RUSIA: Yeltsin intenta recuperar su autoridad

El presidente de Rusia, Boris Yeltsin, dejó el hospital el jueves, tras dos semanas de tratamiento para curarse una úlcera estomacal, en un intento por restaurar su autoridad amenazada por dificultades políticas y económicas.

El último revés político de Yeltsin se produjo 24 horas antes, cuando el Consejo de la Federación (cámara alta del parlamento), votó por abrumadora mayoría mantener en su cargo al fiscal general Yuri Skuratov, quien había presentado renuncia bajo presión del presidente.

La votación de 142 a favor y seis en contra deleitó a los opositores del debilitado presidente, en especial a los comunistas y al alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov.

La avalancha de votos que respaldó a Skuratov, a pesar de que fuentes anónimas distribuyeron videos que supuestamente documentaban su infidelidad conyugal, significó un fuerte apoyo al combate contra la corrupción en las altas jerarquías rusas que desarrolla el fiscal general.

También estuvo claramente vinculado con la investigación de Skuratov acerca de maniobras ilícitas en el Banco Central, dijo a IPS Alexander Surikov, presidente de la Comisión Bancaria del Consejo de la Federación.

El legislador agregó que el puesto de fiscal general "es muy peligroso" en Rusia en estos tiempos.

Skuratov había alegado que sufría problemas cardíacos cuando ofreció su renuncia a Yeltsin a comienzos de febrero, pero el día 17 de este mes dijo a los legisladores que estaba listo para continuar su labor y les pidió su apoyo, afirmando que era víctima de un chantaje.

La respuesta fue un comunicado conjunto de Yeltsin y del primer ministro Yevgeny Primakov, en el cual expresaron que "la degradación moral y las maniobras políticas" eran incompatibles con el cargo de fiscal general.

El comunicado no dio detalles sobre la presunta "degradación moral" de Skuratov, pero el canal oficial de television RTR aclaró rápidamente el enigma al difundir un video en blanco y negro, que supuestamente data de 1997, donde alguien parecido a Skuratov aparece en la cama con dos muchachas desnudas.

En 1997 el ex ministro ruso de Justicia, Valentin Kovalyov, fue destituido a raíz de un escándalo similar, cuando canales de televisión rusos e internacionales divulgaron un video poco claro que lo mostraba junto a mujeres desnudas en una sauna frecuentada por el grupo criminal Solntsevo.

Paradójicamente, Kovalyov fue sorpresivamente arrestado en febrero por malversación de fondos, según órdenes de Skuratov.

La campaña extorsiva contra Skuratov se inició cuando comenzó a investigar cuentas bancarias ilegales en Suiza y Alemania, pertenecientes a jerarcas del Kremlin, dijo Nikolai Ryzhak, subjefe de gabinete y de seguridad del Consejo de la Federación.

El mes pasado, Skuratov, de 47 años, formuló denuncias de corrupción, pero luego presentó abruptamente su renuncia alegando problemas cardíacos, y Yeltsin, desde su lecho de enfermo, la aceptó.

Skuratov había procesado a varios funcionarios del banco. Entre ellos estaba el ex presidente Sergei Dubinin, uno de los principales técnicos de economía, quien tuvo un papel fundamental en la devaluación del rublo, el incumplimiento del pago de la deuda interna y la declaración de una moratoria de tres meses del pago de la deuda externa de los bancos, en agosto de 1998.

Skuratov reveló que el Banco Central, en lugar de administrar las reservas en divisas extranjeras, colocó 50.000 millones de dólares en una oscura compañía extraterritorial de administración de activos llamada FIMACO.

El banco aún no se defendió de la acusación. Además, todo el sistema de billetes y bonos del tesoro, conocido como GKOs y OFZs, congelado en agosto de 1998, fue ideado por los llamados "reformistas" para saquear las arcas estatales, dijo Surikov.

Unos pocos privilegiados, incluso los propios funcionarios del banco, se beneficiaron con los GKOs y OFZs destinados a transacciones internas, y ahora el país se enfrenta al incumplimiento del pago de la deuda externa, apuntó.

Fuentes políticas afirmaron que Skuratov se acercó demasiado al influyente magnate Boris Berezovsky y sus negocios. En febrero, las oficinas de Berezovsky, el mayor transportista y el séptimo productor de petróleo de este país, fueron allanadas por la policía, como parte de una continua ofensiva gubernamental.

Organismos estatales de seguridad también indicaron que investigan cargos de malversación de fondos en la empresa aérea Aeroflot, también controlada por Berezovsky.

La policía también allanó la sede de la compañía petrolera Sibneft, controlada por Berezovsky, y fiscales federales informaron que encontraron pruebas que vinculan a la empresa con una firma de seguridad acusada de espiar a Yeltsin y su familia.

Al tratar de desembarazarse de Skuratov, el propio Yeltsin cayó bajo el fuego opositor. Los comunistas exigieron que Yeltsin retire el dinero de sus cuentas personales en bancos extranjeros y lo deposite en instituciones rusas, como un ejemplo para los responsables de la fuga de capitales.

El voto anti-Yeltsin del miércoles ocurrió el mismo día que la Federación aprobó una tregua política entre el presidente, el gobierno y el Parlamento, y pidió una mayor estabilidad política en el país antes de las elecciones parlamentarias de diciembre.

Sin embargo, el hecho que la cámara alta del parlamento, habitualmente leal al Kremlin, defendiera a Skuratov para proclamar su naciente oposición a Yeltsin resulta un signo ominoso de una crisis política que va de mal en peor.

"En los últimos ocho años el país no estuvo nunca fuera de la crisis política", señaló Surikov, pero ahora la cuestión es "si Rusia seguirá siendo un estado criminalizado o si el gobierno comenzará a luchar contra la corrupción endémica". (FIN/IPS/tra-en/sb/mk/ego/aq/ip/99)

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