NEPAL: Epidemia mortal de gripe entre comunidades indigentes

Más de 600 personas de comunidades indigentes murieron en un mes a causa de una epidemia de gripe en la región montañosa del noroeste de Nepal, que las autoridades no logran controlar.

Los funcionarios de Salud Pública de Katmandú admitieron que mueren varias personas por día. Sin embargo, el gobierno no está capacitado para responder con la urgencia necesaria para detener la propagación del virus.

Las localidades más afectadas son Jumla, Kalikot y Dolpa, donde los diarios informan que la suma de enfermedad y miseria causa estragos.

Los expertos señalaron que si las personas contaran con suficientes recursos podrían viajar a las ciudades cercanas para recibir el tratamiento adecuado. Pero son tan pobres que dependen del gobierno, y éste demostró no estar a la altura de la emergencia.

Al principio las autoridades no reconocieron que hubiera una epidemia. Luego de numerosos informes en la prensa y de un viaje por la región del ministro de Salud Pública, Pradin Nepal, se ordenó el envío de medicamentos y médicos a los pueblos afectados, pero ya era muy tarde.

El doctor Dipak Sigdel, del pequeño hospital de Jumla, informó en una entrevista telefónica que hay pueblos enteros víctimas de la epidemia. "Los medicamentos no durarán más de una semana", agregó.

"Esto muestra una vez más que la gente pobre es la más afectada por las carencias del sistema de salud pública", observó el doctor Mrigendra Raj Panday, que dirige la Sociedad Médica Mrigendra-Samjhana de Katmandú.

"Cientos de personas murieron desde que empezó la epidemia, y todo lo que el gobierno puede hacer es enviar a uno o dos médicos a combatir la enfermedad. Debería hacer algo más", añadió.

Nepal tiene una población de 21 millones de habitantes y es uno de los países más pobres del mundo. El ingreso anual por persona es de tan sólo 200 dólares. Pero incluso según los criterios de esta nación sumida en la pobreza, la miseria de los pueblos devastados por la gripe es impresionante.

La capital, sin embargo, dispone de varios hospitales privados muy bien equipados para las personas que pueden pagar costosos servicios de salud. Casi la mitad de los 1.200 médicos del país tienen su residencia en Kathmandú.

Jumla y Kalikot no parecen haber sido alcanzadas por los planes de desarrollo de las autoridades. No existe una ruta de acceso a Jumla, que sólo cuenta con un pequeño hospital y un teléfono para sus 40.000 habitantes, acostumbrados a caminar toda una semana para llegar a Surkhet, el pueblo más cercano.

El doctor Panday, director de la Sociedad Médica de Jumla, declaró que la pobreza del lugar es aterradora. La sociedad se estableció hace 12 años y se ocupa de curar muchas enfermedades cuya propagación se ve favorecida por las condiciones de miseria.

Por la alta incidencia del tabaquismo entre hombres y mujeres, y la práctica de quemar leña para cocinar dentro de casas húmedas y sin ventilación, los pulmones de los habitantes están muy dañados, y "cuando se presenta una epidemia, se convierte rápidamente en un desastre", explicó el médico.

Las últimas cifras indican que murieron 315 personas de gripe sólo en Kalikot, según el administrador del distrito, Yadav Prasad Dhungana. En Jumla, el total de muertos ascendió a 351, y 27 personas murieron en Dolpa. También se informó sobre muertes en Mugu y en Humla.

El doctor Mahendra Bahadur Bista, director del Centro de Control de Epidemias y Enfermedades de Katmandú, dijo que aún no ha sido posible establecer de qué cepa es el virus causante de las muertes.

El gobierno y funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hicieron extracciones de sangre a los infectados por el virus y enviaron las muestras a laboratorios de análisis en Bangkok.

"Los resultados podrían demorar aún cuatro semanas, y sólo cuando dispongamos de ellos podremos identificar la cepa del virus que causó esta epidemia", explicó L. Shreshta, un funcionario de la OMS.

Los críticos dijeron que el gobierno no aprendió la lección luego de una emergencia similar ocurrida el año pasado en la localidad cercana de Humla, donde murieron 376 personas entre abril y junio de 1998 a causa de diarreas, desnutrición e infecciones respiratorias, según un informe oficial.

"El Ministerio de Salud Pública no aprendió nada acerca de cómo responder a una crisis", dijo un funcionario de una agencia internacional de salud que no quiso ser identificado.

El doctor Panday fue más categórico. "El año pasado fue Humla, este año es Jumla. Sólo Dios sabe dónde será la próxima crisis, pero es evidente que el gobierno no está preparado para enfrentarla", afirmó. (FIN/IPS/tra-en/sp/an/ceb/mp/he ip/99

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