La tensión política aumentó en Haití tras el asesinato de Jean Yvon Toussaint, senador de la opositora Organización del Pueblo en Lucha (OPL).
Toussaint, de 47 años, era médico y tenía cuatro hijos. Fue elegido senador por seis años en 1995, en representación de la OPL, un partido de oposición al gobierno, ejercido por el Movimiento Lavalas.
El legislador era, además, presidente de la comisión de Asuntos Sociales, Familiares, de Salud y de Población del parlamento y miembro de la comisión de Ejército, Defensa, Policía, Justicia y Derechos Humanos.
Toussaint estaba este lunes en la casa de su compañera, Kerline Milien, cuando un desconocido le avisó que su neumático estaba pinchado y él salió a reparar el daño. Cuando se aprestaba a cambiar el neumático, le dispararon un balazo en la cabeza.
"Creo que ese neumático pinchado sirvió de excusa para hacerlo salir de casa y asesinarlo", dijo Milien a la prensa.
Las negociaciones políticas iniciadas hace dos semanas entre el gobierno y un grupo integrado por seis partidos políticos de oposición, entre los que se encuentra la OPL, podrían quedar comprometidas por este asesinato político.
La reacción de la OPL fue inmediata. Sus dirigentes decidieron mantener las negociaciones políticas, pero no participarán de ningún acuerdo hasta que se aclare el asesinato de Toussaint.
"Finalmente entendimos que en este país hay mucha gente que lucha contra las instituciones", declaró Harry Marsan, un diputado de la OPL que cuestionó la utilidad de continuar con las negociaciones.
"Este asesinato es un claro reflejo de la inseguridad general que vivimos. Hay crímenes políticos cuyos blancos están predeterminados, por lo cual cuestionamos la responsabilidad de las autoridades. La impunidad se ha instalado en este país", dijo por su parte el líder de la OPL, Gérard Pierre Charles.
Dirigentes de los demás partidos de oposición que integran el equipo de negociaciones con el gobierno se mostraron consternados por la noticia de la muerte del senador.
Serge Gilles, que coordina el socialista Partido Nacionalista Revolucionario de Haití, declaró a IPS que el asesinato provocó el aumento de la desconfianza y el temor en un clima que ya era inestable, y puede bloquear las negociaciones.
"Los defensores de la patria y de la democracia deben armarse de voluntad para no dejar lugar a las acciones extremistas, ya que la acción moderada siempre resulta mejor", sostuvo.
Gilles dijo que "se temen las acciones extremas porque hasta ahora hubo una evolución positiva de las negociaciones políticas, que parecen encaminarse hacia una solución de compromiso".
Se espera también que el asesinato de Toussaint no radicalice la postura de la OPL, uno de los principales partidos de oposición, fuertemente involucrado en las negociaciones.
Evans Paul, líder del partido de izquierda moderada Comité de Unión Democrática, no emitió opinión sobre los últimos sucesos.
En las negociaciones del sábado y domingo pasados -se limitó a decir- se obtuvo consenso en temas como la gestión del vacío institucional creado por la disolución tácita del parlamento y la formación de un gobierno y un nuevo consejo electoral provisorio que organice elecciones legislativas y departamentales.
Los miembros de la oposición anunciaron 72 horas de silencio sobre las discusiones, a fin de que el presidente René Préval tenga tiempo para reflexionar y dar su acuerdo final.
Préval se había mostrado más flexible al finalizar la semana de discusiones.
La firma de un acuerdo es inminente puesto que ambas partes ya hicieron concesiones mayores sobre varios puntos, en particular sobre la formación de un nuevo gobierno y el establecimiento de un nuevo consejo electoral, señalaron observadores.
No obstante, el asesinato de Toussaint podría entorpecer las negociaciones.
La embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe, que deploró el hecho, anunció que espera los resultados de la investigación policial sobre el asesinato.
La representación diplomática exhortó a los haitianos a respetar la ley y la dignidad de la vida humana y a no recurrir a la violencia para resolver conflictos o vengar injusticias.
Sin embargo, la violencia aumentó abruptamente esta semana en Puerto Príncipe. Al menos seis personas fueron muertas por hombres armados no identificados.
Un joven médico ortopedista, Jimmy Lalanne, fue asesinado a balazos el sábado en su clínica.
Integrantes de una docena de asociaciones médicas y paramédicas por las calles de la capital del país este domingo, en protesta por el asesinato.
Seis parlamentarios fueron víctimas de atentados desde 1995. A raíz de los ataques resultaron muertos dos diputados y un senador. (FIN/IPS/tra-fra/imc/ceb-dg/ip/99