Ecuador vivió una semana de alta conflictividad con la declaración del estado de emergencia nacional, un paro general de dos días, la suspensión de la actividad bancaria y el anuncio por el gobierno de medidas económicas que concitaron gran oposición social.
Para los próximos días se prevé la continuación del clima de agitación, tras la convocatoria de organizaciones sindicales e indígenas a la desobediencia civil y la realización de movilizaciones de protesta con cortes de carreteras y la posibilidad de un nuevo paro indefinido.
Mientras tanto, la popularidad del presidente Jamil Mahuad continúa decreciendo.
Tras el anuncio, este jueves, de un plan económico que supone recortes asalariales y aumento de tarifas, entre otras medidas, el mandatario recibe apoyo sólo de 14 por ciento de la población.
El lunes la crisis despuntó cuando el presidente decretó un feriado bancario y anunció que el jueves daría a conocer nuevas medidas económicas para paliar la crisis.
La noticia alimentó dudas sobre la estabilidad económica y política del país, mientras surgieron rumores sobre un posible autogolpe de Estado como salida política y la dolarización como salida económica.
La incertidumbre aumentó cuando el mismo lunes Mahuad decidió extender el feriado bancario hasta el martes y decretó el estado de emergencia nacional, prohibiendo toda protesta contra el gobierno.
Con ese telón de fondo, el miércoles se inició un paro general de 48 horas convocado por organizaciones sociales, sindicales e indígenas y apoyado por los partidos de oposición.
Como contrapartida, el gobierno declaró feriado nacional por dos días, extendiendo el cierre de bancos hasta el jueves.
Tanto el miércoles como el jueves las principales ciudades de Ecuador permanecieron paralizadas.
Los huelguistas realizaron marchas de protesta que fueron reprimidas por la policía.
En el medio rural, todas las carreteras de la región de la sierra y del oriente permanecieron cerradas por indígenas y campesinos.
El jueves, como parte del paro nacional, se reunió el Congreso del Pueblo, que reunió a más de 5.000 personas convocadas por la Coordinadora de Movimientos Sociales, la Confederación de Nacionalidades Indígenas, el Frente Unitario de Trabajadores, organizaciones humanitarias y partidos de oposición.
El Congreso planteó propuestas para superar la crisis económica, sobre todo en el plano fiscal.
Entre ellas destacan la restitución del impuesto a la renta, la creación de un gravamen progresivo a los vehículos privados de lujo, aviones y yates particulares y la eliminación de las exenciones aduaneras.
Propuso igualmente la suspensión temporal del servicio de la deuda externa y la racionalización del gasto público.
El gobierno respondió en la noche del mismo jueves aumentando el precio de la gasolina en 100 por ciento y las tarifas de energía y los servicios públicos en porcentajes aún no precisados.
También anunció el envío al parlamento de un proyecto urgente para incrementar el Impuesto al Valor Agergado de 10 a 15 por ciento y el inicio inmediato de los procesos de privatización de las empresas de teléfonos, electricidad y petróleo.
Los salarios del sector público serán recortados y se prevé la flexibilización de las leyes laborales, así como medidas para "sanear' el sistema bancario que comprenden el cierre de las instituciones no viables.
Para evitar un retiro masivo del dinero depositado en los bancos como consecuencia de las medidas anunciadas, el gobierno congeló los depósitos en cuentas corrientes, cuentas de ahorro y plazo fijo en sucres y dólares y estableció un cupo máximo de retiro.
En menos de dos meses quebraron más de cinco bancos y el Estado se vio obligado a asumir sus deudas gastando más 1.500 millones de dólares en el salvataje.
Según distintos analistas, con este paquete económico el gobierno estaría creando las bases para la adopción de un plan de convertibilidad de la moneda (equiparación del dólar con el sucre) similar al que aplicó en Argentina el ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
Técnicos del Grupo Mediterráneo de Cavallo se encuentran desde hace días en Ecuador.
Para el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik Nuevo País, el plan del gobierno constituye un golpe a la clase media y a los más pobres.
"Congelar los depósitos bancarios desde 200 dólares afecta a los que menos tienen, mientras el incremento de los combustibles provocará la suba de los precios de los artículos de primera necesidad", señaló uno de sus dirigentes. (FIN/IPS/kl/dg/ip-if/99
