Venezuela ratificó su disposición a colaborar con el proceso de paz de Colombia, tras el asesinato de tres activistas estadounidenses en su territorio, un hecho que el gobierno local considera una provocación de origen incierto.
El director de la Policía Técnica Judicial, Carlos Fermín, confirmó este lunes en el Palacio Presidencial de Miraflores, que los tres misioneros fueron asesinados donde se hallaron sus cadáveres, en la ribera venezolana del fronterizo río Arauca, a unos 30 metros de la orilla.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que el triple crimen no va a debilitar el apoyo del país a la pacificación colombiana y llamó a "que ponga cada quien (en Colombia) su buena voluntad para buscar los caminos de la paz".
El asesinato el viernes de los tres estadounidenses coincidió con el anuncio en Caracas de que el jueves se producirá la primera reunión formal entre Chávez y el presidente colombiano, Andrés Pastrana, también en una población fronteriza venezolana.
El papel facilitador que Venezuela ejerce en los diálogos de paz del gobierno colombiano con los dos grupos guerrilleros que se mantienen en armas en ese país, son un tema primordial de ese primer encuentro bilateral desde que Chávez asumió la presidencia el 2 de febrero.
El ministro de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel, afirmó que "es evidente que hay un acto de provocación frente a Estados Unidos y frente a Venezuela", por parte de los asesinos de los tres ciudadanos que colaboraban con los indígenas u'wa.
Fermín aseguró que las hipotesis sobre la autoria de hecho se mantienen abiertas, después que las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los grupos paramilitares colombianos negaron haber perpetrado el triple crimen.
Este lunes, los restos de los tres activistas fueron entregados a las autoridades estadounidenses, para su traslado a su país desde Caracas, donde llegaron este fin de semana desde la fronteriza población de La Victoria, para ser embalsamados.
Fermín dijo que las investigaciones se realizan en coordinación con la policía colombiana, porque los análisis realizados hacen concluir que los asesinos "cruzaron la frontera nuevamente, una ver perpetrado el hecho".
Puntualizó que también "entregamos toda la información que teníamos para confirmar la identificación de los cadáveres" al equipo de la policía federal de Estados Unidos, conocida por su sigla FBI, que llegó para el traslado de los restos.
Inicialmente el FBI pretendía participar activamente en las pesquisas, pero el ministro del Interior, Luis Miquilena, dejo en claro el sábado que los delitos cometidos dentro del país sólo son investigados por los organismos de seguridad locales.
Fermín aseguró que quedó "absolutamente confirmado" que los activistas fueron trasladados vivos a territorio venezolano y asesinados donde se hallaron sus cuerpos.
En el lugar se encontraron casquillos de bala y proyectiles, explicó el funcionario policial, mientras que un lugareño que habita en la inhóspita zona oyó varios disparos, lo que le hizo dirigirse al lugar donde provenían y encontro los cadáveres.
El ministro Rangel calificó como "sumamente extraño y que mueve a sospechas" el que se haya decidido asesinar a los tres activistas dentro de Venezuela, justamente cuando este país está ejerciendo un papel de apoyo al proceso de paz.
Especialistas colombianos han subrayado que el triple crimen responde a "halcones" que buscan debilitar aún más el ya frágil proceso de paz abierto por Pastrana desde que llegó al poder en agosto.
En ese grupo de "halcones" los especialistas inscriben a los paramilitares, facciones disidentes de las FARC descontentas con que se busque una salida política al conflicto, sectores del ejército que rechazan pactar con la guerrilla, y estamentos del propio Estados Unidos, que buscan internacionalizar el conflicto.
Rangel comentó que las "características salvajes" del crimen, en que las dos mujeres y el hombre muertos recibieron varios disparos en el rostro y aparecieron maniatados y con las cabezas cubiertas, llevó en Colombia a señalar a los paramilitares como los autores, por ceñirse a su forma de actuar.
En una entrevista con IPS, el canciller afirmó la semana pasada que una de las razones por las que el gobierno de Chávez apoya los esfuerzos de paz de Pastrana, es porque existen intereses que buscan internacionalizar el conflicto de Colombia.
Entre quienes buscan una internacionalización de la virtual guerra civil colombiana, Rangel mencionó destacadamente a estrategas de Estados Unidos, muy preocupados por el hecho de que el retiro de sus tropas de Panamá, a fines de año, "debilita su control" de lo que consideran una zona caliente.
Sean quienes sean los autores, el canciller venezolano aseguró que "no estamos dispuestos a tolerar incursiones extrañas de militares, paramilitares, policías, delincuentes y guerrilleros en territorio nacional".
"Vamos a responder con todo el peso de la ley y de las instituciones del país", añadió Rangel, al retierar lo dicho por el gobierno en un comunicado el sábado. (Fin/IPS/eg/ip la/99