COMERCIO: Guerra del banano cae como bumerán sobre las potencias

La prolongada guerra del banano causa efectos distintos a los ambicionados por las dos potencias beligerantes, Estados Unidos y la Unión Europea, que esta semana quedaron aislados en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Las últimas acciones protagonizadas por los dos contendientes merecieron reprobación de todos los delegados que intervinieron este lunes en una sesión del Consejo General de la OMC convocado con urgencia a solicitud de la Unión Europea (UE).

Representantes de países que por lo general se alinean junto a los querellantes en otras cuestiones se sumaron a una amplia mayoría crítica del curso que adquiere el conflicto y que amenaza, aseguraron, a la misma OMC.

El delegado de Argentina, Guillermo González, opinó que las argucias jurídicas esgrimidas por las dos potencias durante las últimas semanas tienden a sentar jurisprudencia en su beneficio.

La guerra del banano ha dejado una cosa en claro: las dos grandes potencias quisieran asegurarse el predominio en la organización, sintetizó el representante de India, Srinivasan Narayanan.

El embajador John Wekes, representante de Canadá, reflejó el estado de ánimo dominante entre las delegaciones al afirmar que "esta casa (la OMC) no pertenece solo a Estados Unidos y a l Unión Europea. Es de sus 134 miembros".

Ya es hora de comprender que la organización es demasiado importante "para que la dejemos solamente en manos de Estados Unidos y la Unión Europea", ironizó Narayanan.

La guerra del banano, advirtió el negociador indio, amenaza con graves consecuencias a la totalidad del sistema comercial.

Las dos potencias fueron censuradas en las intervenciones por distraer la atención de la OMC de otros asuntos importantes. El pleito, opinaron delegados de terceros países, debe resolverse mediante negociaciones bilaterales de los litigantes.

El origen del conflicto se ubica en las reglamentaciones de comercialización del banano adoptadas por la UE y varias veces objetadas por los tribunales de la OMC.

El pleito se agravó en los últimos días, tras la decisión unilateral de Estados Unidos de aplicar represalias contra los europeos sin aguardar los dictámenes de otras acciones en trámite ante la OMC, relacionadas con la misma causa de la importación del banano.

Bruselas pidió la reunión extraordinaria del Consejo General de la OMC para examinar la decisión de Washington, que consideró "ilegal e inaceptable".

Un funcionario comercial dijo que la convocatoria solicitada por la UE causó una protesta extendida entre los miembros del Consejo General.

La reunión de urgencia respondióa la necesidad de presionar a los grupos especiales (paneles) que deben aún dictaminar en cuestiones pendientes del pleito del banano, interpretó Roberto Betancourt, representante de Ecuador.

Las quejas de la mayoría de las delegaciones se relacionan con la realización de un número creciente de sesiones especiales del Consejo General y del Organo de Solución de Diferencias, como también con la cancelación o el aplazamiento de otras reuniones.

Las representaciones de los países en desarrollo, escasas de personal, afrontan dificultades para atender tantas sesiones, comentó el funcionario comercial en declaraciones oficiosas.

El diligenciamiento del pleito del banano debió continuar en el Organo de Solución de Diferencias en lugar de ocupar la atención del Consejo General, el máximo organismo permanente de la OMC, integrado por los jefes de delegaciones.

Una amplia mayoría estimó también que Estados Unidos actuó de manera unilateral en los últimos tramos del conflicto. Todos los oradores afirmaron que en la OMC no hay lugar para el unilateralismo.

Países como Argentina o Brasil temen que Estados Unidos repita sus imprevistas acciones unilaterales en la comercialización, por ejemplo, de productos como los tubos de acero sin costura, ejemplificó González.

Pero al mismo tiempo, también tienen la obligación de recordar la tendencia de la Unión Europea a no cumplir con sus obligaciones jurídicas en el terreno comercial, especialmente cuando se trata de bienes agropecuarios, insistió el negociador argentino.

Las dos potencias mantienen un comercio bilateral que equivale sólo a cinco por ciento del total mundial, apuntó Wekes. "Ya es hora de tener en cuenta al 95 por ciento restante", dijo. (FIN/IPS/pc/ff/if/99

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