El Congreso y todos los partidos políticos de Paraguay acusaron hoy al presidente Raúl Cubas y al líder de éste, el general retirado Lino Oviedo, de responsabilidad moral en el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña.
Los líderes de bancada de las dos cámaras legislativas instaron a la población "a la movilización pacífica" contra "este régimen autoritario que comenzó a tener sus primeras víctimas", y el Congreso se declaró en "sesión permanente".
También resolvieron denunciar ante la Organización de Estados Americanos y el Mercado Común del Sur "un plan terrorista" para imponer sobre la democracia por "un poder dictatorial". La declaración fue difundida en momentos en que se reunía en pleno el cuerpo diplomático acreditado ante el gobierno paraguayo.
"El fanatismo primó sobre la razón", declaró Domingo Laíno, del opositor Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), mientras que el saliente presidente del Encuentro Nacional, Carlos Filizzola, denunció "la vuelta del terrorismo de Estado", atribuyendo responsabilidad a Cubas.
Argaña, que fue asesinado este martes en Asunción junto con su chófer y un escolta, será sepultado el miércoles a las 16:00 hora local (20 GMT) con honores de jefe de Estado.
Desde agosto promovía el juicio político a Cubas, a quien acusó de violar la Constitución por negarse a acatar la decisión de la justicia de llevar nuevamente a prisión a Oviedo para que complete su condena a 10 años por un intento de golpe de Estado en 1996.
Luego de un primer velatorio en su residencia, el cadáver será llevado en la mañana del miércoles a la sede del gobernante Partido Colorado, del que Argaña fue presidente en los últimos tres años, para ser conducido en la tarde al cementerio.
Los familiares del vicepresidente rechazaron el ofrecimiento del gobierno de realizar el velatorio en el Palacio de los López (sede del gobierno) y los partidarios de Argaña expulsaron a golpes al edecán militar de Cubas, que concurrió al local del Partido Colorado a presentar su pésame.
La juventud del PLRA aseguró en un comunicado que Oviedo, enemistado con Argaña, retomó su proyecto de hacer "correr ríos de sangre", exigió "la renuncia del inútil presidente de la República".
Argaña fue hijo de canciller y a su vez se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores de 1989 a 1990.
Pero más importante aún fue su actuación como presidente de la Corte Suprema de Justicia durante la última década de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) y como abanderado de la oposición colorada a los gobiernos del mismo partido en esta década.
El Poder Ejecutivo dispuso por decreto 15 días de duelo nacional, un periodo en que la bandera nacional será izada a media asta, y tres días de asueto en las oficinas públicas.
Las fronteras fueron bloqueadas para impedir la salida del país de los desconocidos asesinos, y la medida causó el congestionamiento del tránsito en las carreteras de Brasil y Paraguay que conducen al limítrofe Puente de la Amistad.
El asesinato de Argaña coronó una serie de atentados no aclarados con armas de guerra contra dirigentes y legisladores, tanto de los partidos opositores como de la corriente colorada adversa a Oviedo, como el ex presidente Juan Carlos Wasmosy (1993- 1998).
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) convocó a una concentración y a una huelga por tiempo indeterminado, que comenzará a la hora cero del miércoles y no se suspenderá "hasta que renuncie el presidente", a quien los sindicalistas culpan del asesinato.
Por su parte, el Servicio de Paz y Justicia, vinculado a la Iglesia Católica, instó a la población "a la cordura", para evitar "la militarización del país". También pidió la renuncia de Cubas o que el Congreso proceda a su destitución por medio del juicio político.
La embajada de Estados Unidos urgió "a todos los paraguayos a dejar el recurso de la violencia" , y exigió la identificación "de todos los responsables" del crimen.
El último magnicidio en Paraguay se había perpetrado el 12 de abril de 1877, y la víctima fue el presidente Juan Bautista Gil (1874-1877).
Así mismo, el ex dictador nicaragünse Anastasio Somoza, exiliado en Paraguay luego de su derrocamiento en 1979, fue muerto el 17 de setiembre de 1980 en Asunción, supuestamente por guerrilleros argentinos. (FIN/IPS/cm/ff/ip/99