El ajedrez político paraguayo está registrando movidas claves que podrían dar lugar a un jaque mate al carismático general Lino Oviedo o bien reforzar sus planes de acceder al poder en el menor plazo posible.
El martes próximo la Cámara de Diputados intentará acusar por mayoría de dos tercios al presidente Raúl Cubas Grau por mal desempeño en sus funciones y obstrucción a la justicia.
De aprobarse esa moción, el Senado podría iniciarle juicio político.
Cubas responde al general Oviedo, mientras sus adversarios se encuentran tanto al interior del gobernante Partido Colorado como en la oposición.
Entre ellos el principal es el vicepresidente Luis Argaña, quien por mandato constitucional debe asumir la primera magistratura de manera inmediata en caso de destitución del presidente.
Las piezas de Oviedo y Argaña están registrando espectaculares movidas en los últimos días.
Las del bando del general, cuyo arresto decidió la Suprema Corte de Justicia y Cubas se niega a acatar, intentan cerrar las brechas por donde podrían escurrirse los votos que darían los anhelados dos tercios de los votos de los parlamentarios a sus adversarios.
Las del vicepresidente buscan a su vez ganar las voluntades necesarias para someter a juicio político a Cubas.
Una movida importante planteada por la coalición parlamentaria "antiCubas" no pudo ser contrarrestada por los "peones" de Oviedo.
Los diputados redujeron en un voto (de 54 a 53 sobre un total de 80) la mayoría de dos tercios necesaria para enjuiciar al presidente.
Los diputados oviedistas llegaron hasta utilizar un cortaplumas para cortar los cables del audio de la Cámara en su desesperación por impedir la aprobación del proyecto.
La enbajada de Estados Unidos en Paraguay nuevamente no está dispuesta a ser mera espectadora del desarrollo del match.
La embajadora Maura Harty utilizó un inofensivo "seminario político" para afirmar que su país apoya firmemente el proceso democrático en Paraguay.
En abril de 1996, fue una decidida intervención de la embajada del país norteamericano, entonces a cargo de Robert Service, que obró de factor disuasivo para los planes golpistas del general Oviedo.
En caso de que el Congreso lograra destituir al "caballo" de Oviedo, el presidente Cubas, podría haber una respuesta violenta de los partidarios del general.
Así lo advirtió a IPS el diputado opositor Liís Alberto Mauro.
"Es posible que Cubas acate el fallo. Quienes nunca lo acatarán serán los oviedistas, porque eso significaría la muerte política de su líder", señaló.
En caso de que no prospere el juicio político al presidente, Oviedo "dispondrá de cinco años (el mandato de Cubas) para ir armando su modelo autoritario y antidemocrático", dijo.
Mauro piensa de que si la violencia ganara las calles, los políticos paraguayos no hesitarían en dar la bienvenida a fuerzas de ocupación estadounidenses, como lo hicieron dirigentes panameños cuando Washington invadió su país en diciembre de 1989 para destituir al general Manuel Noriega.
Para el activista humanitario Martín Almada, la posibilidad de hechos violentos como colofón a la crisis política también es muy real.
"El panorama es sombrío", advirtió, agregando que "si se sigue prolongando una salida negociada a la crisis se podría llegar a un enfrentamiento armado con derramamiento de sangre". (FIN/IPS/ct/dg/ip/99
