La detención de un teniente coronel que lideró un grupo de protesta en el ejército de México marcó el fin de un movimiento que no tuvo vertiente ni base, señaló hoy el procurador militar Rafael Macedo.
El teniente coronel Hidelgardo Bacilio, un médico ginecólogo de 43 años, fue detenido este miércoles tras permanecer prófugo durante tres meses y haber sido calificado por el presidente Ernesto Zedillo de "bufón".
Según Macedo, el rebelde podría pasar más de 40 años en la cárcel por delitos de sedición, insurbordinación, injurias y difamación, entre otros, que serán valorados por un Consejo de Guerra.
Bacilio, quien encabezó en diciembre una marcha de 50 uniformados por calles de la capital en la que denunció presuntas injusticias en las cortes militares, cuestionó la calidad moral del secretario de Defensa y criticó al gobierno.
"Mexicanos, nuestra resistencia y tolerancia han llegado al límite, ya no tenemos obligación de aguantar tantas injusticias y miseria. Nuestras autoridades quieren mantenernos de rodillas, espantados y engañados en nombre de la democracia", indicaba la inédita proclama de los manifestantes.
De los militares inconformes, la mayoría de los cuales enfrentaba al momento de la marcha procesos judiciales en cortes marciales, sólo dos no han podido ser detenidos, indicó el procurador.
En los últimos meses, el líder del grupo rebelde "Comando Patriótico de Concientización del Pueblo" dio entrevistas para hablar contra el "neoliberalismo" y declarar su admiración por el guerrillero argentino-cubano Ernesto "Che" Guevara y el líder de la guerrilla zapatista, el subcomandante Marcos.
Además, afirmó que en las Fuerzas Armadas se cometen injusticias, violan derechos humanos y hay corrupción. También expresó que el gobierno es responsable de la represión contra indígenas del estado de Chiapas y de la pobreza que reina en el país.
Las palabras de Bacilio deberían ser tomadas en cuenta para realizar investigaciones y revisar la justicia militar, donde se viene escuchando denuncias de irregularidades desde hace mucho tiempo, expresaron portavoces de grupos humanitarios y partidos de oposición.
Para los jefes militares, todas las denuncias del teniente coronel rebelde son falsas y no tienen sustento.
Sin embargo, informes de grupos humanitarios independientes, del relator especial de la Organización de las Naciones Unidas para casos de tortura y del Departamento de Estado de Estados Unidos indican que en las Fuerzas Armadas de México sí hay corrupción y se violan los derechos humanos.
Los protagonistas de las protestas al interior del ejército deberán ser castigados con todo el rigor, declaró el procurador militar.
El teniente coronel Bacilio fue llevado tras su detención a una cárcel militar del estado de Sinaloa, ubicado al noroeste del país. Según el procurador, es inconveniente que el rebelde esté cerca de la capital, lugar donde cometió sus ilícitos.
El grupo humanitario Agustín Pro Juárez y miembros del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática informaron que seguirán de cerca el proceso contra Bacilio para evitar que se violen sus derechos.
Para Raúl Benítez, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, la protesta de Bacilio y los demás militares demostró que la tradicional reserva de los uniformados perdió vigencia.
"Lo relacionado con los militares siempre ha sido un tabú guardado con celo. En los últimos tiempos, sin embargo, muchos descontentos con la disciplina y los sistemas de justicia castrense han comenzado a hacer públicas sus demandas", expresó.
El tradicional silencio de las Fuerzas Armadas mexicanas, las únicas en América Latina que no han realizado golpes de Estado, terminó en enero de 1994, cuando irrumpió a la escena nacional la guerrilla zapatista en Chiapas.
A las acusaciones por violaciones a los derechos humanos contra os indígenas del estado sureño se sumaron los últimos años acusaciones por delitos de narcotráfico contra varios militares de alto rango, entre ellos contra quien se desempeñó como la máxima autoridad antidrogas del país. (FIN/IPS/dc/dg/ip/99)
