El anuncio de la candidatura del exilado ex presidente de Perú Alan García para las elecciones del año 2000 comenzó a favorecer las aspiraciones reeleccionistas del actual mandatario, Alberto Fujimori, quien subió cinco puntos en las encuestas.
La estrategia de Fujimori para ser reelegido en los comicios del 2000 incluye facilitar el retorno a la arena política de García, del socialdemócrata Partido Aprista, y promover el mayor número de candidaturas para dispersar los votos opositores, según los analistas.
La popularidad de Fujimori aumentó de 31,5 a 36,8 por ciento, en tanto que la desaprobación bajó ocho puntos para situarse en 54 por ciento, indica una encuesta realizada a fines de febrero por la empresa Analistas y Consultores.
El inicio de una tendencia de recuperación de su popularidad, que hasta hace dos años superaba el 62 por ciento, lleva a los analistas a predecir sus próximos movimientos para mejorar sus perspectivas electorales y salvar las trabas constitucionales para una nueva reelección.
Sin embargo, Fujimori aún está lejos del 51 por ciento necesario para imponerse en la primera ronda, y perdería en la segunda con casi todos sus adversarios importantes, salvo que su competidor fuera García, según la encuesta.
De acuerdo con la Constitución vigente, que su partido impuso en la Asamblea Constituyente de 1993, Fujimori no puede postularse en el 2000 para una segunda reelección consecutiva.
Pero en base a una Ley Interpretativa, que la oposición impugna, la mayoría "fujimorista" en el Congreso sostiene que todavía puede hacerlo, "pues las elecciones de 1995 son las primeras en las que participó con la nueva Constitución".
El analista Francisco Loayza, sostuvo que "las expectativas anticonstitucionales de Fujimori de hacerse reelegir en el 2000, requieren la máxima dispersión posible de sus contrincantes y de algunas previas reformas de la legislación electoral".
Loayza, ex miembro del Servicio de Inteligencia nacional y Asesor de Fujimori en la campaña electoral de 1990, es ahora parte del equipo del candidato presidencial opositor Alberto Borea, quien pretende que los adversarios de Fujimori se agrupen en una sola candidatura mediante elecciones primarias.
"Fujimori no ha proclamado su intención de postularse para una ilegal segunda reelección consecutiva, pero proporciona todos los indicios posibles para que se piense que sigue detrás de esa idea, y mantiene en el candelero político el tema de su rerelección", comentó el sociólogo Manuel Benza.
"Probablemente Fujimori promoverá la reducción del mínimo de votos para ganar en la primera ronda, estableciendo tal vez un 40 por ciento, reforma legal que podrma imponer si consigue 80 votos en el Congreso", añadió.
Fujimori tiene actualmente 67 votos fijos en el Congreso de 120 escaños, y se estima que podría negociar con algunos parlamentarios que se encuentran sin grupo político por las crisis de los partidos o los que consideren que no cuentan con mucho futuro electoral en sus organizaciones actuales.
La casi disolución de la Unión Por el Perú, el bloque opositor más numeroso en el Congreso, que respaldó la candidatura presidencial del ex secretario general de las Naciones Unidas Javier Perez de Cuellar en 1995, ha dejado en el aire a varios parlamentarios.
La reglamentación electoral eliminó del registro de partidos a las fuerzas políticas que obtuvieron menos del cinco por ciento de los votos en las elecciones de 1995.
Esto dejó fuera de carrera, salvo que consigan 520.000 firmas de adherentes, a fuerzas tradicionales como el partido Acción Popular, que gobernó dos veces, al Partido Aprista, que ganó las elecciones de 1985 llevando a García a la Presidencia, al Partido Popular Cristiano y a Izquierda Unida.
Las 520.000 firmas necesarias para inscribirse en el registro de partidos constituyen un obstáculo muy grande e impulsa a los opositores a unirse, lo que favorece la idea de consolidar una sola candidatura contra Fujimori.
Dentro de su esquema de favorecer la dispersión de los opositores, algunos dirigentes oficialistas en el Congreso están anunciando que tal vez se baje el número de firmas necesarias para ser inscrito en el registro de partidos a unos 200.000. (FIN/IPS/al/ag/ip/99
