El comandante saliente de las operaciones del Grupo de Supervisión de la Comunidad de Estados de Africa Occidental (ECOMOG) afirmó que Burkina Faso, Liberia y Libia son "Estados criminales" que tratan de desestabilizar Sierra Leona.
"El problema de Sierra Leona no son Foday Sankoh (el líder político de los rebeldes) o Sam Bockarie (el comandante militar de sus operaciones), sino más bien Libia, Burkina Faso y Liberia", sostuvo el general nigeriano Timothy Shelpidi en su discurso de despedida, pronunciado en Freetown.
El ECOMOG envió a Sierra Leona más de 10.000 soldados, la mayoría provenientes de Nigeria, para apoyar al gobierno del presidente Ahmed Tejan Kabbah, asediado por los insurgentes del Frente Unido Revolucionario (RUF).
Shelpidi acusó a los gobernantes de Burkina Faso, Liberia y Libia (Blaise Campaore, Charles Taylor y Muamar Gadaffi, respectivamente) de apoyar en forma "encubierta" a los rebeldes.
El comandante saliente calificó a los tres gobernantes como "rebeldes elegidos democráticamente", cuyo propósito es "desestabilizar a toda la subregión",y aseguró que el conflicto de Sierra Leona no terminará mientras los tres sigan en el poder.
Los aludidos rechazaron la acusación y negaron que estén involucrados en el conflicto.
Los rebeldes del RUF lucharon contra sucesivos gobiernos de Sierra Leona desde 1991, y sus aliados del actualmente desmantelado Ejército de Sierra Leona (SLA) invadieron Freetown en enero y destrozaron las propiedades de los habitantes.
Murieron 3.000 personas y 2.000 niños fueron mutilados durante el mes que duró la ocupación parcial de Freetown. El daño causado a las propiedades fue calculado en millones de dólares.
Esa invasión de enero dio lugar a la acusación de Shelpidi, ya que algunos de los insurgentes capturados por el ECOMOG provenían de Burkina Faso y Liberia, y confesaron haber sido entrenados en Burkina Faso y Libia.
El ex comandante pidió que se tomaran medidas urgentes contra los tres "Estados criminales", y enfatizó que "la comunidad internacional tiene mucho que hacer al respecto, en lugar de imponer sanciones que sólo son discursos políticos".
El Estado Mayor del ECOMOG propuso hace poco que se reforzara el embargo de armas impuesto por la ONU contra Liberia, acusada de ser el lugar de entrenamiento de los rebeldes y la vía de introducción de municiones de contrabando en Sierra Leona.
Libia y Liberia se ofrecieron como mediadoras en el conflicto de Sierra Leona, alegando que sus gobiernos tienen cierta influencia sobre el líder del RUF.
Gadaffi invitó el mes pasado a Kabbah y Sankoh a encontrarse cara a cara en Trípoli, pero las autoridades de Sierra Leona dieron largas al asunto, entre otras cosas por las pruebas recientes de que Libia apoya en secreto a los rebeldes.
"Libia y Liberia están muy involucradas en la carnicería que llevan a cabo los rebeldes aquí, por lo que su intervención en las negociaciones de paz podría ser poco honesta. Tenemos muchas pruebas de las implicancias de estos países delincuentes", señaló un funcionario del gobierno en Freetown.
Dos barcos llenos de mercenarios y municiones con destino a Freetown se hundieron hace poco en aguas territoriales de Sierra Leona. Se supone que venían de Liberia.
Antes de retirarse de Sierra Leona, Shelpidi visitó zonas de la capital que fueron devastadas por la guerra. "La destrucción de vidas y propiedades es inimaginable. Esta lamentable situación, que aún se presenta en algunas partes del país, debe terminar", declaró.
El sucesor de Shelpidi será el general Felix Mujakperou, también de Nigeria.
El conflicto de Sierra Leona estalló en 1991. En él han muerto más de 15.000 personas y un cuarto de la población de cinco millones de habitantes sufrió desplazamientos forzosos, según los voluntarios que trabajan en ese país. (FIN/IPS/tra- en/lf/mn/ceb/mp/ip/99
