La Comisión de Derechos Humanos de la ONU anticipa para su sesión de este año un debate entre sus miembros originado en un proyecto de reforma del organismo que pretende reducir el peso político de los gobiernos a la hora de evaluar las violaciones que se perpetran en todo el mundo.
En las sesiones, que se extenderán desde el lunes hasta el 30 de abril, el máximo organismo especializado en la materia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) volverá también a examinar los casos más flagrantes de delitos contra el derecho humanitario.
De las cuestiones más detonantes del orden del día de la Comisión, este año desaparecerá otra vez el tema de China. Fuentes vinculadas a la Comisión dijeron que entre algunos países europeos existe disconformidad con los resultados de la cooperación bilateral con Beijing.
A pesar de ese malestar, Estados Unidos y las naciones europeas se abstendrán de presentar algún proyecto de resolución para censurar el estado de los derechos humanos en el país oriental, dijeron las fuentes.
La confirmación de la visita a Ginebra del presidente de China, Jiang Zemin, que participará el viernes próximo de una sesión especial de la Comisión de Desarme, fue aplazado hasta esta semana cuando se tuvo certeza de que la cuestión china será excluida de la Comisión de Derechos Humanos.
En cambio, Estados Unidos consiguió que la República Checa presente un proyecto de resolución crítico contra la situación de los derechos humanos en Cuba. Los países europeos habían desoído el pedido estadounidense de auspiciar la moción contra La Habana.
La misma fuente precisó que de los países latinoamericanos, sólo Argentina y El Salvador apoyarán la iniciativa checa. El resto de los gobiernos de la región se opondrán u optarán por la abstención.
Las dos cuestiones de mayor actualidad internacional en el campo de los derechos huamanos, las situaciones del líder independentista kurdo Abdullah Ocalán y del ex dictador chileno Augusto Pinochet, no figuran en el orden del día de la Comisión, que no trata casos particulares.
Sin embargo, pueden llegar a ser motivo de referencia durante los debates de los informes del relator especial sobre torturas, el británico Nigel S. Rodley, y del grupo de trabajo sobre un protocolo opcional para la Convención contra la Tortura.
El grupo de trabajo dictaminó el año pasado que Gran Bretaña, donde Pinochet está detenido, tiene competencia para entender en el caso de Pinochet porque los delitos de torturas se persiguen en cualquier territorio adonde llegue el acusado.
Con respecto a Ocalán, su caso surgirá con probabilidad cuando se conozcan los informes de los órganos especializados en torturas o a través del resumen de la misión cumplida en Turquía por el grupo de trabajo sobre desapariciones forzadas o involuntarias.
La delegación de Estados Unidos, dijeron las fuentes, insistirá en su pedido de condena a Sudán y presentará también un proyecto de censura a la ex Yugoslavia.
Entre los casos más sonados de los últimos períodos de la Comisión, se adelantó que este año "no hay movimientos" para obtener un pronunciamiento sobre Argelia.
En un giro respecto a otras sesiones, Irán logrará este año los votos suficientes para derrotar un proyecto de resolución que pretende condenarlo, adelantó la fuente.
El pedido de la Subcomisión de Derechos Humanos para que se examine la situación en México, en relación con la denunciada represión de los indígenas de Chiapas, puede quedar estancado.
El gobierno mexicano, explicó la fuente, consiguió integrar el grupo de situaciones de la Comisión de Derechos Humanos que tiene un papel decisivo en la presentación de los proyectos de resoluciones.
Para el caso de Colombia, la presidencia de la Comisión, que este año corresponderá a la embajadora de Irlanda, Anne Anderson, volverá a emitir una declaración donde constará la preocupación del cuerpo por la evolución de los derechos humanos en el país sudamericano.
El mismo procedimiento adoptará el organismo ante el caso de Timor Oriental, aunque este año con una declaración de contenido "más diluído" en atención a los progresos registrados en los últimos meses en las relaciones entre el movimiento independentista y el gobierno de Indonesia.
La Comisión se enfrascará también en el debatido proyecto de reformas de su propio funcionamiento, elaborado por los miembros de la mesa de presidencia del período anterior, integrada por representantes de Sudáfrica, Bangladesh, Canadá, Ecuador y Polonia.
La iniciativa pretende "volver más eficiente el sistema, aplicar mejores medidas y procurar mayor cooperación y menor confrontación con los estados", precisó un funcionario de derechos humanos.
Las reformas propuestas tienden a reemplazar los poderosos grupos de trabajo sobre situaciones y comunicaciones, integrados por representantes de los gobiernos, por otro formado exclusivamente por expertos que designaría el presidente de la mesa de la Comisión.
De esa manera, dijo la fuente, la Comisión podría trabajar sin caer en "el juego político de los gobiernos".
Pero la idea de la Mesa, encabezada por el presidente saliente, Jacob Selebi, de Sudáfrica, mereció objeciones de un grupo de países que presentaron un documento con observaciones a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los derechos Humanos.
Los países firmantes del documento crítico son Argelia, Bhután, Birmania, Cuba, China, Egipto, India, Irán, Malasia, Nepal, Pakistán, Sri Lanka, Sudán y Vietnam. En gestiones posteriores se sumó al grupo Arabia Saudita.
Las 15 delegaciones, identificadas como "países afines" (like- minded), alegaron que la propuesta de reformas desplaza a los coordinadores regionales que tradicionalmente negociaban las resoluciones.
"Eso no es despolitizar sino más bien desnaturalizar" a la mesa de la Comisión, sostuvieron fuentes allegadas al grupo. El presidente de la Mesa tiene únicamente poderes procesales, insistieron.
En la semana anterior a la apertura de las sesiones de la Comisión, Selebi mantuvo consultas con las delegaciones críticas del proyecto en procura de "cierto espacio de entendimiento".
En los contactos "se avanzó bastante", comentó dijo una fuente allegada a la anterior presidencia. La cuestión de las reformas, aseguró, no debe afectar el manejo de los otros temas de la Comisión. (FIN/IPS/pc/dg/ip-hd/99
