PARAGUAY: La suerte está echada, dice Cubas

El presidente paraguayo Raúl Cubas afirmó hoy que el alegato de sus defensores no cambiará el resultado del juicio político que reanudó el Senado, y volvió a asegurar que abandonará el gobierno si los legisladores así lo deciden.

El Senado comenzó este sábado la segunda sesión del juicio político que podría finalizar con la destitución de Cubas, acusado por la Cámara de Diputados de violar la independencia de los poderes Judicial y Legislativo y de mala administración.

Cubas declaró a la cadena internacional CNN que "la suerte está echada" y que los argumentos de la defensa no modificarán la decisión que ya habrían tomado los senadores.

Los senadores se reunieron en medio de fuertes medidas de seguridad de las Fuerzas Armadas en torno del edificio del Congreso, debido a amenazas de atentado contra algunos parlamentarios y para evitar disturbios como los que causaron cuatro muertos el viernes de noche y en la madrugada de este sábado.

El presidente presentó a la Corte Suprema de Justicia un recurso contra la resolución de juicio político aprobada el miércoles por la Cámara de Diputados, un día después del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña.

Los abogados de Cubas impugnaron en el recurso la votación de la cámara baja, señalando, entre otros argumentos, que manifestantes y escoltas de parlamentarios impidieron el ingreso a sala de dos diputados favorables al gobierno. La moción de juicio político triunfó por sólo un voto.

El debate sobre la propuesta de juicio político, que originalmente estaba fijado para el 7 de abril, fue adelantado para el miércoles último como consecuencia del asesinato de Argaña.

El vicepresidente era uno de los principales adversarios de Cubas y del general retirado Lino Oviedo, considerado por la oposición el poder detrás de la presidencia.

El presidente aseguró a la CNN que, pese al recurso presentado, abandonará el Poder Ejecutivo si el Senado así lo dispone, aunque opositores y comentaristas políticos se preguntan si cumplirá su promesa.

El Senado fue convocado para esuchar los descargos del presidente, que están contenidos en unas 200 páginas redactadas por los abogados de Cubas, Mario Elizeche Baudo y Luis Canillas.

Elizeche Baudo sostuvo que el proceso de destitución del presidente "está totalmente viciado de nulidad", por violación de las garantías procesales de su cliente.

Mientras, el constitucionalista Eusebio Ayala puntualizó a la CNN que no hay reglamento interno en las cámaras legislativas sobre el juicio político y que, entonces, el proceso se rige solamente por la letra de la Constitución.

Por lo tanto, "no se podría hablar de ninguna violación" del procedimiento, dijo Ayala.

Los senadores entraron escoltados por guardias en el recinto del Congreso y los espacios correspondientes a las puertas fueron cubiertos con inmensas banderas paraguayas desplegadas a modo de cortina.

Así mismo, las ventanas del edificio fueron polarizadas por temor a francotiradores que podrían estar apostados en edificios cercanos.

Momentos antes de comenzar la sesión arreciaron las denuncias de tentativa de compra del voto de los senadores favorables a la destitución de Cubas, y la suma que se manejaba era de un millón de dólares que se pagarían de lograrse el sobreseimiento del presidente.

Cubas triunfó en las elecciones de mayo de 1998 con 54 por ciento de los votos emitidos y juró la presidencia tres meses después, el 15 de agosto.

Pero el 18 del mismo mes desencadenó una crisis al conmutar por decreto la pena de diez años de cárcel impuesta a su aliado político Oviedo por un tribunal militar extraordinario.

Otro tribunal militar convalidó el decreto presidencial, que había reducido a tres meses de arresto la sanción a Oviedo, quien fue puesto en libertad.

Pero en diciembre, la Corte Suprema de Justicia anuló el decreto y ordenó el regreso a la cárcel de Oviedo, que había sido condenado por una tentativa de golpe de Estado en abril de 1996.

El juicio político fue promovido por Argaña, que llegó a la vicepresidencia cuando Oviedo fue inhabilitado para participar en las elecciones de 1998 y habría alcanzado la presidencia en caso de que el Senado destituyera a Cubas.

El asesinato de Argaña pone en primer lugar en la línea de sucesión presidencial al presidente del Senado, Luis González Macchi, quien el viernes se pronunció por la formación de un gobierno de unidad nacional.

Los colorados 'argañistas' y la oposición acusaron a Cubas y Oviedo de responsabilidad moral en el crimen, y también culparon al presidente de la matanza en la Plaza del Congreso.

La destitución de Cubas, que exige el voto favorable de 30 de los 45 miembros del Senado, es exigida por un amplio arco político que comprende a la oposición y un sector del gobernante Partido Colorado enemistado con el presidente y Oviedo.

También la piden las centrales sindicales y la Federación Nacional de Campesinos, que organizó una marcha sobre Asunción en procura de asistencia del gobierno.

Los 10.000 campesinos llegados a la capital engrosaron las filas de los manifestantes que miércoles comenzaron a concentrarse ante el Congreso para exigir el relevo de Cubas.

Las manifestaciones finalizaron el viernes de noche en tragedia, cuando francotiradores apostados en edificios vecinos abrieron fuego sobre la multitud reunida en la Plaza del Congreso. A los cuatro muertos se agregan unos cien heridos, según la información oficial. (FIN/IPS/ct/ff/ip/99

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