IRAQ: Más denuncias de espionaje de EEUU desprestigian a la ONU

La credibilidad de la comisión de la ONU que verifica la eliminación de las armas de destrucción masiva de Iraq recibió otro golpe luego de que la prensa de Estados Unidos denunció una vez más que agentes de inteligencia estadounidenses se infiltraron en los equipos de inspección.

El secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan, se negó a protestar formalmente por las supuestas actividades de espionaje de la comisión (Unscom), o incluso a especular sobre el destino de la misma.

Pero Annan instó al Consejo de Seguridad a que "aprenda las lecciones adecuadas" del caso de la Unscom, y dejó pocas dudas de que una de esas lecciones concierne al daño que el espionaje estadounidense hizo a la misión.

"No hay dudas que estas acusaciones dificultarán futuras gestiones de desarme si los gobiernos creen que este tipo de cosa puede ocurrir", argumentó Annan.

Annan negó todo conocimiento directo sobre las actividades de espionaje estadounidenses, y señaló que un informe del diario Washington Post del martes sugirió que los dos presidentes de la Unscom, Richard Butler y su antecesor Rolf Ekeus, tampoco estaban enterados.

El diario sostuvo que organismos de inteligencia estadounidenses instalaron en 1996 equipos de escucha de alta tecnología en Iraq que interceptaron las comunicaciones militares iraquíes.

Los equipos, según las fuentes del Washington Post, obtuvieron información que Washington no compartió con la Unscom, y que con frecuencia no correspondían a la labor de los inspectores.

Fuentes de la ONU no confirmaron ni negaron las acusaciones de espionaje. Sin embargo, desde enero, varios altos funcionarios del foro mundial revelaron a la prensa detalles sobre el alcance del espionaje estadounidense en la Unscom.

Esos informes, ahora reforzados por las nuevas acusaciones de espionaje desconocido por la ONU, menoscabaron en gran medida la credibilidad de la Unscom.

Los partidarios de Bagdad en el Consejo de Seguridad, sobre todo Francia y Rusia, ya pretendían modificar radicalmente la labor de la Unscom y levantar el embargo impuesto a Iraq hace ocho años.

Ahora, si se comprueban las acusaciones del Washington Post, como consideran en privado muchos diplomáticos de la ONU, la credibilidad de los inspectores quedará devastada.

La información se divulgó en un mal momento para la Unscom. Los inspectores fueron expulsados de Iraq en diciembre, luego de que Estados Unidos y Gran Bretaña atacaron durante cuatro días objetivos militares iraquíes.

Los ataques se decidieron después de que un informe de Butler sostuvo que Bagdad no cooperaba con la Unscom.

Los ataques paralizaron las gestiones del Consejo para forjar un frente unido contra Iraq, ya que China, Francia y Rusia criticaron abiertamente la labor de la Unscom.

En consecuencia, se formaron tres comisiones para revisar las relaciones de Iraq con la ONU, sus necesidades humanitarias y el cumplimiento de Bagdad de las condiciones de desarme del foro mundial.

El informe del Washington Post se divulgó mientras la comisión de desarme intenta conseguir la cooperación iraquí para que integrantes del grupo visiten Iraq o para que Bagdad suministre más información, algo que ahora parece más difícil.

Algunos diplomáticos creen que Bagdad cooperará con las comisiones de la ONU, aun si no acepta nuevamente las inspecciones de la Unscom.

Annan sostuvo que funcionarios iraquíes ya están cooperando con las comisiones al brindar información que estas solicitan.

Las denuncias de la prensa provocaron otros problemas para las comisiones y para la Unscom. El Washington Post sostuvo que Charles Duelfer, miembro estadounidense de la Unscom, estaba al tanto del espionaje, mientras Butler y Ekeus, sus superiores, no.

"¿Si todo esto resulta ser verdad, entonces a Rolf Ekeus y a mí nos tomaron el pelo, no es así?", declaró Butler.

De comprobarse el informe, entonces la pantalla diplomática de la ONU ayudó a Estados Unidos a conseguir delicada información sobre la capacidad militar de una nación enemiga, incluso sobre la ubicación del presidente iraquí Saddam Hussein, a quien Washington prometió derrocar.

"Ahora cualquier país puede argumentar que no quiere que inspectores de desarme procedentes de naciones enemigas inspeccionen sus instalaciones", advirtió Jim Wurst, experto en desarme y ex editor de la publicación The Disarmament Times.

Una entidad como la Unscom, señaló, que tiene cientos de miembros con dedicación parcial, podría ceder su lugar a organizaciones más estructuradas, como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que trabajó en Iraq sin problemas.

La OIEA, bajo control de la ONU, permite que los estados miembros sean consultados antes de las inspecciones con el fin de que, por ejemplo, Estados Unidos pueda impedir que técnicos iraníes inspeccionen sitios en su territorio, agregó Wurst.

Francia y Rusia propusieron que las tareas de la Unscom sean continuadas por la OIEA y otra organización recientemente creada para controlar las armas químicas.

Fuentes sostienen que Annan también se decepcionó con la Unscom luego de los ataques aéreos contra Iraq, y que el deseo de algunos funcionarios de la ONU que prefieren que los organismos de desarme ya establecidos se ocupen de la labor de la ONU permitió la filtración de la información a la prensa.

Mientras, los inspectores de la Unscom se encuentran en Bahrein, y Butler se prepara para retirarse cuando su presidencia termine en junio. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq/ip/99

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