Honduras firmará el próximo martes una carta de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la primera en cinco años, y recuperará el crédito a cambio de acelerar la privatización de empresas del Estado y de un aumento de las tarifas públicas.
El representante del FMI en Tegucigalpa, Carlos Piñerúa, informó que la carta de intención fue aprobada por 21 de los 24 miembros del directorio del organismo multilateral.
Pero el FMI condicionó el desembolso en tres años de 220 millones de dólares al manejo y uso transparente de ese crédito y a la continuidad del programa de ajuste estructural comenzado hace nueve años por Honduras.
Piñerúa dijo este sábado que el FMI pretende colaborar con el desarrollo económico de este país, "siempre y cuando se cumplan algunos requisitos que consideramos un trámite normal".
Entre esos requisitos, el funcionario destacó la privatización de empresas rentables, como la telefónica y los servicios de energía eléctrica y de distribución de agua potable. El gobierno de Carlos Flores también debe revisar a fines de año las tarifas de esos tres sectores.
"Aspiramos a que en esta oportunidad Honduras cumpla con los compromisos suscritos, que en años anteriores fueron interrumpidos, imposibilitándose la firma de una carta de intención" y el monitoreo del ajuste estructural, declaró Piñerúa.
Honduras no lograba acuerdo con el FMI desde hace cinco años, pues cuestiones de política interna determinaron la interrupción del ajuste fiscal. No pudo obtener entonces créditos para equilibrar su balanza de pagos, afectada por el servicio de una deuda de 4.300 millones de dólares.
La ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, comentó este sábado que la firma de la carta de intención "nos permite respirar un poco mejor en cuanto al manejo de las finanzas, pues nos abre las puertas a nuevos empréstitos".
Núñez dijo que la carta de intención será dada a conocer a la opinión pública en "su momento", y aseguró que no habrá "más impuestos".
Según el FMI, el desempeño económico de Honduras en 1997 y principios de 1998 fue muy satisfactorio. El crecimiento económico fue de cuatro por ciento y el país estaba bien encaminado hasta que en octubre se presentó el huracán Mitch, que quebró la columna productiva del país.
El FMI y la Comisión Económica para América Latina pronosticaron para este año en Honduras una caída del producto entre dos y tres por ciento, a causa del huracán, y una inflación de 15 por ciento, similar a la de 1998.
Piñarúa advirtió que el esfuerzo de reconstrucción emprendido no debe impedir el ajuste fiscal, que es "inevitable" en un momento en que el país "necesita fondos frescos para salir adelante".
Al rspecto, señaló que para completar la etapa de ajuste estructural iniciada hace nueve años debe procederse a la privatización de activos públicos. La venta de la telefónica, la empresa del Estado más rentable, debe concluir a fines de año.
El FMI entregará a Honduras en abril 84 millones de dólares, y en tres años completará el desembolso de 220 millones.
El aval del FMI a su programa económico permitirá a la administración de Flores negociar la condonación o la refinanciación de deudas con el Club de París, conformado por gobiernos acreedores, que llega a 1.200 millones de dólares.
Honduras gestiona desde hace tres años la renegociación de sus deudas con el Club de París, pero su petición había sido rechazada por falta de respaldo del FMI.
El gobierno también confía en descongelar ahora acuerdos ya firmados con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. (FIN/IPS/tm/ff/if dv/99
