Comenzó a tomar cuerpo en la Comunidad Andina y el Mercado Común del Sur (Mercosur) la tesis de pactar a fines de mes un acuerdo parcial sobre preferencias arancelarias, que excluya los productos más sensibles para las dos partes.
Esa salida fue propuesta por el secretario general de la Comunidad Andina, Sebastián Alegrett, y sería refrendada este martes, durante una reunión de ministros de Comercio de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, los países del bloque.
El ministro venezolano de Industria y Comercio, Gustavo Márquez, dijo antes de partir a Lima, sede de la reunión, que la propuesta de Alegrett, permitirá cumplir con la meta de tener un acuerdo entre los dos bloques el 31 de marzo, aunque sea parcial.
El pacto "consolidaría la voluntad política de la integración suramericana y daría una gran señal al mundo", con independencia de que no incluya todos los productos esperados, afirmó Márquez, al formalizar que Venezuela respalda la propuesta.
El ministro puntualizó que la iniciativa no cuenta todavía con el respaldo de todos los miembros de la Comunidad Andina y los del Mercosur, pero se mostró confiado que se logre el consenso durante esta semana.
Entre el lunes 29 y el miércoles 31, los negociadores técnicos de la Comunidad Andina y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) se reunirán en Montevideo, a fin de eliminar los mayores obstáculos posibles, con nuevas instrucciones políticas de los dos bloques.
La propuesta de Alegrett, de nacionalidad venezolana, fue puesta sobre la mesa durante la ronda negociadora que se celebró en Lima entre los días 17 y 19, y donde la apreciación general fue que representaba una salida para evitar un fracaso.
En sintesis, Alegrett planteó que los dos bloques rubriquen y pongan en vigor a fin de mes la extensión multilateral de las preferencias arancelarias en los rubros en los que haya consenso para ese momento.
En tanto, los productos de los sectores sensibles, en que no se logró un avance definitivo, se negociarían en los próximos meses, junto el resto del universo arancelario excluido de la primera fase de la negociación entre los dos bloques.
Esos sectores sensibles son el agrícola, automotor, textil y siderúrgico, detalló Márquez.
Hasta ahora, según lo indicado por Márquez, hay pleno acuerdo en 1.000 productos, de los cuales 600 son de los llamados prioritarios, vale decir, que hay comercio con ellos entre países de uno y otro bloque.
Eso significa que falta por cerrarse la negociación de otros 1.200 productos, aunque los negociadores técnicos dijeron, al concluir el día 19 la última ronda, que sobre una parte importante de ellos "se está cerca del consenso".
Los dos bloques buscan desde 1995, cuando se convirtieron en sendas unidades aduaneras, el pactar una progresiva área de libre comercio, que hace 11 meses se convinó en negociar en dos fases, tras marchas y contramarchas en la negociación.
La primera de esas fases debió cerrarse el 30 de septiembre, cuando se extendió su plazo al 31 de marzo. Consiste en extender bloque a bloque las preferencias (descuentos mutuos) que a lo largo del tiempo se concedieron bilateralmente países de uno y otro grupo, como una forma de facilitar su comercio.
Se trata de una negociación "cuatro más cuatro", porque Bolivia tiene en vigor un acuerdo de libre comercio asimétrico con el Mercosur desde abril de 1997, con el permiso de sus socios andinos. Ese acuerdo convergerá con el general más adelante.
La negociación entre dos bloques que suman 311 millones de personas, un intercambio de unos 5.000 millones de dólares y un producto interno bruto de 1,2 billones de dólares, se ha dificultado porque en el patrimonio histórico están buena parte de los sectores más sensibles del comercio andino-Mercosur.
Según el acuerdo marco, rubricado por los cancilleres de los nueve países el 16 de abril de 1998, la zona de libre comercio suramericana deberá operar desde enero del año 2000, y la negociación de esa segunda fase comenzará en cuanto se pacte el patrimonio histórico.
Márquez afirmó que la propuesta de Alegrett "abre un espacio mucho mayor para procesar las diferencias y lograr los ajustse necesarios en cada uno de los países".
El ministro consideró que si se cumple el nuevo plazo sin pactar un acuerdo "colapsaría la posibilidad de un área de libre comercio".
El nuevo gobierno venezolano, que tomó posesión el 2 de febrero, ha subrayado que la asociación con el Mercosur, y en particular con Brasil, es un objetivo estratégico para el país y que si fracasan las negociaciones multilaterales, Caracas iniciará un diálogo por su cuenta con el mismo objetivo.
El presidente Hugo Chávez ha criticado "la lentitud aveces pasmosa" con que se han llevado a cabo las negociaciones y al igual que Márquez y el canciller José Vicente Rangel han exhortado a los demás países andinos y del Mercosur a sopesar la importancia política de "mostrar un acuerdo" al mundo. (Fin/IPS/eg/if la/99