China discute la celeridad con que debería implementar reformas de mercado, pero la provincia de la isla de Hainan decidió que es preferible el enlentecimiento del mercado al desequilibrio acelerado de la ecología.
Catorce delegados de Hainan presentaron un proyecto para convertir a su tierra natal tropical en una "provincia ecológica" en las sesiones del Congreso Nacional del Pueblo (CNP) realizadas la semana pasada.
Hainan, situada en la península de Leizhou, en el Mar Meridional de China, fue declarada Zona Económica Especial hace poco más de una década. La propuesta de transformar a la isla en refugio ecológico se llevará a cabo en 10 años.
Los funcionarios de Hainan explicaron que se trata de un gran cambio político, del interés centrado en las finanzas y los bienes raíces al protagonismo del medio ambiente.
Los representantes de la zona afirmaron haberse dado cuenta de que la verdadera riqueza de su provincia son sus bellezas naturales, destruidas por el desarrollo de los últimos años.
"Tenemos muchos recursos naturales, así que estimularemos nuestra economía mediante el desarrollo de agricultura y pesca que respeten el ambiente. Cuidar la naturaleza también debería contribuir a convertirnos en un lugar hermoso y atraer turistas", sostuvo Yu Xun, vicegobernador de la provincia.
"Este viraje hacia la preservación ecológica es un cambio respecto de nuestros esfuerzos (previos), porque percibimos problemas en nuestra economía a comienzos de la década del 90", agregó.
A fines del decenio pasado, cuando Hainan fue declarada Zona Económica Especial, el sector de la construcción desbordó el control de las autoridades de la isla, que se encontró de pronto plagada de edificios.
Pero las instituciones financieras que apoyaron esas empresas pagaron caro cuando el banco de desarrollo provincial quebró, y se congeló el capital de los bancos interesados. El crecimiento económico de Hainan se desplomó y llegó a 4,3 por ciento, su nivel más bajo, en 1995.
Entre tanto, el reclamo de tierras para la captura de peces y cangrejos causaba daños serios al famoso bosque rojo de la isla, que en otras épocas cubría toda la costa y contribuía con el equilibrio ecológico entre la tierra y el mar, protegiendo a la costa de la erosión.
Ahora, las hojas de los árboles se volvieron amarillas. En algunas zonas, el bosque rojo murió.
La excesiva recolección de corales que se realiza desde los años 60 destruyó más de 80 por ciento de los frágiles arrecifes de la región. Hasta ahora desaparecieron más de 20.000 hectáreas de las 400 variedades existentes en la isla.
Los arrecifes de coral actúan como barreras submarinas, son refugio de peces y langostinos, y también hacen de filtro que limpia el agua. Son parte esencial del ecosistema acuático de la costa.
Los funcionarios de Hainan dijeron que el objetivo del proyecto enviado al CNP es coordinar el desarrollo económico con la protección del ambiente. La rapidez del parlamento para aprobarlo – 10 días- es una muestra más de la urgencia de la petición.
La expansión del bosque más grande de China y la detención de la desertificación son algunas de las metas a corto plazo.
El proyecto también se propone erradicar la "polución blanca", producida por las bolsas de nailon, botellas de agua mineral y bandejas de poliestireno, y prohibir el uso del flúor como refrigerante.
"El programa cristaliza nuestro 'proyecto verde' de fin de siglo, cuya meta es revertir el proceso de deterioro del ambiente", observó Yu.
En 1998, se prohibió acampar y alojarse en los bosques naturales de Hainan.
"Planeamos agrandar el bosque de la provincia y convertirlo en un cinturón costero alrededor de la isla. También construiremos un cinturón verde a lo largo de la autopista orbital", anunció Chen Dongwei, director de la Administración Provincial de Recursos Territoriales y Oceánicos.
Las autoridades de la capital provincial de Haikou afirmaron que invertirán unos 75 millones de yuans (nueve millones de dólares) en limpiar el río Meishe, gravemente contaminado.
La honestidad de Hainan para admitir sus errores parece haber impresionado al Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo y al sector empresarial de Japón, ya que todos ellos apoyan los cambios de la isla.
Pero los mismos funcionarios de Hainan admitieron que conjugar desarrollo turístico con preservación de la ecología en forma equilibrada puede ser una tarea complicada.
En los últimos años, Hainan atrajo sobre todo turismo doméstico. A pesar de la crisis económica actual, la isla fue visitada por 8,4 millones de turistas el año pasado, un aumento de 8,2 por ciento respecto a 1997.
Los observadores sostuvieron que las hordas de turistas afectaron negativamente el ambiente.
Se necesitará un plan que combine turismo con preservación ambiental para recuperar la belleza perdida de Hainan y recibir más visitantes.
Yu se mantuvo optimista acerca de las posibilidades de salvar lo que queda de los tesoros naturales de Hainan, y quizá, mejorarlos.
"Confiamos en convertir a Hainan en una provincia ecológica, mediante esfuerzos nacionales e internacionales", declaró. (FIN/IPS/tra-en/cf/ap-en/cb/js/ceb-dg/if-en/99