JORDANIA: Medios de comunicación sufren censura

La asociación de prensa de Jordania pretende mejorar el nivel de sus periodistas para hacer frente a una ley que el gobierno adoptó con el fin de censurar la labor de los medios de comunicación.

La ley aprobada en 1998 contiene una larga lista de los temas que no deben ser mencionados por la prensa, entre los que se encuentra toda información concerniente al rey y su familia, así como cualquier asunto que amenace la seguridad nacional o que pueda desestabilizar la moneda, el dinar.

El artículo 50 de la ley dispone la suspensión inmediata de los periódicos que infrinjan la disposición. Pero cuando se adoptó, todas las partes involucradas acordaron que era demasiado estricta.

En virtud de ello, la prensa y el gobierno recurrieron a "un pacto de caballeros" implícito, que aseguraba que los artículos más estrictos y controvertidos de la ley, como el numeral 50, no serían aplicados.

No obstante, la disposición se aplicó cuando el periódico Al Majd informó que el príncipe Hassan le entregó una pistola a su hermano, el rey Hussein, y le dijo que le disparara si realmente pensaba que era un traidor, como lo indicaba en la carta que anunció a Abdullah, hijo de Hussein, como el nuevo monarca.

El abogado del diario finalmente logró poner fin a la suspensión, pero la publicación todavía tiene pendiente una multa, cuyo valor oscila entre 7.000 y 14.000 dólares.

"Nadie estaba presente para informar cuáles fueron las palabras que se intercambiaron durante esta supuesta reunión, no hubo ninguna declaración oficial al respecto, y el diario Al Majd cita fuentes no identificadas, todo lo cual es bastante dudoso", expresaron con indignación parlamentarios oficialistas.

Aunque todos coinciden en rechazar la censura, los legisladores señalaron el caso Al Majd como una prueba de que los periodistas necesitan mejorar en el ejercicio de su profesión.

"Es cierto que el periodismo se convirtió en uno de esos empleos a los que recurre la gente que carece de opciones reales. Pero una ley tan dura no va a mejorar el nivel", afirmó Mohammed el-Shareef, director de la asociación de prensa de Jordania.

La ley intimidó a los medios a tal punto que en las semanas previas a la muerte del rey Hussein, ocurrida en febrero, la prensa fue muy criticada por la tímida cobertura periodística de los acontecimientos políticos que perfilarían el futuro del reinado hachemita.

El miedo a las represalias hizo que los periódicos virtualmente ignoraran los cambios ocurridos en la monarquía, desde el momento en que fue destronado el príncipe Hassan, hasta la muerte de Hussein.

"Era una situación ridícula, todos escuchábamos o veíamos la CNN o la BBC y sabíamos lo que estaba sucediendo en Jordania, excepto la radio, la televisión y los diarios del país", dijo un ciudadano jordano.

Sin embargo, El-Shareef explicó que los medios de comunicación habían recibido órdenes estrictas de "cumplir los anuncios oficiales".

"Como periodistas y ciudadanos jordanos no podíamos hacernos a la idea de que nuestro rey se moría y no queríamos escribir sobre eso, ya que era una forma de convertirlo en realidad", agregó.

Cuando el rey Hussein comenzó la democratización de Jordania en 1989, el número de periódicos y semanarios del país creció de cuatro a unos 20. Sin embargo, la calidad no mejoró.

Cualquier persona que tuviera un título y contara con unos 5.000 dólares podía convertirse en el propietario y editor responsable de un diario.

En virtud de la ley aprobada el año pasado, ahora se necesitan ocho años de experiencia profesional, cinco de ellos transcurridos en Jordania, para tener un periódico en propiedad. Así mismo, el capital requerido para iniciarse en la actividad aumentó a 350.000 dólares.

"La cantidad de lectores sigue siendo la misma, pero el número de periódicos continuó aumentando y, para mantener las ventas, varias de las nuevas publicaciones atraen a los adeptos mediante coloridos titulares y algunas veces hasta con información falsa", reconoció El-Shareef.

Entre los temas favoritos de los diarios figuran las críticas al tratado de paz entre Jordania e Israel y a los países vecinos, ante la desazón del gobierno y su rey.

Pero como hasta hace poco la prensa era considerada el brazo de relaciones públicas de la monarquía, quizás todavía quede un largo camino por recorrer antes de que los encargados de formar a las nuevas generaciones de periodistas asimilen las reglas del juego, afirman analistas políticos.

En la actualidad, el único programa de periodismo a nivel académico se imparte en la Universidad de Yarmouk, al norte del país y a varias horas de la capital.

"La calidad de la enseñanza de los programas de periodismo es muy pobre", afirmó Ghalia Alul, de 28 años y ex estudiante de la universidad, quien ahora se desempeña como periodista de economía y empresas en el Jordan Times.

"En Yarmouk no aprendí más que lo básico y, creo que nada se compara con el aprendizaje en la práctica. Mis estudios me enseñaron muy poco en realidad", agregó Alul.

La formación profesional es prácticamente inexistente, pero una serie de reporteros jordanos participaron recientemente en talleres organizados por grupos de periodistas occidentales.

"En los últimos meses, incrementamos nuestros contactos con las organizaciones internacionales de periodismo y esperamos construir un centro de capacitación dentro de dos años", informó El-Sherif, director de la asociación de prensa.

Mientras tanto, los periodistas esperan que vuelva a implementarse el "pacto de caballeros" de 1998.

Iyad Qattan, director del departamento de prensa, declinó expresar su punto de vista respecto de la ley en cuestión.

"No les voy a dar mi opinión sobre la ley, estoy aquí simplemente para hacerla cumplir", afirmó. Luego explicó que 98 por ciento de la prensa jordana y extranjera llega al mercado de este país.

No se realiza ningún control diario sobre todas las publicaciones y en general se presentan problemas cuando llegan quejas al departamento sobre un artículo. De los 26 reclamos presentados hasta el momento, El Majd fue el primero en haber sido remitido a un tribunal judicial, explicó.

Sobre el escritorio de Qattan se puede apreciar una representación de los tres monos sabios, uno con los ojos tapados, otro con los oídos cubiertos y el tercero con las manos sobre su boca. Y quizás ello ilustre las vacilaciones personales del director del departamento de prensa respecto de la ley. (FIN/IPS/tra-en/kg/mk/mvf/aq/cr/99

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