y políticos de sus ciudadanos mediante torturas, arrestos arbitrarios y otros abusos. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/mlm/ip hd/99

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