La izquierda de Italia, tanto en su vertiente moderada en el gobierno como la radical en la oposición, criticó hoy por primera vez al presidente de Cuba, Fidel Castro, por el arresto y los procesos contra disidentes a su régimen.
Aunque insiste en la "justa lucha contra el embargo estadounidense", la izquierda italiana decidió manifestar al mismo tiempo su rechazo a la política de derechos humanos del gobierno cubano.
El Partido Democrático de Izquierda (PDS), el principal partido del gobierno de centroizquierda, se refirió al "dramático fin para la esperanza de un cambio" en La Habana.
El secretario del PDS, Walter Veltroni, planteó desde su escaño parlamentario un pedido de informes al ministro de Relaciones Exteriores, Walter Veltroni, para que presente a las autoridades cubanas su protesta por el proceso contra cuatro disidentes.
Veltroni calificó el proceso de "inaceptable" y con "odioso carácter político", al tiempo que reclamó la liberación inmediata de los disidentes.
Al mismo tiempo, el directivo del PDS pidió al gobierno italiano "una intervención ante Estados Unidos para que revoque el embargo vigente desde 1961 y endurecido en 1996, "que no favorece la evolución democrática del régimen cubano".
El ministro del Comercio Exterior, Piero Fassino, perteneciente al PDS, advirtió, sin embargo, que no se deben adoptar medidas económicas contra Cuba. "Las relaciones económicas ayudan a la democracia" y "el embargo favorece solo el aislamiento", afirmó.
Fassino manifestó que "si se quiere favorece la evolución de la vida política y democrática en Cuba, es necesario multiplicar las relaciones económicas y comerciales", ya fuertes por la presencia de empresas italianas en compañías mixtas en la isla.
El líder del partido Refundación Comunista, Fausto Bertinotti, expresó "con dolor" que no podía guardar silencio con lo que estaba sucediendo en Cuba. Refundación Comunista es la única fuerza de izquierda de oposición al gobierno de centroizquierda.
Bertinotti manifestó su "disenso respecto de un proceso al derecho de opinión, inaceptable en cualquier parte, sobre todo en Cuba, donde es tan fuerte el valor de la persona y de la política".
"Con actos de este tipo, Cuba contradice su inspiración de fondo y hace más difícil la batalla sagrada contra el embargo", agregó el líder comunista, quien hace dos meses asistió en La Habana para celebrar con Castro los 40 años de la revolución.
El dirigente histórico de la izquierda italiana y ex legislador comunista Pietro Ingrao pidió a la izquierda, a través de una nota en el diario comunista Il Manifesto, que no use dos pesos y dos medidas con Abdullah Ocalan, el líder independentista kurdo hoy preso en Turquía, y los disidentes cubanos.
Ingrao sostuvo que "el derecho fundamental a la libertad no puede ser negados a ningún opositor, sobre todo cuando se trata del derecho a la expresión y a la crítica".
La "libertad concedida solo a quien está de acuerdo con los proyectos de quien tiene el poder en las manos no es libertad, sino dominio", dijo.
Ingrao señaló que "el grave problema de la (falta de) libertad de expresión, de opinión y de culto existe en Cuba hace mucho tiempo".
El presidente de los Comunistas Italianos, Armando Cossutta, sostuvo que "no es justo violar los derechos civiles". Su grupo se separó de Refundación Comunista e integra el gobierno que dirige Massimo D'Alema, del PDS.
Los sindicatos italianos expresaron también su "profunda preocupación" por la situación de los derechos humanos en Cuba y escribieron una carta a Fidel Castro pidiendo "la máxima trasparencia y el pleno derecho a la información". (FIN/IPS/jp/mj/ip hd/99