El presidente electo de Nigeria, el general Olusegun Obasanjo, esbozó los lineamientos generales de su política, que incluye mitigar la pobreza y devolver la dignidad a este país africano.
"Los nigerianos soportaron las frustraciones y los problemas del pasado. El pueblo quiere que yo le devuelva la dignidad al país", declaró en conferencia de prensa Obasanjo, quien asumirá sus funciones en mayo.
"Quieren que revitalice las insituciones políticas y que aporte nuevo vigor a la economía. Quieren que alivie la pobreza en que están sumidos, y que disminuya la corrupción", expresó en Abuja.
Obasanjo, que cumple 62 años este viernes, obtuvo 18.7 millones de votos, mientras que su opositor, Olu Falae, obtuvo 11.1 millones en las elecciones presidenciales celebradas el 27 de febrero, informó el Comité Electoral Nacional Independiente.
El líder electo, quien gobernó al país entre 1976 y 1979, fue el único militar que entregó el poder voluntariamente a un gobierno civil en 1979.
Sostuvo que le había entregado al gobierno elegido en 1979 "una nación con un cometido, con una constitución sobre la cual trabajar, una economía saneada, la convicción de que un gobierno puede hacer honor a sus compromisos, un poder judicial independiente y valiente, y una nación que inspiraba el respeto internacional".
"La mayoría de estos legados ya no existen más. Deseo que el país vuelva a gozar de esos legados…bajo un gobierno democrático", dijo Obasanjo.
Una vez que asuma, el antiguo dirigente militar afirma que formará un organismo para luchar contra la corrupción y develar el enriquecimiento ilícito de algunos nigerianos y sus socios en el extranjero.
"Necesitamos un organismo contra la corrupción que posea competencias para rastrear, buscar y recuperar personas tanto dentro como fuera del país", expresó.
Pero muchos dudan que Obasanjo pueda eliminar la cultura de corrupción de este vasto país de Africa occidental de 107 millones de personas.
"Nadie en la historia ha sido encarcelado por corrupción en este país", manifestó un profesor de administración pública, que solicitó permanecer en el anonimato.
Agregó que, a pesar de que los sucesivos gobiernos habían alabado los intentos de eliminar la corrupción, "todos sabemos que la forma más rápida de hacerse rico es mediante un cargo en el gobierno".
Observadores consideran que Obasanjo ya fue acosado por "una serie de oportunistas, amigos de último momento y asesores" que lo siguieron durante su campaña relámpago para acceder a la presidencia.
Varios de ellos esperan acceder a un puesto en el gobierno o que se les adjudique algún tipo de contrato.
Una de las principales fuentes de inquietud de Obasanjo será la forma de reunir fondos para los proyectos de desarrollo, a menos que el gobierno del general Abdulsalaam Abubakar acelere el proceso de privatización de las empresas estatales.
Tanto la Autoridad Nacional de Energía Eléctrica como la empresa de telecomunicaciones del país, que serán privatizadas próximamente, proporcionan servicios erráticos pese a que el estado les inyecta 2.200 millones de dólares al año.
"El costo financiero que ello implica es claramente imposible de sostener y resulta injustificable en tiempos de recursos financieros escasos", opinó Abukabar cuando recibió un informe sobre el estado de las privatizaciones esta semana.
"Para que Nigeria crezca es necesario que estas empresas sean capaces de proporcionar servicios en forma confiable, eficiente y con precios al alcance del bolsillo del pueblo", expresó Abubakar, quien prometió abandonar el gobierno el 29 de mayo, luego de entregarle el poder al primer presidente civil en 15 años.
Los economistas afirman que la privatización puede ser un agente catalizador para la estabilidad del gobierno de Obasanjo, quien heredará un ejército de más de siete millones de desempleados, la mayoría de ellos profesionales universitarios.
"Soy consciente del nivel inaceptable de desempleo entre los jóvenes, los profesionales y a todo nivel", reconoció Obasanjo, tras lo cual prometió "crear nuevas avenidas para la generación de puestos de trabajo".
La tasa de desempleo crece pese al hecho de que Nigeria es el décimo mayor productor de petróleo del mundo, y produce dos millones de barriles por día. La mayor parte del crudo se vende al mercado internacional.
El petróleo es el sector más importante de la economía, y proporciona más de 90 por ciento del total de las exportaciones.
Desde el año pasado se vienen produciendo sabotajes en los oleoductos, lo que provocó pérdidas en torno a 34 millones de dólares.
Sectores como el cacao y los cacahuetes también se encuentran en ruinas, con industrias que debieron ser clausuradas o que funcionan por debajo de 30 por ciento de su capacidad. (FIN/IPS/tra-en/ro/mn/mvf/ip/99