Activistas de Estados Unidos anunciaron la formación de una organización que presionará al Congreso y realizará campañas públicas para que este país reanude la financiación al Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP).
Robin Chandler Duke, copresidenta de Acción Internacional de Población y una de las dirigentes del nuevo grupo, Comisión para el FNUAP, declaró que Washington no ha cumplido con su compromiso de apoyar al Fondo.
Si bien el extinto presidente Dwight Eisenhower, que gobernó Estados Unidos entre 1953 y 1960, designó una comisión de personalidades que contribuyó a la formación del FNUAP, desde entonces fue abandonada por el Congreso, cuya mayoría corresponde actualmente al opositor Partido Republicano, dijo Duke.
La Comisión para el FNUAP, cuyo consejo directivo integra Duke junto a funcionarios de larga experiencia en la Organización de las Naciones Unidos (ONU) y al ex candidato a director de Salud Pública, Henry Foster, promoverá el apoyo estadounidense al FNUAP para que éste recupere su financiación anterior.
El Congreso recortó los fondos del FNUAP de 35 millones de dólares en 1995 a 20 millones en 1998, antes de cesar completamente la financiación de la agencia para este año. "Los recortes se produjeron mientras sigue aumentando la necesidad de recursos", dijo Duke.
"La inadecuada financiación del FNUAP tendría consecuencias prolongadas", previno la legisladora del partido Demócrata Carolyn Maloney "Cada minuto… la falta de fondos estadounidenses puede significar que 870.000 mujeres se vean privadas de modernos métodos anticonceptivos".
Para prevenir esa perspectiva, Maloney está patrocinando una ley en la Cámara de Representantes para reintegrar 25 millones de dólares al FNUAP en el 2000, y 35 millones en el 2001.
No obstante, es difícil que la oposición conservadora apruebe la financiación debido al apoyo que la agencia presta a la planificación familiar en China, y a las perennes disputas entre el FNUAP y el Vaticano sobre la diferencia entre contracepción y aborto.
La controversia sobre China, que llevó al cese de fondos en 1998, se debió a que un grupo de republicanos denunció el respaldo del FNUAP a la "draconiana" planificación familiar practicada en ese país, y afirmó que el dinero apoyaba la política de Beijing de un hijo por familia, lo cual excedía las funciones de la agencia.
Durante la dura pugna política sobre la financiación al FNUAP y al Fondo Monetario Internacional (FMI) el año pasado, el gobierno de Bill Clinton optó por dar el dinero al FMI, y concedió una victoria a los conservadores opuestos a financiar la agencia.
Sin embargo, ahora la cuestión sobre China se volcó en favor del FNUAP. La directora ejecutiva Nafik Sadik, señaló el martes que un programa para supervisar independientemente a 32 distritos chinos asistidos por el FNUAP asegura que la planificación familiar no es empleada para imponer estrictas cuotas demográficas.
"Es muy transparente y muy abierto", declaró Sadik acerca de la gestión de supervisión. "Estados Unidos puede ir y supervisar (los programas distrituales)… Por lo que escuché, están muy satisfechos de lo que estamos haciendo…"
"La excusa para cortar los fondos (estadounidenses) al FNUAP fue para asegurar que el dinero no se gastara en apoyo de las políticas coercitivas de planificación familiar en China", apuntó Maloney.
"Mi proyecto de ley asegura que ni un dólar estadounidense irá a China a menos que el presidente certifique que se cumplen ciertas condiciones, incluso que el programa sea usa para la planificación familiar voluntaria", sostuvo la legisladora.
El problema chino no es el único que debe afrontar la Casa Blanca para financiar al FNUAP.
Algunos republicanos de línea dura, entre ellos el representante Chris Smith, acusaron a organismos de la ONU, incluso al FNUAP y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), de practicar "abortos a pedido" en campos de refugiados, a pesar de que la política del FNUAP prohíbe toda financiación de prácticas abortivas.
Esa oposición está ligada a la postura del Vaticano, que mantiene una larga controversia con el FNUAP acerca de servicios anticonceptivos que, según la doctrina católica, virtualmente no tienen diferencia con el hecho de abortar.
El Vaticano declaró que la ayuda del FNUAP a la "contracepción de emergencia", o sea píldoras que pueden ser ingeridas oralmente 72 horas después del contacto sexual, es igual a la política de apoyar otros agentes abortivos como la píldora RU-486.
Un funcionario del Vaticano dijo el mes pasado en La Haya que cualquier "contraceptivo de emergencia" no puede ser considerado "como parte de una planificación familiar".
Sadik arguyó que hay una clara diferencia científica entre los anticonceptivos orales usados en un plazo de 72 horas posterior al contacto sexual, que evita la fecundación del huevo femenino, y las características abortivas del RU-486.
Señaló que el FNUAP adopta sus decisiones basándose en la asesoría técnica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que este miércoles dará a conocer su evaluación sobre la contracepción de emergencia.
Agencias como FNUAP, OMS y ACNUR han subrayado que el empleo de la contracepción de emergencia previene el aborto porque evita embarazos no deseados antes que de el huevo femenino pueda ser fecundado.
Esa técnica ayuda especialmente a mujeres refugiadas, que a veces son víctimas de violaciones o servicios inadecuados de planificación familiar.
Un funcionario del FNUAP dijo que la diferencia entre implantación y concepción es rechazada por el Vaticano, porque su doctrina sobre el comienzo de la vida no involucra la implantación de huevos.
Sin embargo, como adujo Sadik, el Vaticano con frecuencia distingue entre otras técnicas anticonceptivas, como los dispositivos intrauterinos y los implantes Norplant, sin tener en cuenta cuál de los dos provoca un aborto. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ego/aq/pr/99)