AFRICA: Las guerras olvidadas por los medios de comunicación

Las guerras de Africa son de las más brutales del mundo, con expulsiones en masa y limpieza étnica, pero los medios de comunicación internacionales se concentran en los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia.

El silencio de los medios es casi absoluto con respecto al conflicto entre Eritrea y Etiopía, los dos países africanos que a principios de esta década eran uno solo.

Esa guerra provocó la muerte de miles de soldados y la expulsión de 50.000 eritreos de Etiopía.

Este mes, una protesta de partidarios eritreos fuera de la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York recibió poca atención, sobre todo en comparación con las frecuentes manifestaciones a favor y en contra de la intervención de la OTAN en Yugoslavia.

"A nadie le importa que mueran decenas de miles de personas en Africa", opinó Manning Marable, director del Instituto de Investigación en Estudios Africanos Estadounidenses, de la Universidad de Columbia, en Nueva York.

La guerra en el Cuerno de Africa ni siquiera fue mencionada en los medios, mientras el conflicto en República Democrática de Congo (RDC), que involucra al menos a siete países africanos, "está enterrado en las últimas páginas" de los diarios occidentales.

Ese punto quedó confirmado por la cobertura del diario New York Times de las guerras en Africa y en los Balcanes. Mientras el medio de prensa dedicó al menos cinco páginas diarias a la crisis de Kosovo, sin incluir los editoriales, no cubrió los acontecimientos en Eritrea y Etiopía y limitó la información sobre RDC a unas pocas líneas.

Quizá la peor omisión de todas sea la ausencia de información sobre los combates en Angola, donde la ONU y otras fuentes calculan que el mes pasado murieron 10.000 personas en el conficto entre el gobierno y los rebeldes de la Unión por la Independencia Total de Angola (Unita).

La guerra angoleña, una de las más longevas y cruentas del mundo, paradójicamente desapareció de la mayoría de los medios en los últimos dos meses, incluso mientras el conflicto se agravaba y se retiraban las fuerzas de paz de la ONU.

El contraste no es nuevo. Diplomáticos africanos protestaron por la cobertura de los medios a principios de esta década, cuando la atención dada a las guerras en Serbia, Croacia y Bosnia- Herzegovina prácticamente anuló la información sobre los conflictos en Africa.

Funcionarios de la ONU calcularon que ya en 1994 morían 5.000 personas por día en Angola por factores derivados de la guerra, y sin embargo el país recibió poca atención de Occidente.

Incluso el genocidio de Ruanda en 1994 no acaparó la atención como lo hizo el conflicto en Bosnia, según el Informe Tyndall, que analiza la cobertura que los medios estadounidenses brindan a distintos temas, aunque las masacres lograron desviar la atención brevemente hacia Africa.

Las consecuencias del contraste de la atención de los medios puede ser dramática, reconoció el embajador de Bosnia ante la ONU, Muhamed Sacirbey.

"Me pregunto si habríamos tenido el consenso para la acción de la OTAN en Kosovo si no fuera por las imágenes televisadas de las expulsiones en masa de más de medio millón de albaneses kosovares en las últimas semanas", señaló.

"A veces hace falta ver una tragedia para poder reaccionar", argumentó Sacirbey.

El problema es que muchos conflictos africanos se enfrentan a un círculo vicioso en materia de comunicación. Pocos gobiernos occidentales se involucran directamente en las guerras del continente y por tanto, menos medios gastan dinero y tiempo para cubrirlas.

Por consiguiente, hay pocas imágenes sobre el sufrimiento que padecen los africanos que se puedan utilizar para impulsar a los gobernantes occidentales a prestarle mayor atención.

Una consecuencia es que los problemas de Africa son sometidos a una escala distinta que los europeos, y la mayor mortandad africana no provoca tanto interés.

Por ejemplo, antes de que comenzaran el 24 de marzo los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia, la prensa se concentró en las atrocidades perpetradas por las fuerzas yugoslavas en su represión contra el separatista Ejército de Liberación de Kosovo.

Organizaciones de derechos humanos calcularon que la represión provocó entre 500 y 1.000 muertes en los meses anteriores a los ataques de la OTAN.

En contraste, en Sudáfrica se calculó que 758 personas murieron bajo custodia policial en 1998, una cifra comparable a las muertes provocadas por la represión yugoslava en Kosovo.

Pero para algunos analistas, la distinta escala que los medios aplican a las guerras europeas y africanas revela la disparidad existente en el valor que se percibe tienen las vidas blancas y negras, y en la falta de interés en la gente negra, en general. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq/cr-ip/99

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