El comisionado de la Presidencia de Colombia para la Paz, Víctor Ricardo, reclamó hoy a las insurgentes FARC que clarifiquen el asesinato de tres activistas estadounidenses cuyos cadáveres fueron hallados en Venezuela, cerca de la frontera.
Ricardo dijo este lunes que una "respuesta clara" de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) contribuiría a dar "transparencia al proceso de paz". Las FARC deberían "decir la verdad y asumir su responsabilidad" en caso de que corresponda, agregó.
Ricardo aseguró, además, que pese a los asesinatos de los tres defensores de los derechos indígenas de nacionalidad estadounidense, el proceso de paz continuará.
El incipiente diálogo con las FARC esta suspendido hasta el 21 de abril, pero el comisionado presidencial se reunió este fin de semana con portavoces de la organización insurgente en San Vicente del Caguán (sueeste), sede de las conversaciones, con el fin de evaluar las condiciones del proceso.
El Ejército de Colombia ha afirmado que se trata, sin duda, de un crimen cometido por las FARC, pero desde el ámbito político se advirtió que podría tratarse de una acción de paramilitares de derecha para obstaculizar el proceso de paz.
Este crimen causó preocupación entre sectores políticos que consideraron que podría afectar las incipientes negociaciones de paz entre el gobierno de Andrés Pastrana con las FARC, en el que Estados Unidos ha mostrado interés.
En su reunión con Ricardo el domingo, Raúl Reyes, uno de los portavoces de las FARC, afirmó que el asesinato de los activistas fue "un hecho deplorable" y anunció una investigación para esclarecer nos hechos.
Los cuerpos de los estadounidenses Terence Freitas, Ingrid Washinawatok y Laheenae Gay, que trabajaban con la comunidad indigena u'wa, fueron encontrados el sábado baleados y con señales de tortura, en territorio venezolano, a 30 metros de la frontera con Colombia.
Freitas, Washinawatok y Gay habían sido invitados por la comunidad u'wa para participar en Colombia en un proyecto de educación y cultura tradicional, y fueron secuestrados por un supuesto comando de las FARC el 25 de febrero.
Los u'wa mantienen un conflicto con la multinacional Occidental Petroleum por la explotación de recursos petroleros en sus tierras ancestrales en el noreste de Colombia.
Los 5.000 miembros de la comunidad han amenazado con suidicarse si la Occidental desarrolla el proyecto petrolelro en sus tierras.
Gay era director de Pacific Cultural Conservancy International, grupo defensor de los indígenas radicado en Hawai. Washinawatock era un indígena menominee, del estado de Wisconsin. Freitas era un científico ambientalista independiente oriundo de California.
El gobierno estadounidense, representantes de la comunidad u'wa y el Ejército colombiano responsabilizaron a las FARC del secuestro, por ser el grupo que controla la región donde se produjo el 25 de febrero.
Pero uno de los indígenas que acompañaba a los tres activistas y que fue dejado libre por los captores dijo que éstos estaban con la cara cubierta y vestidos de civil, lo que no es usual en el modo de operar de los insurgentes.
Reyes aseguró que "las FARC no tienen ninguna responsabilidad en el hecho" y anunció, no obstante, que de encontrarse responsables a miembros de su organización tomarán "medidas drásticas" contra quien o quienes hayan cometido "tan grave error".
A la negativa de las FARC sobre la autoría del crimen se sumó también la de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización paramilitar de derecha, contra quienes tambien recaen sospechas por su oposición al proceso de paz con la guerrilla.
Para Jaime Zuluaga, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la estatal Universidad Nacional, se debe en primera instancia determinar la responsabilidad del crimen y quiénes pueden resultar beneficiados con este hecho.
Zuluaga dijo a IPS que el asesinato "no beneficiaría a las FARC, que tienen programada una reunión con portavoces del Departamento de Estado de Estados Unidos" para desarrollar un programa de sustitución de cultivos ilícitos con el que están comprometidos los insurgentes.
En opinión de Zuluaga, el asesinato de los tres activistas "parece orientado a debilitar el incipiente proceso de paz" y a generar dificultades con Estados Unidos, que está apoyando las conversaciones.
Como consecuencia del asesinato, el subsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Pino Arlacchi, canceló una reunión que tenía programada para este lunes con las FARC con el fin de considerar la cooperación del organismo multilateral en materia de sustitución de cultivos ilícitos.
En una carta al presidente de la República, Andrés Pastrana, las AUC afirmaron que esa organización "antisubversiva no es de ninguna manera responsable de la muerte de los tres norteamericanos" y responsabilizaron a la guerrilla por el hecho.
No obstante, Aby Reyes y Leslie Wirpsop, novia y ex novia respectivamente de Freitas, coincidieron este domingo en declaraciones al noticiero NTC de la cadena Uno de televisión en no creer que las FARC hubiesen cometido el asesinato.
Wirpsop dijo, además, que ella había venido a Colombia con Freitas y que cuendo regresaron a su casa en California recibieron dos amenazas de supuestos paramilitares que les advertían que no debían volver a este país.
El Ejército de Colombia ha afirmado que se trata, sin duda, de un crimen cometido por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), pero desde el ámbito político se advirtió que podría tratarse de una acción de paramilitares de derecha para obstaculizar el proceso de paz.
Este crimen causó preocupación entre sectores políticos que consideraron que podría afectar las incipientes negociaciones de paz entre el gobierno de Andrés Pastrana con las FARC, en el que Estados Unidos ha mostrado interés. (FIN/IPS/yf/mj/ip hd/99
