Las Fuerzas Armadas de Chile pedirán al presidente Eduardo Frei que intensifique gestiones para que el ministro británico del Interior, Jack Straw, no dé curso al pedido de extradición a España del ex dictador Augusto Pinochet.
Los comandantes del Ejército, general Ricardo Izurieta, la Armada, almirante Jorge Arancibia, la Fuerza Aérea, general Fernando Rojas, y de la policía de Carabineros, general Manuel Ugarte, intercambiaron consultas este jueves, en la víspera de una nueva reunión del Consejo de Seguridad Nacional (Cosena).
Tras el último fallo sobre Pinochet, dictado el miércoles por la Cámara de los Lores de Gran Bretaña, Frei decidió convocar al Cosena, un organismo que asesora a la presidencia en asuntos de seguridad y que tendrá así su cuarta reunión desde que el ex dictador fuera arrestado en Londres el 16 de octubre de 1998.
Los siete jueces del Comité de Apelaciones de la Cámara de los Lores dictaminaron, por seis votos a uno, que Pinochet no goza de inmunidad, pero que sólo puede ser acusado por delitos de tortura posteriores al 8 de diciembre de 1988, fecha en que entró en vigor en Gran Bretaña la Convención Internacional contra la tortura.
El veredicto redujo drásticamente, de 34 a uno, los delitos por los que el juez español Baltasar Garzón solicitó la extradición de Pinochet a Madrid, un pedido cursado por el gobierno de José María Aznar y que Straw acogió a trámite el 9 de diciembre.
Sin embargo, los lores, en su fallo de este miércoles, pidieron a Straw una nueva definición en cuanto a continuar con el proceso de extradición, considerando la disminución de los cargos contra el ex dictador y actual senador vitalicio de 83 años.
La defensa de Pinochet interpuso ante la Alta Corte de Londres un recurso de amparo contra la anterior resolución de Straw, que sería resuelto el próximo lunes, pero que no tendría efectos sobre la nueva decisión del ministro.
Fuentes del Ministerio del Interior británico aclararon este jueves en Londres que Straw no tiene un plazo fijo para dar a conocer si reactiva o no la extradición, desmintiendo así versiones que fijaban también el lunes como fecha.
Aunque no hubo versión oficial de las conversaciones de los comandantes de las Fuerzas Armadas de Chile, trascendió que el propósito fue coordinar una posición común para la reunión del Cosena de este viernes.
Este organismo, que preside Frei, está integrado, además de los mandos castrenses, por los presidentes del Senado y la Corte Suprema, Andrés Zaldívar y Roberto Dávila, y por el Contralor General de la República, Arturo Aylwin.
Esta composición otorga al Cosena el carácter de un cuerpo cívico-militar, criticado a menudo por sectores de izquierda como la instancia en que las Fuerzas Armadas siguen ejerciendo una importante cuota de poder político.
Las medidas más enérgicas de presión política y judicial contra España y Gran Bretaña en demanda de la liberación de Pinochet fueron acordadas el 11 de diciembre, en la tercera reunión del Cosena.
En esa oportunidad, los cuatro comandantes ingresaron conjuntamente al palacio presidencial de La Moneda, en lo que fue una demostración de la unidad con que están actuando en la defensa de Pinochet.
La suerte del general retirado, que comandó el Ejército hasta el 10 de marzo de 1998, está en manos de Straw después del último fallo de la Cámara de los Lores.
Tanto los mandos militares como la Fundación Pinochet, los partidos de derecha y los gremios empresariales, consideran que el gobierno de Frei debe presionar al ministro británico para que revoque el proceso de extradición del ex gobernante chileno.
El argumento central es que los cargos que quedan en pie contra el ex dictador aluden a casos de tortura "de carácter policial, menores e irrelevantes", cometidos en las postrimerías del régimen militar.
El jurista chileno Felipe González, experto en derecho internacional, sostiene, sin embargo, que Garzón está facultado para agregar al auto de extradición unos 40 casos de crímenes represivos cometidos en Chile después de diciembre de 1988.
El canciller José Miguel Insulza estimó que no procede que el gobierno haga gestiones ante Straw en esta fase del proceso, contrariando así las demandas de los partidarios de Pinochet que serían replanteadas en el Cosena por los mandos militares.
Insulza dijo este jueves que Pinochet enfrenta aún cargos cualitativamente graves en Londres y recordó que podrían bastar un solo delito para que se autorice su extradición a España.
El canciller consideró una paradoja que, de acuerdo con el veredicto de los lores, no se puedan perseguir internacionalmente delitos más graves que la tortura, por no existir sobre ellos convenciones internacionales.
La acusación original de Garzón contra Pinochet se fundamenta en unos 3.000 casos que configuran delitos de genocidio, secuestro y desaparición de personas, terrorismo de Estado internacional y conspiración, además de torturas. (FIN/IPS/ggr/ff/hd ip/99