El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, propuso hoy ampliar y mejorar las iniciativas existentes para reducir la deuda de los países más pobres del mundo, muchos de ellos en Africa.
Clinton hizo la propuesta al inaugurar este martes en la cancillería en Washington una reunión ministerial que concluirá el jueves entre funcionarios estadounidenses y africanos.
Clinton prometió solicitar a los otros líderes del Grupo de las Siete naciones más ricas, en su reunión cumbre a realizarse en junio en Colonia, que acuerden "mejorías importantes" de la Iniciativa de los Países Pobres Fuertemente Endeudados (PPFE).
"Lo que propongo es una reducción de la deuda que sea más profunda y más rápida. Para decirlo llanamente, cuanto más responsabilidad asumen las naciones deudoras al aplicar políticas económicas sólidas, más deben estar dispuestas las naciones acreedoras a ofrecer un alivio de la deuda", declaró.
Clinton también solicitó apoyo al proyecto de ley de Crecimiento y Oportunidad para Africa (COA) que está pendiente en el Congreso y que ofrecería incentivos al comercio y la inversión en países de Africa subsahariana que aplican con éxito políticas de ajuste estructural.
Aproximadamente 50 ministros africanos de relaciones exteriores, finanzas y comercio asisten al encuentro en Washington.
Los invitados también dedicarán parte de su tiempo a hacer campaña ante los legisladores estadounidenses para que apoyen la COA, que se encuentra detenida por diferencias entre los demócratas y por la falta de entusiasmo de los republicanos.
La reunión, la mayor de altos funcionarios extranjeros auspiciada por Washington desde la fundación de la Organización de las Naciones Unidas en 1945, tiene lugar casi un año después de que Clinton se convirtiera en el primer presidente de este país en realizar una gira por Africa.
Entonces, Clinton defendió lo que llamó la "nueva asociación" con Africa. El encuentro ministerial, al que fueron invitados todos los gobiernos de Africa subsahariana con excepción de Somalia y Sudán, tiene el fin de profundizar esa asociación.
Los países de Africa septentrional, con la excepción de Libia, también participan de la reunión.
La reunión cubrirá una variedad de asuntos de interés mutuo de Estados Unidos y Africa, en su mayoría económicos, pero que incluye a la gestión de gobierno, la educación, la resolución de conflictos y el mantenimiento de la paz.
Amenazas como el VIH-sida, el narcotráfico, el terrorismo, y el ambiente también serán analizadas.
Este martes, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, destacó la necesidad de hallar "soluciones africanas a los problemas africanos", pero también recalcó que los "socios del desarrollo de Africa también pueden hacer más y mejor para ayudar a Africa en su lucha por la prosperidad duradera".
Clinton mencionó las gestiones que adoptó su gobierno para responder a ese reclamo, como el pequeño incremento de la reducción de la deuda, la ayuda económica, la asistencia humanitaria, y el apoyo a las operaciones internacionales de mantenimiento de la paz.
Entre estas se encuentra la Iniciativa de Respuesta a la Crisis Africana, un proyecto de Estados Unidos para entrenar y equipar a las fuerzas armadas africanas para mantener la paz.
Washington espera ver en Africa la creación de una "clase media más amplia, más empleos y consumidores, más exportaciones africanas, escuelas prósperas llenas de niños, niños y niñas con grandes expectativas y probabilidades razonables de realizarlas", agregó.
Para conseguir ese objetivo, la región debe alcanzar una mayor integración con la economía mundial.
Clinton indicó que le pidió al Congreso un aumento de 10 por ciento de la ayuda bilateral para el desarrollo africano en el 2000, así como la aprobación de la COA, lo que mejoraría las ganancias comerciales actuales a lo largo de 10 años y proporcionaría 650 millones de dólares en créditos y subsidios del gobierno para la inversión estadounidense.
Clinton luego explicó su iniciativa para la deuda, que en su mayor parte está destinada a las instituciones financieras multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), acreedores de la mayor parte de la deuda de los países más pobres y en control de la iniciativa de los PPFE.
La iniciativa de Clinton incluye el pedido a los países donantes del Club de París para que perdonen los préstamos concesionarios bilaterales otorgados a los países que aplican reformas estructurales, y que no sigan reprogramándolos, como se hace ahora.
Así mismo, el Club de París debería prepararse para perdonar hasta 90 por ciento de la deuda que no es concesionaria. Para evitar problemas debido a la deuda externa, los países donantes deberán donar al menos 90 por ciento de la ayuda que otorguen a los PPFE en el futuro.
Los países que padecieron conflictos bélicos y aún no tuvieron la oportunidad de aplicar reformas económicas pero igual tienen la necesidad de recibir ayuda en forma inmediata también deberían recibir el tratamiento de PPFE, según Clinton.
Finalmente, Estados Unidos respaldará la venta de oro de parte del FMI y abogará por mayores aportes de Washington y otros donantes para aumentar los fondos de la iniciativa de PPFE, indicó.
Si se adoptan, estas propuestas podrían reducir la deuda en 70.000 millones de dólares, incluso en 3.000 millones de deuda bilateral estadounidense, explicó Clinton.
Las organizaciones no gubernamentales que defienden la reducción de la deuda reaccionaron positivamente a la propuesta de Clinton.
Oxfam International declaró que es "un pequeño paso para Estados Unidos, y un gran salto para el movimiento internacional que pretende levantar la carga aplastante de la deuda sobre los países más pobres del mundo".
David Bryden, portavoz de Jubileo 2000, un movimiento que aboga por el perdón total de la deuda de los países más pobres para el año 2000, dijo que las propuestas son "positivas pero no bastan para asegurarse que una cantidad suficiente de países se beneficien" de ellas.
Bryden también objetó que "aún dejan al FMI en el puesto de mando en lo que respecta a decidir quién se beneficia y quién no" por la reducción de la deuda.
Pero el que Clinton se haya sentido obligado a anunciar las propuestas es "prueba del creciente poder de nuestro movimiento. Evidentemente, el gobierno sintió la necesidad de reaccionar", aseguró. (FIN/IPS/tra-en/jl/aq/ip-if/99