Un agente del Ministerio del Interior de Cuba infiltrado en grupos anticastristas evitó la voladura del mausoleo del guerrillero cubano-argentino Ernesto 'Che' Guevara, según aseguró hoy ante el tribunal que juzga a los autores de una serie de atentados cometidos en 1997.
Juan Francisco Fernández, el agente 'Félix' del Ministerio del Interior, fue sacado a la luz pública este martes, al aparecer entre los principales testigos en el juicio contra el salvadoreño Otto René Rodríguez, acusado de terrorismo.
Rodríguez es el segundo ciudadano extranjero llevado a los tribunales este mes por su participación en una ola de atentados que afectó a la industria turística cubana entre abril y septiembre de 1997.
Los organizadores de los atentados se proponían volar el mausoleo de Guevara, que se halla en la ciudad de Santa Clara, y el Museo de la Revolución, en La Habana, dijo Fernández durante una intervención de más de una hora ante el tribunal encargado del caso.
Con la presentación de Fernández, un agente encubierto que había logrado entrar en contacto con la principal organización anticastrista de Miami, las autoridades intentan demostrar la vinculación de influyentes sectores del exilio cubano en Estados Unidos.
Quizás los planes hubieran podido realizarse, como sucedió con las explosiones en cadena en varios hoteles de La Habana y en el restaurante La Bodeguita del Medio, si el contacto en Cuba para la acción no hubiera sido el agente Félix.
Con más de 20 años al servicio de la seguridad del Estado, Fernández aseguró que durante años se hizo pasar por militante anticastrista y mantuvo relaciones entre los exiliados cubanos en Estados Unidos y en la oficina de intereses de ese país en Cuba.
De acuerdo con su versión, durante un viaje al exterior recibió la solicitud de hacer un plano del Mausoleo, incluyendo la identificación de los principales puntos de vigilancia.
La Fiscalía presentó fotos en las que puede verse a Fernández en Miami junto a Jorge Más Santos, hijo del fallecido Jorge Más Canosa, que fue presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). Más Santos es ahora vicepresidente de la junta directiva de la FNCA.
Según Fernández, el propio Más Santos le comentó que la FNCA, una organización con influencia en el Congreso de Estados Unidos, suministra ayuda financiera para realizar atentados en Cuba.
El agente cubano debía recibir en junio de manos del salvadoreño Rodríguez 1.519 gramos de explosivo plástico, del tipo pentrita, dos relojes Casio, dos interfases y baterías.
Rodríguez se declaró culpable de la detonación de un artefacto explosivo el 4 de agosto de 1997 en el vestíbulo del hotel Meliá Cohiba, una instalación estatal cubana administrada por el Grupo Sol de España.
El salvadoreño aseguró haber sido contratado en ambas ocasiones por el exiliado cubano Luis Posada Carriles, responsable al parecer de un atentado contra un avión de la empresa Cubana de Aviación que causó la muerte a 73 personas.
Posada se declaró organizador de la ola de atentados contra la industria turística cubana en una entrevista que concendió al diario estadounidense The New York Times.
Los restos de Guevara, muerto en 1967 en Bolivia, fueron encontrados en junio de 1997 en la antigua pista de aterrizaje de la localidad de Vallegrande, a unos 700 kilómetros de La Paz.
La osamenta fue trasladada a Cuba en julio y en octubre de ese mismo año fue depositada en el mausoleo de Santa Clara junto a los restos de guerrilleros bolivianos, cubanos y peruanos también caídos en Bolivia.
En diciembre fueron llevados allí los restos de la argentino- alemana Tamara Bunke, más conocida como Tania la Guerrillera, muerta por el ejército boliviano poco antes del apresamiento y ejecución de Guevara. (FIN/IPS/da/ff/ip/hd/99