HONDURAS: Clinton anuncia condonación y aboga por más democracia

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, anunció hoy la condonación de la deuda bilateral de Honduras de 76,4 millones de dólares y propuso que la tarea de reconstrucción de este país tras el huracán Mitch sea afrontada de manera "igualitaria".

Clinton dijo en en presencia de su par hondureño, Carlos Flores, que Estados Unidos perdonará la deuda bilateral y que donará 56 millones de dólares a la tarea de desarrollo, salud, educación, ambiente y fortalecimiento de los municipios, para garantizar que "la ayuda llegue a quien realmente la necesita".

El mandatario dijo estar impresionado por el desastre que implicó el huracán Mitch en Nicaragua y Honduras, los países más afectados. En el caso de Honduras, afirmó que la "reconstrucción no significa volver al pasado" sino mejorar la situación del país.

"Para la reconstrucción, debe asegurarse que los que más sufren participen en forma igualitaria. Se deben fortalecer los gobiernos locales, trabajar con la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales, así como con el sector privado", dijo Clinton a Flores.

Según el presidente estadounidense, estos ejes solo pueden ser "fortalecidos a través de una democracia más abierta, para que la tragedia que azotó este pueblo no los sorprenda de nuevo".

El discurso de Clinton fortaleció demandas de organizaciones de la sociedad civil nucleadas en el Foro Ciudadano y de activistas de derechos humanos que acusan al presidente Flores de pretender una mayor concentración de poder, así como de rasgos autoritarios.

Clinton recalcó que Estados Unidos apoyará a la democracia hondureña siempre que se fortalezca a los gobiernos locales y municipales, pues "construyendo puentes entre los pueblos y los países es como se fortalece el futuro de América Central, región que sirve de puente entre América del Norte y América del Sur".

El mandatario no habló de libre comercio, ni un mejor trato a los inmigrantes de América Central en su país.

Clinton concentró su enfoque en la necesidad de fortaler la democracia y en sus gestiones ante el Senado estadounidense para obtener 956 millones de dólares de ayuda para América Central, de la cual, sostuvo, la tercera parte será para Honduras.

Su discurso fue pronunciado en la base aérea militar de Palmerola, en el central valle de Comayagua, a 170 kilómetros de la capital, donde se encuentran acantonadas de forma permanente, desde 1982, unos 1.200 efectivos estadounidenses.

En este sentido destacó la labor hecha por los soldados estadounidenses en las labores de emergencia y reconstrucción durante el huracán Mitch y luego.

Para fortalecer estos trabajos en América Central comenzaron dos semanas atrás los ejercicios humanitarios combinados Nuevos Horizontes entre los ejércitos de los países devastados por el huracán y Estados Unidos.

Clinton, quien sorprendió en Palmerola a soldados y funcionarios con sus conocimientos sobre la historia colonial de Honduras, dijo que la ayuda humanitaria hecha por sus tropas armadas es la más grande que se ha visto en los últimos 50 años.

El mandatario y Flores se trasladaron de la base de Palmerola a Tegucigalpa para inspeccionar desde la terraza de un edificio los daños ocasionados por el huracán Mitch y luego mantener una reunión con funcionarios del gobierno y representantes de la sociedad civil.

El único sitio que visitó el mandatario en esta capital es un puente construido por los soldados estadounidenses, denominado Juan Ramón Molina.

Tegucigalpa luce desolada. Al contrario que en Nicaragua, donde estrechó la mano de las personas en la región de Posoltega, escenario de un alud que sepultó 2.000 personas, Clinton no gozó en Honduras calor popular, debido a las extremas medidas de seguridad.

Flores, en su discurso de bienvenida, pidió a Clinton que volviera sus ojos a América Central y apoye los esfuerzos de Honduras en la reconstrucción, así como la redefición de nuevas relaciones entre la región y Estados Unidos.

"Los hondureños y los centroamericanos somos sus vecinos y lo seremos siempre. Está en sus manos ayudarnos a salir adelante, para que juntos compartamos una historia orientada a fortalecer y redefinir nuestras relaciones", afirmó.

Una pequeña manifestación efectuada por familiares y simpatizantes de un sacerdote asesinado en este país en 1982 tuvo el fin de recordar a Estados Unidos su participación en la desaparición forzada de personas en los años 80.

Los manifestantes pretendían entregar a Clinton un pliego de peticiones, pero los cuerpos de seguridad lo impidieron de forma pacífica. (FIN/IPS/tm/mj/ip if dv/99

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