/BOLETIN-INTEGRACION/ AMERICA CENTRAL: Clinton sembró esperanzas pero no mucha ayuda

La cumbre que los jefes de gobierno de América Central y República Dominicana sostuvieron con el estadounidense Bill Clinton en Antigua Guatemala esta semana sembró esperanzas, pero los resultados concretos son escasos.

Las peticiones más importantes de los mandatarios de América Central giraron en torno a la deportación de indocumentados, la apertura a los mercados comerciales, la condonación de deuda externa y el fomento a la reconstrucción de la región tras el paso del huracán Mitch.

La Declaración de Antigua fue firmada por Clinton y los presidentes Alvaro Arzú, de Guatemala, Armando Calderón, de El Salvador, Arnoldo Alemán, de Nicaragua, Miguel Angel Rodríguez, de Costa Rica, Carlos Flores, y de Honduras, Leonel Fernández, de Republica Dominicana, y el primer ministro de Belice, Said Mussa.

Después de escuchar a Arzú y a Calderón refiriéndose a la necesidad de evitar deportaciones de inmigrantes, Clinton dijo: "Debemos cumplir con nuestras leyes migratorias. De lo contrario, sería injusto con el resto de ciudadanos del mundo y de América Central que cumplen con las normas de mi país".

Pero el mandatario estadounidense se comprometió a "tratar de cambiar y flexibilizar las normas migratorias" y manifestó su intención de atacar el desempleo y la pobreza en la región, razones que motivan el flujo de indocumentados.

Se calcula que unos 300.000 salvadoreños y 200.000 guatemaltecos indocumentados viven en Estados Unidos.

Acerca de la reconstrucción de América Central tras el paso del huracán Mitch, Clinton reiteró su compromiso de agilizar la aprobación en el Congreso legislativo de una partida de unos 1.000 millones de dólares en asistencia. De esa suma, la tercera parte se destinará a Honduras, el país más afectado.

Además, Clinton prometió mediar ante la comunidad internacional para que colabore con los países afectados.

El huracán Mitch que azotó a América Central a principios de noviembre causó más de 9.000 muertos, dejó a tres millones de personas sin vivienda y ocasionó pérdidas superiores a los 10.000 millones de dólares. Honduras y Nicaragua fueron los países más afectados.

En el área de comercio e inversión, Clinton expresó su determinación de presionar al Congreso de su país para ampliar los beneficios comerciales de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe de manera que responda efectivamente a las necesidades de los países de la región.

Clinton recordó que ya envió al Congreso un proyecto que abriría el mercado estadounidense a los productos textiles de América Central.

Sin embargo, el presidente Rodríguez de Costa Rica, cuestionó el proyecto por considerarlo "sumamente restrictivo".

La Declaración de Antigua también incluyó otros asuntos, como alivio de la deuda y cooperación financiera, democracia, estado de derecho y derechos humanos, equidad social y desarrollo sustentable.

Clinton dijo también que "la cumbre presidencial de Antigua Guatemala fue un momento en la historia que debió ocurrir hace mucho tiempo".

Al finalizar la inauguración de la cumbre, amenizada con música de marimba, Clinton rompió el protocolo para estrechar la mano de funcionarios y periodistas, firmar autógrafos y posar para fotos con algunos invitados.

Antes de la clausura de la cumbre, que comenzó con más de una hora de retraso, para regresar al hotel donde se celebraría el acto, las comitivas debieron sortear manifestaciones de sindicalistas que portaban pancartas con la frase "bienvenido a la tierra de la impunidad y la extrema pobreza".

Trabajadores despedidos de fincas bananeras, empleados de maquilas y lisiados de guerra se hicieron presentes en Antigua Guatemala para manifestar su disconformidad.

Mientras, en Estados Unidos, el diario The New York Times dijo el jueves que "la visita de Clinton es una oportunidad perdida", porque "el Presidente está distribuyendo su compasión pero poco en materia de dinero".

El diario recordó que el paquete de ayuda por 1.000 millones de dólares está trabado en el Congreso y que el gobierno debe permitir que el cuarto de millón de inmigrantes que huyeron de las guerras de El Salvador y Guatemala permanezcan en Estados Unidos.

También abogó por la condonación de la deuda que agobia a los países más pobres de la región.

"Washington gastó miles de millones de dólares en las guerras en América Central. Ahora debe aumentar su compromiso en apoyo de la paz y la prosperidad", concluyó el diario. (FIN/IPS/cz/mj/ip if dv/99

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