La policía de Colombia atribuyó hoy a un posible resurgimiento del "narcoterrorismo" en la ciudad occidental de Cali cuatro atentados con explosivos que se registraron esta semana.
El último ataque se produjo este sábado contra una importadora de vehículos de la marca estadounidense Ford.
Según la policía, el ataque habría sido llevado a cabo por "terroristas al servicio de los llamados 'Extraditables' del narcotráfico".
Los atentados serían una respuesta de los narcotraficantes ante la presión que ejerce Estados Unidos para que varios de los jefes del nrcotráfico detenidos en Colombia les sean remitidos para juzgarlos.
"Los narcotraficantes estarían ejerciendo este tipo de presión contra los intereses estadounidenses para intimidar a la comunidad y evitar ser extraditados", consideran los organismos de seguridad.
La onda explosiva de este sábado no causó muertos pero destruyó las vidrieras de establecimientos comerciales de los alrededores y daños a varios vehículos.
Entre el pasado domingo y el lunes también fueron atacadas dos iglesias de mormones y una escuela de enseñaza de inglés.
El tema de la extradición de narcotraficantes que tienen cuentas pendientes en Estados Unidos fue abordado esta semana por la fiscal de ese país Janet Reno con autoridades colombianas.
Durante la visita de la funcionaria, que estuvo en Bogotá entre los días 9 y 11, la Fiscalía de Colombia indicó que hay cinco solicitudes de extradición presentadas por Washington que están siendo estudiadas.
Los organismos de seguridad dieron a conocer detalles de una presunta "cumbre de narcotraficantes" que se habría celebrado para decidir cómo enfrentar las solicitudes de extradición.
Un grupo de delincuentes sería partidario de presentar "un bajo perfil", por considerar que ya han sido condenados y que es preferible mantenerse alejados de cualquier actividad ilícita.
Una segunda posición sería la de aquellos que consideran que debe "enviarse un mensaje claro a la sociedad", con el anuncio del resurgimiento del grupo de "Los extraditables", que desató una ola de atentados terroristas entre 1988 y 1991.
Al mando del posteriormente muerto Pablo Escobar, jefe del cártel de Medellín, "Los Extraditables" colocaron coches bomba en las principales ciudades colombianas, provocando la muerte de más de 1.000 personas.
Ese grupo logró que la Constitución de 1991 prohibiera la extradición de nacionales.
La norma fue anulada en 1997. Desde ese año, los delincuentes detenidos que hayan continuado cometiendo delitos vinculados con el narcotráfico desde la cárcel también pueden ser extraditados.
Entre los narcotraficantes que Estados Unidos ha pedido en extradición por considerar que existen indicios de que han continuado delinquiendo en prisión figuran los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, jefes del Cártel de Cali. (FIN/IPS/yf/dg/ip/99
