VENEZUELA: Irene Sáez a las puertas de reparador triunfo

Tres meses después de fracasar en su intento de ser la primera mujer presidenta de Venezuela, Irene Sáez se encuentra a las puertas de una reparadora victoria, cuando este domingo se elija al gobernador de la turística isla de Margarita, en el mar Caribe.

Sáez, conocida internacionalmente por haber sido Miss Universo, "debe ganar con más de 60 por ciento de los votos, a menos que ocurra un cataclismo", dijo a IPS Manuel Narváez, alcalde de La Asunción, capital insular.

La firma encuestadora regional Walter Brunetti informó este viernes que las tendencias favorables a la alcaldesa se mantienen incólumes.

Para ser candidata a gobernar el estado de Nueva Esparta (Margarita y otras dos pequeñas islas, Coche y Cubagua), Sáez protagonizó un drástico giro político, convirtiéndose en abanderada de los seguidores del presidente Hugo Chávez, al que enfrentó durante la campaña presidencial de 1998.

Además Sáez completa un intrincado periplo vital y político, pues en su carrera ha ido desde posiciones propias de la llamada "antipolítica" hasta respaldo de partidos de todo signo, y no sólo ha buscado distintos cargos sino que lo ha hecho sobre muy diferentes espacios geográficos.

El azar ha jugado su parte: cuando parecía que tras el revés electoral de 1998 debería hibernar antes de que el proceso político venezolano abriese nuevos espacios, el 11 de enero murió súbitamente el gobernador reelecto de Nueva Esparta, Rafael Tovar, y se convocaron nuevas elecciones.

Sáez, que legalmente no podía ya reelegirse en el rico municipio caraqueño de Chacao, donde fue alcaldesa durante dos trienios, se presentó a la competición en Margarita, el principal destino turístico de la clase media venezolana que durante años la mantuvo en la cima de la popularidad.

Nueva Esparta mide 1.100 kilómetros cuadrados y tiene unos 350.000 habitantes. Originalmente islas de pescadores, devino en destino turístico por sus playas y comercios con régimen de zona franca. En esos servicios, la mayoría de los margariteños se emplea en labores de muy modesta remuneración.

Fue a lo largo del siglo una importante cantera de líderes políticos y sindicales que hicieron carrera en tierra firme. Los partidos tradicionales conservaron una fuerte implantación en cada poblado de las islas, y sus dirigentes ganaban los cargos de elección popular sin mayores sorpresas.

"Esa situación se ha revertido. También Margarita registra un quiebre del liderazgo tradicional, como el resto del país, y se orienta con entusiasmo hacia Irene porque representa el relevo generacional", opinó Narváez, cuyo grupo regional Brea se sumó al apoyo de la candidata.

Gente como Ana Martínez, que vende comida a transeúntes, cree que Sáez con sus relaciones y experiencia "puede hacer buenos servicios de salud", y Ernesto Salazar, mesero de un restaurante, aspira a que "haga algo por el transporte público", una de las mayores carencias de la isla.

Los empresarios de hotelería y comercio, inclinados hacia la opción Sáez, la ven como una embajadora de la actividad económica. La candidata ya negoció con la organización del magnate estadounidense Donald Trump realizar en la isla un certamen de Miss Universo.

Los otros aspirantes son Gregorio Boadas, del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD) y ocho pequeños grupos locales, y Rafael Martínez, apoyado por una organización regional llamada Proyecto Guayacán.

Frente a ellos, Sáez cuenta con el apoyo de 34 organizaciones. Como la boleta electoral en Venezuela está llena de rectángulos con colores de los partidos y fotografías de los candidatos, el rostro de Sáez prácticamente llena la multicolor papeleta de 44 casillas.

Apoyan a Sáez desde el Movimiento Quinta República (MVR), que Chávez creó con ex militares golpistas y políticos de izquierda, hasta el grupo Factor Democrático, crítico del "militarismo" chavista, y desde el conservador partido evangélico ORA hasta el de extrema izquierda Bandera Roja.

Este último y otros grupos intentaron esta semana, ya tarde, desvincular su nombre del de la candidata. Copei, eje de la coalición de Tovar, y de la de Sáez hasta que la abandonó faltando pocos días para la elección nacional, no presenta candidato. Tampoco el Partido Comunista.

Sáez, de 37 años, fue Miss Universo en 1981, tras lo cual trabajó como relacionista de un banco, hizo estudios de Ciencias Políticas y en 1992 compitió exitosamente por la alcaldía de Chacao, un nuevo municipio de clase media y alta.

Esa alcaldía sirvió como vitrina política a Sáez, y su exitosa administración le ganó popularidad como presidenciable a medida que se acercaba 1998 y la población culpaba de la mayor parte de los males colectivos del país a la corrupción y a la política tradicional.

Fueron los tiempos gloriosos en los que Sáez encarnó en Venezuela la "antipolítica" exitosa (como Antanas Mockus en Colombia, Abdalá Bucaram en Ecuador y aún Ramón "Palito" Ortega en Argentina), y parecía en constante ascenso la audiencia para su prédica de un cambio "rosa", sin traumas.

Todas las encuestas de 1996 y 1997 sobre intenciones de voto presidencial colocaron a Sáez en primer lugar, con frecuencia reuniendo más votos que sus principales rivales juntos, pero al despuntar 1998, con la combinación de su fuerte campaña y el desplome de la economía, fue superada por Chávez.

Apoyada por su partido con el acrónimo IRENE, Factor Democrático y luego Copei, Sáez intentó liderar un "polo democrático" frente al que Chávez, con la mayor parte de la izquierda, erigió como "polo patriótico".

En medio del enfrentamiento contra Chávez por Sáez-Copei y por AD con su candidato Luis Alfaro, avanzó el empresario Henrique Salas y su recién creado partido Proyecto Venezuela. Después de las elecciones regionales de noviembre, sólo quedaron dos candidatos con opción, Chávez y Salas.

AD y Copei abandonaron a sus candidatos y se sumaron a Salas, pero el triunfo de Chávez resultó inevitable, con 56 por ciento de los votos frente a 40 por ciento se Salas, tres por ciento de Sáez y algo más de uno por ciento para Alfaro en el comicio presidencial del 6 de diciembre.

Para Sáez, que en la recta final de la campaña sacó una garra descnocida y se peleó con Copei, mantuvo sus críticas a AD y sostuvo vistosos choques con Salas, el magro resultado le dejó sin otra posibilidad que acercarse al chavismo, y durante un mes menudearon los rumores sobre el cargo que le confiaría Chávez.

La súbita muerte de Tovar cambió el panorama para la alcaldesa, que en el marco de las nuevas corrientes dominantes superó incluso el "tecnicismo" de ser habitante de Caracas y no del estado que se propone gobernar.

La esposa del nuevo presidente, Marisabel de Chávez, fue quien propuso su nombre para la gobernación de Margarita. El MVR, que individualmente sólo tiene una de las 23 gobernaciones regionales, optó por Sáez como una carta segura para reivindicar una segunda.

Esa condición itinerante de Sáez, sobre geografías e ideologías partidistas, llevó a una de sus más duros críticos, la columnista Marta Colomina, a deplorar "el imperio del marketing, que puede vender una candidata-mercancía donde sea y para lo que sea".

"Es como un comodín", resumió Colomina, "un auténtico pret-a- porter". (FIN/IPS/jz/eg/ip la/99

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