Ochocientos soldados del ejército de la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) perseguidos por fuerzas rebeldes entraron en Zambia, sólo una semana después de que las autoridades de Lusaka repatriaran a otros 748 efectivos congoleños.
"El gobierno de Zambia desarmó y separó de la población local a los 800 soldados", que arribaron a Kaputa, un centro urbano cercano a la frontera con la RDC, informó Olusaiye Bajulaiye, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Bajulaiye dijo que los soldados serán destinados esta semana a campamentos de refugiados, después de ser sometidos a investigación.
El gobierno de Zambia, con apoyo de Gran Bretaña, envió de regreso la semana última a la RDC a 748 integrantes del ejército congoleño, que formaban parte de un grupo de 756 llegado 15 días antes al país huyendo de los insurgentes.
La repatriación se realizó a pedido de los propios interesados, que no se sentían a salvo en Kaputa, una localidad remota distante 1.218 kilómetros de Lusaka y en la que ya se cuentan 15.000 refugiados congoleños. Fueron enviados a un sitio seguro en la RDC, de acuerdo con la información oficial.
Brian Vaughan, también del ACNUR, puntualizó que ocho soldados se rehusaron a regresar a la RDC, pues no deseaban ser reincorporados a filas.
Esos ex combatientes "renunciaron a la guerra y están entonces bajo el mandato de la Organización de las Naciones Unidas. Pero los otros 748 ya no están protegidos por el ACNUR, sino bajo la autoridad del gobierno de la RDC", explicó Vaughan.
Uno de los ex combatientes que permanecieron en Zambia dijo que él y sus siete compañeros "están hartos de la guerra" y optaron entonces por pedir refugio en este país.
También acusó al comandante de su grupo de "vender a los rebeldes armas e información sobre movimientos de las tropas gubernamentales".
"Por eso debimos huir, pues los insurgentes tenían mejores armas que nosotros y sabían donde hallarnos", agregó. Según aseguró, los jefes militares siempre ordenan la retirada ante ataques de los rebeldes.
Sus denuncias fueron apoyadas por algunos civiles congoleños refugiados en Kaputa. "Esta guerra es diferente" a la que el actual presidente Laurent Kabila comandó entre 1996 y 1997 para derrocar al dictador Mobutu Sese Seko, afirmó un refugiados.
"Nosotros apoyamos entonces a Kabila, porque Mobutu", depuesto el 2 de mayo de 1997, "había saqueado el país. Pero ahora, no sabemos de qué se trata. No hacemos más que huir", comentó.
Zambia alberga a 167.000 refugiados, la mayoría procedentes de Angola y de la RDC, de acuerdo con la oficina del ACNUR en Lusaka.
La persistencia de los combates en esos dos países hace suponer que no finalizará el arribo de refugiados a Zambia, de 10 millones de habitantes, advirtieron los analistas.
La población de Kaputa teme que la presencia de soldados congoleños se convierta en una amenaza para su seguridad, si el gobierno no destina tropas a las fronteras con Angola y la RDC.
La rebelión en la RDC estalló el 2 de agosto, luego de que el gobierno de Kabila odenara el retiro del país de los efectivos e instructores militares ruandeses que lo habían ayudado a derrocar a Mobutu.
Tropas de Zambabwe, Angola, Chad y Namibia luchan junto al ejército de Kabila, mientras que los insurgentes, que controlan la mitad del territorio de la RDC, el tercer país de Africa por su área, tienen el apoyo de Ruanda y Uganda. (FIN/IPS/tra- en/am/mn/ff/ip pr/99