Expertos en planificación demográfica exigieron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que decida si un fármaco utilizado por primera vez como agente de esterilización por un médico chileno es seguro como método de planificación familiar para los países pobres.
El pedido, también hecho ante la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA), se realizó en el marco de un encuentro de población que se desarrolla hasta este jueves en la sede de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en Nueva York.
El Instituto de Población, de Washington, sostuvo que si el hidrocloruro de quinacrina resulta seguro y eficaz, podría ser uno de los esterilizadores femeninos más baratos del mercado, ya que cuesta sólo 15 centavos de dólar.
"Nuestro planeta tendrá 6.000 millones de habitantes a fin de año, y 97 por ciento de ese crecimiento ocurre en el mundo en desarrollo. La necesidad de encontrar anticonceptivos económicos, seguros y eficaces es evidente", explicó Werner Fornos, presidente del Instituto.
Fornos dijo a la directora de la OMS, Gro Harlem Brundtland, y a la comisionada de la FDA, Jane Henney, que el éxito de los estudios clínicos del medicamento tendrá un efecto significativo en los servicios de planificación familiar de los países en desarrollo.
La OMS y la FDA expresaron sus reservas sobre la seguridad del fármaco, y el Instituto pidió formalmente a ambas instituciones que "resuelvan de una vez por todas" sus dudas con respecto al agente esterilizador.
En caso de que el hidrocloruro de quinacrina fuera confiable, "tendríamos un método de esterilización barato y no quirúrgico, ya que no se necesita sala de operaciones, ni anestesia, ni equipos costosos, y además representa una solución definitiva y no requiere un largo entrenamiento", explicó Fornos.
"Pero si se demuestra científicamente que la quinacrina es peligrosa, ineficaz o ambas cosas, tenemos la responsabilidad y la obligación de impedir su uso", agregó.
La quinacrina se utilizaba contra la malaria en la década del 30, y se administró por vía oral a millones de soldados y marineros estadounidenses que lucharon en el sur del Pacífico durante la segunda guerra mundial.
El investigador chileno Jaime Zipper usó por primera vez la quinacrina para practicar esterilizaciones a comienzos de la década del 70, y asegura haberlo aplicado en 4.000 mujeres, sin efectos secundarios nocivos. El fármaco también se utilizó en 1.800 mujeres vietnamitas.
El método para esterilizar mujeres con hidrocloruro de quinacrina consiste en insertar gránulos del químico en el útero, cerca de las trompas de falopio.
La sustancia se disuelve y quema el revestimiento de las trompas, que quedan bloqueadas debido a la cicatrización del tejido, y así se evitan embarazos, según el Instituto.
La proporción de fracasos de la sustancia química se calculó entre cinco y diez por ciento.
Fornos sostuvo que si las pruebas demuestran la seguridad y eficacia de la sustancia, ésta "podría usarse para estabilizar la población mundial, salvar al planeta de daños ambientales irreparables e impedir que millones de personas sufran de hambre, desnutrición, enfermedades y mortalidad infantil y materna".
Jack Lippes, profesor de ginecología y obstetricia de la Universidad Estatal de Nueva York, afirmó que más de tres millones de soldados de Estados Unidos tomaron quinacrina para prevenir la malaria y otras enfermedades parasitarias.
"Tomaron 100 miligramos diarios durante años. Se hizo un seguimiento durante más de 50 años, desde el fin de la segunda guerra mundial, pero ninguna cepa de cáncer fue atribuida a la quinacrina", alegó Lippes.
Se calcula que 100 millones de personas tomaron quinacrina y sin embargo no se informó sobre efectos secundarios negativos, aseguró. El medicamento se utiliza hasta ahora contra varias enfermedades, incluso el lupus y la artritis reumática, y no se reportaron daños secundarios.
Lippes dijo que "un estudio estadounidense bien diseñado y cuidadosamente administrado contestaría todas las preguntas de los que dudan".
Los métodos anticonceptivos y las tasas de fertilidad son algunos de los puntos que se discuten en el encuentro de Nueva York.
El encuentro fue organizado para revisar los éxitos y fracasos en la aplicación del Plan de Acción adoptado en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, realizada en El Cairo en 1994.
Robin Chandler Duke, de Acción International de Población, declaró a la prensa la semana pasada que cerca de 60 por ciento de las parejas fértiles del mundo tienen acceso hoy a servicios de planificación familiar y a métodos anticonceptivos.
En los comienzos del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP), hace 30 años, sólo 10 por ciento de las parejas fértiles podían acceder a esos servicios.
Es esencial eliminar los más de 500.000 embarazos evitables que se producen cada año, y brindar educación y oportunidades de trabajo interesantes para las mujeres jóvenes y adultas, aseguró Duke.
En un documento divulgado la semana pasada, la ONU informó que aumentó el uso de métodos anticonceptivos en todo el mundo.
El uso promedio de anticonceptivos se estima en 70 por ciento en los países ricos, y en cerca de 55 por ciento en los países más pobres. Entre 1998 y 1999, el uso aumentó de 27 a 39 por ciento en Kenia, de 32 a 49 por ciento en Bangladesh, y de 36 a 46 por ciento en Filipinas.
"Sin embargo, a pesar del crecimiento sostenido del uso de los anticonceptivos, aún queda un buen número de parejas que elude el control eficaz de la fertilidad", dice el documento.
En muchos países, hay una brecha profunda entre la expresión del deseo de evitar o retrasar un nacimiento y el uso de un método anticonceptivo para concretar ese objetivo, y aún son muchas las parejas que no tienen acceso a todos los métodos modernos de anticoncepción, según el estudio de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/td/ceb/aq/pr/99
