Parlamentarios y representantes de la sociedad civil de Colombia reclamaron sacrificios al gobierno y al guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), para descongelar el incipiente diálogo de paz.
Varios de los firmantes del Acuerdo de la Puerta del Cielo, con el que el ELN dio inicio al proceso de paz, hicieron su propuesta para descongelar el diálogo, en una carta dirigida a la Comisión Preparatoria para la Convención Nacional de esa organización guerrillera, la segunda de Colombia.
Los firmantes de la carta advirtiron que un fracaso del diálogo entre el gobierno y las organizaciones guerrilleras conduciría a agravar la guerra.
El ELN suspendió indefinidamente el diálogo con el gobierno a principios de febrero y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor fuerza guerrillera del país, lo postergó hasta el 21 de abril, condicionado a que se adopten medidas concretas contra las fuerzas paramilitares de derecha.
En la carta se propuso también una metodología para la realización de la Convención Nacional del ELN, que permitiría superar el obstáculo actual para el diálogo con el gobierno, dijo a IPS César Carrillo, dirigente del sindicato único de los trabajadores petroleros y uno de los firmantes de la carta.
La desmilitarización pedida por el ELN y el desmantelamiento de los grupos paramilitares exigido por las FARC implican un riesgo político para el gobierno, "aunque no son menores los peligros que corre la insurgencia" al salir a la luz pública para defender su proyecto, afirmó Carrillo.
El ELN pidió al gobierno la desmilitarización de cuatro municipios del norte del país para la realización de la Convención Nacional, en la que definiría con representantes de la sociedad civil los temas de la agenda para la negociación de paz.
"Sin desmilitarización no hay diálogo", declaró el dirigente del ELM Nicolás Rodríguez, alias "Gabino", tras la suspensión el 15 de febrero de las conversaciones que se mantenían en Caracas con el comisionado de paz de la Presidencia, Víctor Ricardo.
Algunos analistas interpretaron que con esta actitud el ELN buscaba "medirle el pulso al gobierno", que tras las dificultades que presenta el proceso con las FARC decidió endurecer su posición.
Para acercar la posición de las dos partes, los firmantes proponen que se repliegue la fuerza pública a los cuarteles o distritos de policía de la región que se escoja para la realización del diálogo y la guerrilla cese sus acciones armadas.
La propuesta equivale a la declaratoria de un cese del fuego bilateral en la región donde se realice la Convención Nacional.
En caso de ser acogida la propuesta, el control del orden público de la zona estaría a cargo de las autoridades civiles y se designaría una comisión para vigilar el cumplimiento del cese del fuego y el respeto a la población civil.
De esta comisión formarían parte representantes de organizaciones humanitarias y de la sociedad civil, del Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Organización de las Naciones Unidas.
Así mismo, representantes de la sociedad civil representados en el no gubernamental Consejo Nacional de Paz (CNP), pidieron este viernes al presidente Andrés Pastrana que convoque a este organismo para buscar salidas al estancamiento del diálogo.
El CNP, creado por ley para asesorar al gobierno en su politica de paz, cuenta con 60 miembros, 36 representan al Estado y los 24 restantes a sindicatos, comunidades religiosas y organizaciones no Gubernamentales que trabajan en el tema de la paz y la defensa de los derechos humanos.
Miembros de la Comisión de Paz del Congreso también se mostraron de acuerdo con buscar una salida al tema de la desmilitarización pedida por el ELN, para que se pueda avanzar en el diálogo.
Según el parlamentario Luis Velasco, del opositor Partido Liberal, el gobierno debe estudiar el tema del despeje como una posibilidad real para se pueda desentrabar el proceso de paz.
No obstante, la legisladora Zulema Jattin, también del Partido Liberal, afirmó que la decisión de llevar a cabo el diálogo en una zona desmilitarizada deberá estar acompañada de programas de desarrollo que conviertan a la región en un verdadero laboratorio de paz. (FIN/IPS/yf/ag/ip/99
