/BOLETIN-INTEGRACION/ AMERICA CENTRAL: Clinton promete justicia migratoria

El presidente estadounidense Bill Clinton logró esta semana en Nicaragua atenuar con promesas de justicia migratoria y rebaja de aranceles el disgusto de varios países de América Central al reanudarse la deportación de centroamericanos indocumentados de Estados Unidos.

Clinton, que realizó entre el lunes y el jueves una gira por cuatro países de América Central, prometió en la ciudad de Posoltega, 130 kilómetros al noroeste de Managua, que pedirá al Congreso legislativo de su país una solución migratoria justa para esta región.

Cerca de 2,5 millones de centroamericanos viven en Estados Unidos y sus remesas contribuyen a sostener la balanza de pagos de algunos países, como El Salvador.

"He pedido al Congreso reducir las barreras arancelarias y voy a buscar una solución migratoria justa", dijo Clinton. También prometió buscar mecanismos para aliviar la tragedia causada en octubre y noviembre por el huracán Mitch.

Organizaciones internacionales calcularon en 6.000 millones de dólares las pérdidas sufridas por América Central al paso del Mitch, que arruinó en Honduras y Nicaragua el esfuerzo por el desarrollo realizado en los últimos 30 años.

"Sé que hace falta aún más y que es urgente. He pedido al Congreso 956 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de reconstrucción" en América Central, declaró Clinton.

"Para ayudarlos a reactivar su economía, mi paquete de asistencia (solicitado) también condonaría gran parte de la deuda de Nicaragua y de Honduras con nuestro gobierno", agregó.

Honduras, país al que Clinton también visitó esta semana, debe a agencias del gobierno de Estados Unidos 76,4 millones de dólares, y Nicaragua, 143,6 millones.

Nicaragua es el país de América Latina de mayor deuda por habitante y uno de los más pobres. Sus obligaciones con el exterior suman 6.000 millones de dólares, y el gobierno quiere que Clinton interceda ante organismos multilaterales para reducir ese endeudamiento.

Mientras, en Guatemala, el presidente Alvaro Arzú calificó de "incoherente" la política de Clinton hacia América Central, ya que el mismo día en que acometió una gira por los países devastados por el huracán, su gobierno reanudó la deportación de guatemaltecos y salvadoreños ilegales.

Pero Arzú dijo confiar en que Washington recapacite y anule su decisión de proceder a las deportaciones, comunicada a comienzos de mes por el Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos con el argumento de que El Salvador y Guatemala ya superaron la etapa de reconstrucción tras la tragedia.

El problema de las migraciones centroamericanas no se debe al huracán Mitch, sino que se remonta a décadas atrás.

Según cálculos extraoficiales, en Estados Unidos viven cerca de 1,2 millones de salvadoreños, 500.000 de ellos en forma ilegal, que contribuyen con más de mil millones de dólares a la economía salvadoreña con remesas familiares.

Así mismo, hay 800.000 guatemaltecos en Estados Unidos, de los cuales podrían ser expulsados unos 400.000.

Washington otorgó a fines de 1998 un período de gracia a los inmigrantes ilegales centroamericanos, para no aumentar los problemas de países afectados por el huracán, que destruyó 60 por ciento de la infraestructura productiva de Nicaragua y Honduras. El periodo de gracia finalizó el lunes.

Clinton visitó Posoltega por tratarse del escenario de un alud que en octubre sepultó a cerca de 2.000 personas.

América Central pretende, a través de la ampliación de la Iniciativa para la Cuenca del Caribe, que Washington les otorgue las mismas preferencias arancelarias que concede a México, socio de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, especialmente en materia de productos textiles.

Los países centroamericanos consideran que si se equiparan esas preferencias, la inversión textil aumentaría en América Central.

El presidente nicaragüense Arnoldo Alemán agradeció a Clinton la ayuda estadounidense y abogó, como lo hace desde octubre, porque la comunidad internacional condone la deuda externa de Nicaragua.

Tras el acto oficial, en el que el presidente visitante calificó a los centroamericanos de "hermanos", Clinton regresó a Managua, donde se reunió en privado con Alemán. (FIN/IPS/mso/ff/ip/99

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