CHILE: Documentos revelan complicidad de EEUU con Pinochet

Un documento del gobierno de Estados Unidos reveló la complicidad que existía en 1976 entre el ex secretario de Estado (canciller) Henry Kissinger y el dictador de Chile, Augusto Pinochet.

El documento de 10 páginas resume un encuentro celebrado en 1976 entre Pinochet y Kissinger en el que este expresa su "simpatía" por los esfuerzos del dictador para superar las acusaciones de que su régimen violaba los derechos humanos.

"Mi evaluación es que usted es víctima de todos los grupos de izquierda del mundo, y que su mayor pecado fue que derrocó a un gobierno que se encaminaba al comunismo", dijo Kissinger a Pinochet, según un memorándum "secreto" de la conversación registrada por el entonces principal colaborador de Kissinger para América Latina, William D. Rogers.

El documento, revelado por el independiente Archivo Nacional de la Seguridad, salió a la luz pública mientras Pinochet y el gobierno del presidente Bill Clinton esperan el fallo del comité de apelaciones de la Cámara de los Lores británica.

El mismo decidirá si el ex dictador puede ser extraditado a España, donde se lo requiere para juzgarlo por terrorismo, tortura y genocidio, o si debe ser liberado del arresto domiciliario para que vuelva a Chile.

El documento confirma que el ex canciller chileno Orlando Letelier ya inquietaba a Pinochet tres meses antes de que el funcionario fuera asesinato junto con su secretaria estadounidense Ronni Karpen Moffitt, en Washington, en septiembre de 1976.

Pinochet se queja amargamente en el memorándum sobre las gestiones de Letelier para persuadir al Congreso estadounidense de imponer sanciones económicas y de otro tipo contra Chile.

"Letelier tiene acceso al Congreso (estadounidense). Sabemos que están dando información falsa", dijo Pinochet a Kissinger.

El ex dictador también nombra al dirigente del Partido Demócrata Cristiano Gabriel Valdés como otro de sus enemigos que le causa problemas en el exterior. "Nos preocupa nuestra imagen. Por desgracia, no tenemos los millones necesarios para la contrapropaganda", dijo.

En lugar de insistir que Letelier estaba ejerciendo sus derechos democráticos, Kissinger expresa su comprensión a Pinochet, y afirma que existe una "campaña de propaganda mundial de los comunistas", asegurándole que Washington "aprueba el derrocamiento del gobierno con inclinaciones comunistas" chileno.

A la vez, Kissinger aconsejó a Pinochet sobre la manera de mejorar su imagen, y le sugirió que la puesta en libertad de detenidos chilenos se podría anunciar en grandes "paquetes", en lugar de en pequeños grupos.

El fallo de la Cámara de los Lores probablemente decida si el gobierno de Clinton investigará y posiblemente procesará a Pinochet por los asesinatos de Letelier y de Karpen Moffitt.

En diciembre, el Departamento de Estado declaró, por primera vez desde que Pinochet fue detenido en Londres a mediados de octubre, que la posible complicidad del ex dictador en los asesinatos de 1976 "merece la especial atención de Estados Unidos".

También declaró entonces que apoyaría "toda decisión del Departamento de Justicia con respecto a investigaciones ulteriores y, de ser apropiado, al proceso" de Pinochet.

Pero desde entonces, el Departamento de Justicia, dirigido por la fiscal general Janet Reno, no se refirió al tema. Funcionarios estadounidenses dijeron a IPS esta semana que el silencio se debe a la decisión de esperar al fallo final de los lores británicos.

Pero los mismos funcionarios insistieron en que el gobierno realiza su propia investigación en silencio, y que libera al público documentos secretos sobre las violaciones de los derechos humanos cometidos en Chile durante los primeros cinco años del gobierno de Pinochet.

"Las cosas se mueven", sostuvo un funcionario.

Pinochet llegó al poder en septiembre de 1973 tras un cruento golpe de Estado contra el presidente elegido democráticamente Salvador Allende.

Más de 3.000 personas fueron asesinadas, entre ellas decenas de ciudadanos españoles, durante el golpe e inmediatamente después del mismo, cuando el ejército y la policía chilenos persiguieron a supuestos izquierdistas y los "desaparecieron" o los mataron.

La campaña de represión alcanzó ribetes internacionales con la creación de la Operación Cóndor, una iniciativa desplegada por Chile junto con otros regímenes del cono sur de América Latina para perseguir y eliminar a izquierdistas en esos países.

Funcionarios estadounidenses que participaron en 1978 en el proceso de cinco personas, entre ellas dos oficiales del ejército chileno, condenados por el asesinato de Letelier, aseguraron que el asesinato fue parte de la Operación Cóndor y que fue casi seguramente ordenado por el propio Pinochet. (FIN/IPS/tra-en/jl/aq/ip/99

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