El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, espera que los organismos regionales aumenten su participación en las tareas de mantenimiento de la paz en el mundo.
La ONU tiene serios problemas financieros, pero además asumió demasiadas tareas, señaló Annan en la convención nacional de la Asociación ONU de Estados Unidos, refiriéndose a las dificultades que enfrenta el foro mundial para mantener el despliegue de sus fuerzas de paz.
Annan agregó que la Carta de la ONU prevé que los organismos regionales ayuden a solucionar conflictos, al menos cuando se producen en territorio de sus Estados miembros o en regiones cercanas. "Por lo tanto, no me parece mal que intervengan", afirmó.
El artículo 52 de la Carta, según recordó el secretario general, "alienta" al Consejo de Seguridad de la ONU a solucionar las disputas locales "mediante arreglos o agencias regionales, ya sea por iniciativa de los Estados involucrados o a pedido del propio Consejo".
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mantiene unos 30.000 efectivos en Bosnia y se propone enviar fuerzas de paz a Kosovo.
La Comunidad de Estados Independientes (CEI), que agrupa a ex integrantes de la Unión Soviética, desplegó a su vez unos 15.000 soldados en algunos puntos conflictivos de las ex repúblicas soviéticas.
El Grupo de Supervisión de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (ECOMOG) envió una fuerza multinacional de cerca de 15.000 integrantes para apoyar al gobierno en la guerra civil que se desarrolla en Sierra Leona.
Según la tesis de Annan, la Organización de los Estados Americanos sería la más indicada para resolver un conflicto en América Latina, y si hay problemas en Asia sudoriental, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático debería ocuparse de pacificar la región.
Algunos observadores políticos señalaron, sin embargo, que quizá la mayoría de los organismos regionales no estén preparados política o militarmente para enfrentar tales desafíos.
"Debemos ser cuidadosos porque, con la excepción de la OTAN, los organismos regionales no están en condiciones de desplegar efectivos con la rapidez y en la cantidad necesarias para que la intervención sea eficaz", admitió Annan.
El secretario general advirtió a los organismos regionales que, si bien se espera que intervengan en las actividades de mantenimiento de la paz, no deben involucrarse en situaciones que superen su capacidad.
"A menudo los organismos regionales o subregionales que intervienen en conflictos se ven inmersos en dificultades financieras o logísticas, y entonces vienen a pedir ayuda a la ONU, y en otros casos los gobiernos que se propusieron mantener la paz terminan involucrándose en los conflictos", agregó.
Annan pidió el mes pasado que los Estados miembros de la ONU a brindaran fondos, apoyo logístico y equipamiento militar al ECOMOG, que ya recibió ayuda de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Holanda.
"Los organismos regionales deberían ser los primeros en recibir el llamado a prevenir y solucionar pacíficamente las disputas que se dan dentro de su territorio de influencia", indicó un estudio realizado por la ONU en 1996.
Ese documento agregó que 16 organismos regionales cooperaban o habían mostrado interés en cooperar con la ONU en el mantenimiento de la paz y actividades relacionadas con esa tarea.
La propuesta de Annan coincidió con un mal momento para las actividades pacificadoras de la ONU, dada la renuencia de los 15 miembros del Consejo de Seguridad a financiar operaciones costosas.
"Las fuerzas de paz de la ONU tienen ahora pocos efectivos, pero seguirán existiendo", aseguró Annan la semana pasada.
La ONU llevó a cabo 42 operaciones de mantenimiento de paz desde su fundación en 1945. En 1988 obtuvo el Premio Nobel de la Paz por esas actividades.
Las fuerzas de paz llegaron a contar con 80.000 efectivos, repartidos en 17 misiones. La semana pasada, los pacificadores de la ONU disminuyeron a 14.000, el número más bajo que se haya registrado en muchos años.
Los soldados provinieron de 75 países que ofrecieron efectivos en forma voluntaria. El costo de las operaciones de mantenimiento de paz llegó a ser de 3.500 millones de dólares en 1994: casi el triple del presupuesto básico anual de la ONU, que asciende a 1.200 millones de dólares.
Más de 1.400 integrantes de las fuerzas de paz murieron en cumplimiento del deber. La semana pasada, la ONU anunció que se propone construir el primer monumento a sus muertos.
En una ocasión Annan rechazó la oferta de un grupo de mercenarios para participar en la restauración de la ley y el orden en un país africano. "Es posible que el mundo no esté preparado para privatizar la paz", comentó. (FIN/IPS/tra- en/td/mk/ceb/mp/ip/99