COLOMBIA: Caracas busca evitar que conflicto se internacionalice

Venezuela asumió un papel activo en el proceso de paz de Colombia para tratar de evitar que la situación en ese país "se convierta en una excusa para internacionalizar el conflicto", afirmó el canciller José Vicente Rangel.

El jefe de la diplomacia venezolana planteó en una entrevista con IPS que "hay quien está pensando en internacionalizar el conflicto de Colombia, y eso significa prender la mecha de la violencia en toda la región, con consecuencias impredecibles".

La violencia en el vecino país y los nuevos pasos que pudiera dar Caracas como facilitador del proceso de paz, será un punto promordial en el primer encuentro formal que el jueves 11 sostendrán los presidentes de Colombia, Andrés Pastrana, y Venezuela, Hugo Chávez, en una población fronteriza venezolana.

Rangel, un veterano dirigente de izquierda y uno de los principales formadores de opinión de Venezuela, es desde el 2 de febrero el canciller del gobierno de Chávez, que barrió de la conducción del país a los políticos y partidos tradicionales.

Rangel explicó que el conflicto colombiano "nos preocupa enormemente, porque de no ser conjurado pudiera convertirse a corto plazo en una cuestión altamente explosiva".

"Ya resulta un lugar común decir que la guerra en Colombia es la guerra en Venezuela, tarde o temprano, y que la paz en Colombia es la paz en Venezuela", adujo el ministro ante el hecho de que la extensa y viva frontera de 2.219 kilómetros es un frente de actuación de los grupos guerrilleros colombianos.

Rangel dijo que las fuerzas que piensan en internacionalizar el conflicto "escapan al dominio del gobierno colombiano y el gobierno venezolano, pero nos obligan a ambos a pensar muy seriamente en el futuro inmediato".

El peligro de la internacionalización es la circunstancia, "aparte del aspecto humano de la pérdida de vidas y factores igualmente importantes", que hace que "para el presidente Chávez sea absolutamente prioritario el tema de la paz".

El origen del temor a una internacionalización se nutre en la parcepción creciente entre expertos y diplomáticos de la región de que factores de poder de Estados Unidos piensan que si fracasa la apuesta a la paz de Pastrana, se debe actuar en el conflicto.

Chávez repite que irá a donde le pidan ir y hara todo lo que le soliciten hacer en favor de la paz en Colombia, participó en enero en La habana en una reunión de Pastrana con el presidente cubano Fidel Castro, y envió en enero un delegado a la apertura del diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC).

Ya como presidente en ejercicio, Caracas acogió en febrero las dos reuniones sostenidas entre el gobierno colombiano con el segundo grupo en armas, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

"Estamos actuando de buena fe, somos facilitadores de este proceso, no somos parte del mismo, no queremos crear suspicacia alguna y reconocemos como único interlocutor al gobierno y al Estado de Colombia", subrayó Rangel.

"Pero, al mismo tiempo, decimos que no podemos tener una actitud de desprecio hacia la otra parte, la guerrilla, porque no es posible arribar a la paz en Colombia, sin llegar a acuerdos de los dos factores en pugna".

Entre las señales que encienden la alarma en la región sobre una internacionalización, los analistas citan el hecho de que en febrero el gobierno peruano de Alberto Fujimori militarizó la frontera con Colombia, a la vuelta de una visita a Washington.

El argumento de Fujimori sobre la urgencia en evitar la penetración del "narcoterrorismo colombiano" a su territorio y sus expresiones contrarias al proceso de paz fueron percibidas como la preparación del terreno para una eventual actuación de Washington, si no hay avances rápidos en el diálogo.

Rangel prefirió no entrar en esos terrenos especulativos, pero admitió que "todo lo que tiene que ver con la posibilidad de establecer bases en países vecinos, para encarar una posible complicación en Colombia, nos preocupa altamente".

Por eso alivió la notificación esta semana de Lima de que Perú no acogerá una base militar estadounidense, en reemplazo a la que a fin de este año deberá abandonar el canal de Panamá, cuando se complete la devolución de esa zona al finalizar este año.

"Y nosotros tampoco (aceptamos ser sede de una base", puntualizó Rangel, dejando en el aire si Washington hizo o no alguna solicitud formal al respecto a Venezuela.

El canciller, quien tras ser candidato presidencial en dos ocasiones estuvo fuera de la política activa por 15 años, durante los que se dedicó al periodismo de denuncia, dijo que "no me atrevó a decir que hay una estrategia ya diseñada" en dirección a una eventual internacionalización del conflicto.

"Pero como observador sí puedo decir que que hay una creciente preocupación en Estados Unidos, sobre todo fortalecida con el retiro de las tropas estadounidenses de la zona del canal de Panamá", argumentó.

Abundó en que "eso para algunos estrategas de Estados Unidos pudiera significar el debilitar el control, entre comillas, de la región, en una zona caliente, y ese es un motivo de inquietud".

Sobre la marcha del proceso de paz, que comenzó el 7 de enero con las FARC, para suspenderlo ese grupo 12 días después hasta abril, y se mantiene en su fase preliminar con el ELN, Rangel dijo que "mi impresión personal es que la guerrilla tiene no sólo la iniciativa militar, sino también la política".

"Mi apreciación es que hasta ahora la guerrilla prácticamente ha puesto las reglas de juego en la guerra y que ahora ha tomado la iniciativa en el proceso de paz", abundó.

La razón de ello es "porque se mueve con mucha facilidad en el terreno político, está aportando iniciativas".

Por ejemplo, "cuando Chávez dice que está dispuesto a reunirse con los líderes guerrilleros y con Pastrana, inmediatamente la guerrilla toma la palabra y dice que Manuel Marulanda (comandante de las FARC) está dispuesto a entrevistarse con el presidente".

"Es un juego político hábil, ante el cual el gobierno colombiano tendrá que tomar la iniciativa", comentó.

Pero el canciller subrayó que "a nosotros no nos corresponde calificar, sino registrar lo que está ocurriendo y anotar los aspectos positivos de cualquiera de las iniciativas que se formulen".

"Mientras haya posibilidad de diálogo, nosotros vamos a seguir apoyando el proceso", y eso es algo que "sabe y aprecia el presidente Pastrana", puntualizó. (Fin/IPS/eg/ip la/99

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