El desarrollo económico y tecnológico marca importantes diferencias al evaluar el impacto en cada país de la llamada falla del 2000, cuyo efecto posible va desde desastres nucleares al bloqueo de cuentas domésticas en el computador personal.
"Mientras mayor sea el desarrollo, mayor es el problema", admitió el ingeniero Melchor Gil Morell, director nacional de Informática de Cuba, quien aseguró que la isla viene preparándose desde 1996 para prevenir y enfrentar el asunto.
El directivo dijo que su país "tiene el problema totalmente bajo control", inclusive mediante la elaboración de planes de contingencia " independientemente de que los sistemas hayan sido o no convertidos".
En cuanto a dramáticos presagios sobre lo que puede suceder en cualquier parte del mundo en el campo de la aeronáutica, Gil Morell no descartó que pueda haber "algún accidente", pero rechazó la idea de "una catástrofe general".
En este sentido, consideró "difícil" que haya problemas debido a la forma "minuciosa" en que la Asociación Internacional de Transportistas Aéreos y la Organización Internacional de la Aviación Civil han estado comprobando todos los sistemas.
Incluso se han elaborado planes de contingencia a nivel regional y si un corredor aéreo no puede utilizarse, otro podría asumir el mando por vías alternativas, comentó en declaraciones a la prensa extranjera acreditada en la isla.
El también llamado "error informático del año 2000" tiene su origen fundamentalmente en el uso de sólo dos cifras en la representación y procesamiento interno del año en los sistemas informáticos y automáticos.
El directivo cubano explicó que esta práctica se desarrolló inicialmente para conseguir un ahorro de memoria de almacenamiento en las computadoras, recursos muy caros tres décadas atrás.
Aunque el riesgo era conocido desde hace tiempo, la preocupación no condujo a medidas de prevención hasta ahora, próximo a concluir el actual siglo.
Lo cierto es que después de la medianoche del 31 de diciembre, muchas computadoras y máquinas controladas electrónicamente interpretarán al 00 como al año 1900 en lugar del 2000, o no lo interpretarán para nada y funcionarán mal, bloqueándose o leyendo erróneamente los datos.
Los efectos de este error abarcan a una gran variedad de equipos informáticos, sofware y a equipos que hacen uso de microprocesadores, o sea, que poseen el llamado "sofware empotrado".
Es así que el riesgo se cierne sobre los sistemas informáticos de gestión en las empresas, centros de servicios, aeropuertos, corredores aéreos, instituciones de salud, industrias e inclusive en el sector doméstico.
Los sistemas defensivos figuran entre los mayormente sujetos a catástrofes por el posible enloquecimiento de las computadoras. Los militares estadounidenses, por ejemplo, tienen más de 1,5 millones de computadoras y 28.000 sistemas automatizados repletos de microconductores, así como 70 lenguajes de computación diferentes.
Las consecuencias que en este campo podría tener la falla del 2000 quita el sueño a más de un funcionario gubernamental de Estados Unidos, inquietud que no parece desvelar a Cuba, enredada en un conflicto con ese país que data ya desde hace cuatro décadas.
En cuanto a defensa, la isla también "está totalmente preparada para enfrentar el problema, inclusive en aspectos que atañen a la vida civil, como es el caso de las cédulas de identidad", afirmó Gil Morell, quien arguyó que la situación es "hasta un poco mejor" que en otras áreas.
En su opinión, "las consecuencias de la falla en Cuba no son las mismas que en países de mayor desarrollo tecnológico" y la mayor cantidad de computadoras afectadas están en el sector bancario, el turismo, comercio interior y comunicaciones.
En general, un 34 por ciento de las computadoras existentes en el país no son compatibles con las modificaciones a introducir en vistas del año 2000, pero la mitad de ese porcentaje puede utilizarse en su función habitual porque no se afectan con el cambio de fecha o se aplican en tareas docentes.
"El resto de las computadoras afectadas (unas 11.000) serán sustituidas en lo que resta de año, para lo cual ya existe el presupuesto", anunció Gil Morell.
Las áreas con mayor afectación, no sólo en computadoras sino en sofware y equipos tecnológicos, incluyen comunicación, comercio interior, aeronáutica civil, cuyos sistemas se están corrigiendo, y el turismo.
El directivo informó que más de 160 hoteles dedicados al turismo internacional están totalmente informatizados, tanto en el tratamiento al turista como en toda la gestión administrativa y comercial.
"Lo importante es que en cada organismo hay una comisión dedicada al tema. Tenemos las soluciones", consideró.
Sin descartar que llegado el momento puede haber problemas "aislados", Gil Morell recalcó que "no hay sistema alguno en el país que no esté convertido y probado antes que llegue la fecha en que puede fallar".
Cuba se precia de disponer de un alto número de especialistas en sofware y varias empresas del sector, coordinadas por el Grupo Empresarial de la Electrónica, realizan conversiones para adaptar los sistemas al año 2000 en países como España y México, en tanto se prepara algo similar con Canadá.
En tanto, Cuba integra junto a México, Centroamérica y El Caribe el Grupo Regional para, en el contexto de Naciones Unidas, coordinar acciones de prevención internacional del problema.
La Tercera reunión técnica de ese equipo debe efectuarse en julio en La Habana en torno a una agenda que incluye el tema del impacto del error informático del 2000 en la administración pública, telecomunicaciones y salud.
Asimismo, se tratará sobre la elaboración de planes de contingencia, en los que "Cuba tiene bastante experiencia", dijo Gil Morell.
Respecto de América Latina, el directivo afirmó que la situación no es homogénea y mencionó a Perú, Chile y México entre los países con mayor preparación para enfrentar el problema. (FIN/IPS/pg/dg/if/99
